La campa?a saca a los electores de su tradicional indiferencia

La abstenci¨®n, un mal end¨¦mico de la pol¨ªtica norteamericana, se va a acabar en estas elecciones presidenciales. Todos los indicadores se?alan que la campa?a ha prendido la atenci¨®n de los ciudadanos, que se est¨¢n registrando masivamente para votar el pr¨®ximo 3 de noviembre. Las ¨²ltimas elecciones presidenciales, que llevaron a George Bush a la Casa Blanca, tuvieron el punto m¨¢s bajo de participaci¨®n de los ¨²ltimos a?os: un 50,1%.El previsible incremento de la participaci¨®n se interpreta como una buena se?al para los candidatos del Partido Dem¨®crata, dado que la abstenci¨®n suele ser mayor entre las minor¨ªas raciales y los sectores menos favorecidos, que votan tradicionalmente por el partido de Bill Clinton.

Otro indicador del inter¨¦s de los norteamericanos por estas elecciones es la atenci¨®n con que est¨¢n siguiendo por televisi¨®n los debates entre los candidatos a la presidencia.

Se calcula que m¨¢s de 84 millones de ciudadanos siguieron el debate del pasado jueves, cifra que, sin duda, ser¨¢ superada por la audiencia del debate de ayer lunes, ¨²ltimo de esta campa?a. El primer encuentro entre los tres candidatos convoc¨® una audiencia de 81 millones, pese a que una de las cadenas no lo retransmiti¨®, ya que estaba emitiendo una de las finales de las ligas nacionales de b¨¦isbol. El debate entre los vicepresidentes tuvo una audiencia de 72 millones de telespectadores.

El motivo que empuja a los estadounidenses a las urnas no es claro, pero algunos soci¨®logos apuntan uno: la inquietud por el futuro. La campa?a, afirman, ha convencido a mucha gente de que la situaci¨®n es delicada, y que debe abandonar su actitud de indiferencia y preocuparse por poner en la Casa Blanca y en el Congreso a aquellos que vayan a defender mejor sus intereses.