Ciudadanos de primera
Los diputados disfrutan ventajas pero con menos facilidades laborales que sus colegas europeos
La idea de crear un complemento de ingresos que garantice a los diputados jubilados tras dos legislaturas un subsidio equivalente-a la pensi¨®n m¨¢xima de la Seguridad Social ha desatado quejas de agravio comparativo. Quejas convertidas en indignaci¨®n ante el caso del socialista Guillermo Galeote, que en a?o y medio casi no ha pisado el Parlamento sin dejar de cobrar su sueldo. Sin despacho propio ni ayudantes, a diferencia de otros Parlamentos, la mayor¨ªa de los diputados espa?oles sostienen que desarrollan su actividad con menos medios que sus colegas europeos.
Pese a todo, sus condiciones de trabajo les permiten algunos privilegios. Los diputados y senadores no tienen que pagar billetes de Iberia y de Renfe en cualquiera de sus desplazamientos por Espa?a. Los que utilizan su veh¨ªculo particular cobran una cantidad por kil¨®metro, la misma que rige para los funcionarios, aunque no as¨ª por el peaje de las autopistas.Un convenio del Congreso con La Uni¨®n y el F¨¦nix les garantiza a sus familias un seguro de 20 millones de pesetas en caso de fallecimiento, y hasta 20 millones de pesetas en caso de accidente. Al igual que cualquiera de los funcionarios de las Cortes, pueden recibir gratis clases de ingl¨¦s, franc¨¦s o alem¨¢n.
Su sueldo consta de una remuneraci¨®n com¨²n a todos, 368.423 pesetas brutas, y de un complemento por gastos de desplazamiento y residencia que var¨ªa seg¨²n los casos. Los parlamentarios por Madrid perciben por este motivo 93.702 pesetas, mientras que los dem¨¢s cobran 206.146 pesetas.
Las cuotas a la Seguridad Social, tanto las que corresponden a la empresa como al trabajador, son abonadas directamente por el Congreso. Tras diversas consultas a la Seguridad Social, que dictamin¨® que los parlamentarios no tienen derecho al subsidio de desempleo, los diputados no contribuyen a los fondos con los que se pagan las pensiones de los parados.
Ahora, en la reforma del reglamento del Congreso, los grupos parlamentarios -salvo el Popular, que tras dar su respaldo se ha distanciado por motivos de "inoportunidad"- intentan establecer un complemento para garantizar unos ingresos equivalentes a la pensi¨®n m¨¢xima de la Seguridad Social, tras haber cumplido dos legislaturas.
Fondo de pensiones
Para muchas personas, se trata de un privilegio. No ven el motivo por el que los diputados tienen que situarse entre el peque?¨ªsimo porcentaje de jubilados que perciben la pensi¨®n m¨¢xima (12.000 personas aproximadamente de un colectivo de seis millones de pensionistas). Seg¨²n los t¨¦cnicos parlamentarios que han participado en la preparaci¨®n de la reforma, en caso de ser aprobada lo que los diputados har¨ªan ser¨ªa crear una especie de fondo de pensiones con aportaciones mensuales suyas.
Con esas aportaciones, el Congreso pagar¨ªa a los diputados jubilados que hayan sido parlamentarios dos legislaturas -si se cumplen los plazos m¨¢ximos, ocho a?os- un complemento a sus ingresos hasta alcanzar la cuant¨ªa de la pensi¨®n m¨¢xima de la Seguridad Social.
En la actualidad, el proyecto prev¨¦ completar el importe de lo que perciba el diputado jubilado en concepto de pensi¨®n, no los ingresos totales, que es un concepto mucho m¨¢s amplio, si bien el prop¨®sito expresado por los socialistas en las ¨²ltimas horas es fijar este ¨²ltimo criterio como punto de referencia. Un diputado jubilado tendr¨ªa derecho al complemento hasta la pensi¨®n m¨¢xima cuando todos sus ingresos por todos los conceptos no alcancen esa cantidad.
Seg¨²n la secretar¨ªa general del Congreso, desde 1977 han recibido este tipo de ayudas una treintena de diputados. En la actualidad se benefician de ellas s¨®lo 17 parlamentarios. Hasta ahora exist¨ªa una normativa interna, destinada a atender a los pol¨ªticos que por haber vivido en el exilio no hab¨ªan cotizado lo suficiente a la Seguridad Social. Era el caso de Dolores Ib¨¢rruri y es el caso de Santiago Carrillo, entre otros. Esa normativa se?alaba que bastaba haber sido diputado una legislatura para acceder a una subvenci¨®n del Congreso al llegar a la jubilaci¨®n.
Para los defensores de la nueva regulaci¨®n, se trata de una medida igualitaria que "nivela por abajo" a los diputados cuando se jubilen, ya que los que tengan m¨¢s ingresos recibir¨¢n menos, o no recibir¨¢n nada si sus ingresos totales ya igualan la pensi¨®n m¨¢xima de la Seguridad Social. Para los detractores, es un error consagrar con car¨¢cter general una medida as¨ª, y adem¨¢s en el reglamento de la C¨¢mara.
En estos momentos tienen derecho a percibir la pensi¨®n m¨¢xima de la Seguridad Social, cuando se jubilan, los ministros y los presidentes del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo, del Consejo de Estado y del Tribunal de Cuentas. Desde este a?o han sido incluidos en el grupo los secretarios de Estado.
Privilegio desestimado
Los ex presidentes del Gobierno tienen una pensi¨®n vitalicia desde que dejan el cargo, adem¨¢s de contar con el servicio de dos funcionarios, una dotaci¨®n para gastos de oficina, ch¨®fer y coche oficial y exenci¨®n de abonar transportes p¨²blicos.
Los ministros, cuando cesan, tienen derecho a percibir durante un periodo m¨¢ximo de dos a?os una pensi¨®n, inferior a las retribuciones asignadas cada a?o a ese cargo.
Tras una gran pol¨¦mica, los diputados declinaron, hace poco m¨¢s de un a?o, sumarse a un privilegio establecido para los funcionarios que han ejercido altos cargos. La Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1991, aprobada a finales de 1990, hab¨ªa establecido que los funcionarios que desempe?en altos cargos podr¨¢n cobrar a t¨ªtulo de "grado personal", al regresar a su puesto, el equivalente al complemento de destino de los directores generales. En 1991, el complemento de destino para un director general fue de 1.865.112 pesetas anuales.
Ni el Parlamento vasco, que tiene fijado sueldo y dietas para sus diputados, ni los Parlamentos andaluz y madrile?o, que pagan dietas por asistencia a sus diputados, disponen de fondos para complementar las pensiones de jubilaci¨®n de sus ex parlamentarios.
Tras otra pol¨¦mica p¨²blica anterior, los grupos parlamentarios del Congreso desistieron hace varios mes . es de facilitar ayudantes a los diputados. El principal argumento de quienes propon¨ªan este tipo de asesor¨ªa t¨¦cnica era que en los Parlamentos de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania cada diputado dispone de un ayudante por lo menos.
Los diputados espa?oles no dispondr¨¢n hasta dentro de un a?o -cuando quedar¨¢ probablemente terminado el nuevo edificio del Congreso- de despacho personal, sin secretaria, y no todos contar¨¢n con una plaza de garaje.
Los ministros, miembros de altos organismos del Estado, subsecretarios, directores generales y miembros de las mesas del Congreso y del Senado, as¨ª como los portavoces, disponen de coche oficial.
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