El fiscal pide seis meses y seis millones para un cirujano pl¨¢stico
La joven E. C. V., de 23 a?os, deseaba combatir una ptosis mamaria -pechos ca¨ªdos- y se someti¨® a una operaci¨®n pl¨¢stica para que se los elevaran. Sin embargo, seg¨²n el escrito del fiscal, el cirujano pl¨¢stico que la intervino "no observ¨® la debida diligencia" durante el posoperatorio y una infecci¨®n incontrolada convirti¨® sus pechos en costras. Las fotos que obran en el sumario y que muestran el estado en que quedaron las mamas son realmente espeluznantes.En el juicio, que se celebrar¨¢ en cuesti¨®n de unas semanas, el cirujano -que se corresponde con las iniciales de H. D. G. R.- tendr¨¢ que hacer frente a una fuerte petici¨®n del acusador p¨²blico. Le pide seis meses de c¨¢rcel y que indemnice con seis millones de pesetas a la muchacha. El abogado de E. C. V., la cual contaba 21 a?os cuando se someti¨® a la operaci¨®n en la cl¨ªnica Imagen Cirug¨ªa Pl¨¢stica, demanda para el cirujano una pena mucho m¨¢s fuerte: seis a?os de prisi¨®n y 500 millones de pesetas de indemnizaci¨®n.
La joven se someti¨® a la intervenci¨®n quir¨²rgica el 21 de septiembre de 1990, para elevarle los senos y corregir una ligera asimetr¨ªa que sufr¨ªa en uno de ellos. El cirujano le plante¨® la necesidad de reducir ambos senos, a lo que ella se neg¨®. Entonces, le propuso ponerle una pr¨®tesis, aunque esta medida qued¨® pendiente hasta encontrarse en el quir¨®fano.
Fuertes dolores
Cuando despert¨® de la operaci¨®n, que dur¨® cinco horas, observ¨® que el doctor hab¨ªa colocado las pr¨®tesis sin su consentimiento, en contra de lo que hab¨ªan pactado. Al d¨ªa siguiente de la intervenci¨®n aparecieron unas manchas oscuras en la areola-pez¨®n, que en los d¨ªas siguientes empeoraron. El m¨¦dico prescribi¨® unas bolsas de hielo sobre las mamas, as¨ª como masajes durante seis d¨ªas. Terminado este tratamiento, la joven ingres¨® con fuertes dolores en la mencionada cl¨ªnica.
El cirujano apreci¨® entonces la formaci¨®n de una costra en la areola izquierda. Paralelamente, en la derecha tambi¨¦n se iba formando otra costra. Tras un mes de curas, el cirujano decidi¨® recortar la areola-pez¨®n izquierda y casi toda la derecha.
Alarmada por la degradaci¨®n de sus pechos, la joven acudi¨® a otros m¨¦dicos, que se quedaron asombrados. Coincid¨ªan en que la muchacha deb¨ªa haber sido sometida a una operaci¨®n urgente a la vista de las complicaciones surgidas en el posoperatorio. Ya con m¨¦dicos distintos, E. C. V. se ha sometido a un proceso de reconstrucci¨®n quir¨²rgica de ambos pechos. ?stos han podido recuperar parte de su est¨¦tica, pero han perdido la sensibilidad y la posibilidad de amamantar.
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