Memoria de una ciudad sosegada
El pintor Aurelio Gotor expone escenas del Madrid del XIX
Una ciudad sin coches, salvo los de caballos- con bulevares poblados de ¨¢rboles, mercados callejeros y lavanderas en el r¨ªo Manzanares. Pero tambi¨¦n con mujeres que ten¨ªan que acarrear grandes botijos en su oficio de aguadoras y con pobres de solemnidad hacinados en cuartuchos. Este es el Madrid del siglo XIX que el pintor aragon¨¦s Aurelio Gotor expone, del 16 al 30 de octubre, en la galer¨ªa de arte Blasco de Garay, en el n¨²mero 38 de esta calleResulta curioso ver a una pareja paseando sin sobresaltos alrededor de Cibeles y dos carruajes enfilando lo que hoy es el congestionado paseo de la Castellana. Tampoco es cosa de todos lo d¨ªas -y en este caso es de agradecer la modernidad- observar a grupos de mujeres lavando la ropa en los canalillos del r¨ªo Manzanares, junto al puente de los Franceses.
El Madrid de los Austria aparece en los cuadros tal y como era hace un siglo: con una Puerta de Toledo haciendo honor a su funci¨®n de entrada a la ciudad y con una serie de personajes, como el mielero, la aguadora, el herrero, la florista o la vendedora de molinillos, que hoy han desaparecido de sus calles.
Aurello Gotor, nacido en Calatayud hace 56 a?os, vivi¨® en Madrid durante su ¨¦poca de estudiante, se march¨® al extranjero y regres¨® nuevamente a Madrid. Pero asegura que espera envejecer en un pueblo "porque esta ciudad se ha convertido en un lugar lleno de agresividad, prisas, cables y antenas". Y quiz¨¢ para mostrar que no siempre ha sido as¨ª, ha empleado sus ¨²ltimos seis a?os en convertir sus cuadros en una especie de t¨²nel del tiempo o memoria hist¨®rica de la ciudad.
Sus fuentes de inspiraci¨®n son fotogr¨¢ficas. Muchas de las escenas que aparecen en sus pinturas parten de las placas de Ruiz Bernacci, un fot¨®grafo italiano que ejerci¨® su profesi¨®n en Madrid. Tambi¨¦n recorre las librer¨ªas de antiguo, los archivos municipales y las almonedas del Rastro en busca de esa imagen a la que ¨¦l a?adir¨¢ el color y los personajes. Esta es su segunda exposici¨®n sobre el Madrid de 1800.
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