100.000 personas viven en el mundo con un ri?¨®n trasplantado

Treinta y dos a?os despu¨¦s de que se practicaran los primeros trasplantes, m¨¢s de 100.000 personas viven en el mundo con un ri?¨®n procedente de un donante, lo que demuestra que esta intervenci¨®n es, a todos los efectos, una operaci¨®n plenamente consolidada, seg¨²n los datos aportados en el I Congreso Hispanoamericano de Nefrolog¨ªa, que se celebra en Barcelona. El trasplante de ri?¨®n se considera una alternativa a la di¨¢lisis en los enfermos con insuficiencia renal cr¨®nica, pero no todos los pacientes est¨¢n en condiciones de someterse a la operaci¨®n de trasplante.La di¨¢lisis, que consiste en someter al enfermo tres veces por semana a la acci¨®n de un ri?¨®n artificial, sigue siendo la garant¨ªa de vida para muchos enfermos mientras esperan la donaci¨®n de un ¨®rgano compatible con su organismo. Por esta raz¨®n, el congreso ha dedicado gran atenci¨®n tanto al trasplante como a los avances en di¨¢lisis.

De hecho, el ri?¨®n artificial y el trasplante renal se han desarrollado en paralelo. Justo en 1960, cuando los equipos del doctor Merril en Boston y del doctor Hume en Par¨ªs efectuaron los dos primeros trasplantes renales, el norteamericano Clyde Shiels inici¨® el primer tratamiento de di¨¢lisis, con lo que se abrieron dos puertas a la esperanza para afectados de insuficiencia renal cr¨®nica que hasta ese momento estaban condenados a morir.

Los aparatos de di¨¢lisis se han perfeccionado en estos 30 a?os hasta lograr m¨¢quinas de sencillo funcionamiento que pueden instalarse incluso en el domicilio del paciente. Tambi¨¦n la llamada di¨¢lisis peritoneal continua, de control ambulatorio, constituye un importante avance. Consiste en implantar en el enfermo un sistema de di¨¢lisis que ¨¦l mismo controla y que le permite desplazarse mientras el aparato desarrolla la funci¨®n renal. Este sistema, sin embargo, adolece todav¨ªa de un elevado ¨ªndice de infecciones. El trasplante, mientras tanto, ha mejorado sus resultados hasta reducir el porcentaje de rechazos a un 15%. La mortalidad en el trasplante de ri?¨®n se estima en un 5%.