Se me derrumb¨® un mundo
Hace unos a?os, en mi edificio, me sucedi¨® algo muy peculiar. Eran tiempos de bonanza econ¨®mica en mi pa¨ªs y llegaban muchos extranjeros a aventurarse en nuestras tierras. Por aquel entonces lleg¨® a mi edificio una familia espa?ola de muy mal car¨¢cter general (toda la familia se comportaba de manera exasperante), yo me sent¨ªa mal y extra?ado por esa manera a priori de comportarse hostilmente con la gente; de hePasa a la p¨¢gina siguiente
Se me derrumb¨® el mundo
Viene de la p¨¢gina anteriorcho, conmigo se mostraron reticentes y hasta llegaron a insultarme, lo cual me afect¨® mucho, pues siempre me han gustado los extranjeros y aquel aura especial y distinta que les precede. No re cuerdo muy bien los detalles, lo ¨²nico que s¨¦ es que instintiva mente, sin, propon¨¦rmelo conscientemente, me los gan¨¦ (quiz¨¢s debido a mi sinceridad), y como por milagro aquella familia cambi¨® radicalmente, de tal modo que en lo sucesivo desde el pap¨¢ hasta el m¨¢s chico nos saludaban, y en especial a m¨ª, cari?osamente.
Luego ya de 20 a?os empec¨¦ a tratar con algunos norteamericanos y me llev¨¦ cierta decepci¨®n, es decir, me di cuenta de esa forma ambigua de relacionarse con el pr¨®jimo, a lo cual llaman progreso, pues con sus aires de liberalidad y modernidad se enfrascan en jovial conversaci¨®n contigo para luego hacerte sentir un vac¨ªo inmenso cuando en su lengua critican a tu pa¨ªs. Yo en mi mente me preguntaba el porqu¨¦ de esos comportamientos.
Pas¨® el tiempo y se me hizo realidad uno de mis m¨¢s hermosos deseos, viaj¨¦ al pa¨ªs de verdes pastos, hermosas casas, monta?as, pinos y nieve de aquellas fotograf¨ªas de las agencias de viaje. Me fascinaba ver aquellas gentes rubias de rojas mejillas en esos m¨¢gicos entornos, pero pronto me di cuenta de que la naturalidad y la espontaneidad son cosas que pr¨¢cticamente no exist¨ªan y que la superconciencia reina, pulula, en el aire como una bruma. A mis 26 a?os se me derrumb¨® un mundo, pues siempre me hab¨ªan gustado los europeos, y creo que ya, no me atrever¨ªa a repetir aquella hermosa escena con la familia gallega.-
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