"Nuestro honor vale m¨¢s que dinero"
Los drusos del Gol¨¢n ocupado por Israel reivindican el retorno a Siria
A menos de tres horas de camino de Jerusal¨¦n, donde se mantiene la tensi¨®n a lo largo de la frontera invisible que separa a los barrios israel¨ªes de los palestinos, los Altos del Gol¨¢n tienen un aspecto relajado. Lo primero que se observa son los cultivos fruteros; los vi?edos, que alimentan una actividad vin¨ªcola floreciente, as¨ª como los autocares de turistas. Los 32 kibutzim israel¨ªes cohabitan sin tensiones con los pueblos drusos.
Este ambiente buc¨®lico, sin embargo, puede inducir a enga?o. Los habitantes de la zona (unos 25.000 drusos y 12.000 israel¨ªes) viven un ambiente de fiebre. Todos eval¨²an las posibilidades de paz, y se preguntan si acabar¨¢ por producirse una retirada israel¨ª. Ayer precisamente se reanudaban en Washington las conversaciones de paz y se esperaba que el Gobierno israel¨ª formulara nuevas propuestas a Siria.En Madj el Shams, la principal localidad drusa de la zona, con unas 10.000 almas, un grupo de j¨®venes discute animadamente en la terraza de un caf¨¦ de la plaza, a la vista de la estatua de un militar que blande un sable. "Es Salamat Tahar Ab¨² Salah, un jeque druso que en 1925 encabez¨® una rebeli¨®n de los sirios contra los franceses", explica un muchacho que no ha llegado a¨²n a los 20 a?os.
"Estamos orgullosos del Sheikh Ab¨² Salah. La sangre de los drusos est¨¢ mezclada de manera inextricable a la de los sirios", a?ade el joven, mientras en sus alrededores otros j¨®venes drusos expresan su aprobaci¨®n.
Varios millares de drusos sirven como soldados y oficiales en el Ej¨¦rcito sirio y son conocidos por su adhesi¨®n a Damasco. En Israel, tambi¨¦n los drusos (unos 50.000 viven en Galilea) se hicieron famosos por su valent¨ªa en las guerras sucesivas contra los ¨¢rabes, incluidos los sirios. Y es que en Israel tambi¨¦n a los drusos se les recuerda por la sangre derramada en com¨²n con los jud¨ªos. Podr¨ªa aparecer como parad¨®jico, pero no lo es trat¨¢ndose de los drusos. Esta etnia, minoritaria en varios pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo, aplica desde siglos la misma pol¨ªtica: la de aliarse con el poder.
La derecha israel¨ª achaca al Gobierno laborista las actuales posiciones prosirias de los drusos. "Israel anexion¨® el Gol¨¢n con 14 a?os de retraso", afirma. "Las vacilaciones de los Gobiernos laboristas acabaron por convencer a los drusos de que Israel no pensaba quedarse all¨ª, lo que explica que hayan vuelto a descubrir hoy sus simpat¨ªas prosir¨ªas", a?aden.
Este an¨¢lisis es discutible. Despu¨¦s de la anexi¨®n del Gol¨¢n, decidida por la derecha en 1981, s¨®lo algunos centenares de drusos, una ¨ªnfima minor¨ªa, aceptaron los documentos de identidad israel¨ªes. Millares de ellos, en cambio, se negaron e iniciaron,. cinco a?os antes que los palestinos, una verdadera Intifada. S¨®lo despu¨¦s de nueve meses de disturbios se lleg¨® a un acuerdo que permitiera la paz.
"Cuando Israel se vaya, festejaremos nuestra vuelta a Siria durante un a?o entero", afirma un joven de 23 a?os. "Estaremos por fin de vuelta a casa. Los israel¨ªes se imaginan que son mejores porque llevan armas y dan trabajo", a?ade. Y su compa?ero afirma: "No nos hacemos ilusiones. Sabemos que la vuelta de los sirios significar¨¢ un deterioro de nuestro nivel de vida. Sabemos que se vive mejor en el Gol¨¢n que en Siria. Pero nuestro honor vale m¨¢s que dinero. Somos sirios", agrega.
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