Los vecinos del portero asesinado creen que intent¨® impedir un robo

Las causas del asesinato de Manuel Barrero, portero de la finca de Vel¨¢zquez, 48, de Madrid, donde fue hallado el domingo cosido a pu?aladas, siguen sin aclararse. Fuentes policiales califican el caso de "muy oscuro" y no descartan ninguna hip¨®tesis. Los vecinos del inmueble tienen la suya propia. Creen que Barrero encontr¨® la muerte al intentar impedir un robo en alguno de los lujosos pisos.El otro conserje del edificio describe a su malogrado compa?ero como un hombre fuerte y bravo, que hace un a?o cerr¨® el paso a dos hombres que pretend¨ªan forzar alguna vivienda. Entonces el forcejeo no tuvo consecuencias luctuosas.

El fallecido, de 69 a?os, llevaba 10 sustituyendo al otro portero de la finca durante los fines de semana y las vacaciones. De lunes a viernes, hasta que se jubil¨® hace 18 meses, regentaba una charcuter¨ªa en un mercado del distrito Centro. Casado y con dos hijos, otros conserjes de la calle y los vecinos del inmueble le consideraban "un hombre tranquilo y cumplidor".

El domingo, Barrena se incorpor¨® a su trabajo como cualquier otro d¨ªa. Hacia las dos de la tarde, una joven encontr¨® su cad¨¢ver tirado entre el inicio de las escaleras y el ascensor, ba?ado en sangre y con 10 pu?aladas. Ella misma avis¨® a la polic¨ªa.

Estado de ¨¢nimo confuso

David Lunar, el otro portero de la finca, tiene, desde el domingo, un estado de ¨¢nimo confuso. Oscila entre la pesadumbre por el compa?ero asesinado y la sensaci¨®n de haber vuelto a nacer: "nos pod¨ªa haber sucedido a uno o a otro", dice.

Para este hombre, que trabaja en el edificio desde hace 12 a?os, est¨¢ claro que el m¨®vil del crimen fue el robo. "Era una buena persona a quien nadie pod¨ªa odiar tanto", asegura. Con ¨¦l coinciden varios vecinos.

A partir de los restos de sangre hallados en un lavabo de la porter¨ªa, en el lugar donde apareci¨® el cuerpo y en el descansillo de la primera planta, Lunar se ha hecho sus propias cavilaciones sobre los hechos. "Yo creo que algunos maleantes entrar¨ªan al edificio con la idea de robar en alguna vivienda, ¨¦l les intercept¨® en el primer piso y ah¨ª le dieron ya la primera pu?alada para rematarlo en el portal", deduce. Parad¨®jicamente, los agresores no sustrajeron las 12.000 pesetas que la v¨ªctima llevaba encima.