Agnosticismo y fe
El Foro del hecho religioso, sobre el que todos los a?os escribo aqu¨ª por estas mismas fechas, siempre de actualidad en sus temas y de apertura a los no creyentes, en esta ocasi¨®n lo ha sido m¨¢ximamente. Creyentes y no creyentes, cuando unos y otros son ilustrados, dialogan hoy bien. Pasaron los tiempos del ate¨ªsmo militante y tambi¨¦n, crean lo que quieran ciertas asociaciones m¨¢s o menos bien vistas por el Vaticano, los del catolicismo a machamartillo. Lo que predomina hoy es, por una parte, el agnosticismo y, por otra, la fe con problemas. Por eso las ponencias de este a?o, La agnosis del creyente, a cargo de Raimundo Panikkar, y Las convicciones del agn¨®stico, desarrollada por Antonio Garc¨ªa Santesmases, abordaron este tema de nuestro tiempo, cada uno por su lado.Seg¨²n la tesis de Panikkar, frente a la episteme o ciencia en sentido estricto, el racionalismo cerrado de "lo que se sabe y basta", la gnosis, vocablo de noble abolengo antiguo, significa la apertura a la realidad plena y la participaci¨®n en ella, percibiendo, ciertamente, el l¨ªmite, pero no deteni¨¦ndose, sino poseyendo una conciencia positiva de ¨¦l. Inseparable de la gnosis, dentro de esta concepci¨®n, es la agnos¨ªa, de la que trat¨® el seudoareopagita, conocimiento no disponible racionalmente, y cuyo logos, por llamarlo as¨ª, ser¨ªa el mito. Gnosis y agnos¨ªa ser¨ªan, pues, las dos caras, inseparables, de la realidad. La agnos¨ªa implica una apor¨¦tica ¨ªnsita en el conocer mismo, un preguntar(se), un saber inseparable del no-saber.
Fe, seg¨²n esta concepci¨®n muy simple y pre-religiosa, ser¨ªa la conciencia de y la apertura a lo in-finito, al in-acabamiento de la realidad. Y fe religiosa, la referida al sentido ¨²ltimo de la vida. La fe se sit¨²a "dentro" de la realidad; la creencia, en tanto que formula ci¨®n racional de la fe (sistema de creencias), se sit¨²a, por el contrario, "frente" a la realidad.
La creencia, que en la concepci¨®n occidental pretende ser racional, en la oriental se presenta como simb¨®lica, y estar¨ªamos entonces en la religiosidad frente a la religi¨®n en tanto que sistema de certezas. Creencias sin contenido proposicional, estrictamente simb¨®licas, ser¨ªan el mito, el rito y la danza sagrada, los Divertissements devant l'Arche.
La hip¨®tesis "Dios" ser¨ªa, para esta manera de vivir la realidad, "fundamentalista", y a ella se opondr¨ªa la de "lo divino". (El pante¨ªsmo occidental aparecer¨ªa a esta luz como la mala racionalizaci¨®n de la aut¨¦ntica concepci¨®n oriental). Seg¨²n la apor¨¦tica metaf¨ªsica oriental, los contrarios se complican, en tanto que la raz¨®n agn¨®stica es separadora. Y en cuanto a la ¨¦tica, la occidental se detiene ante el l¨ªmite -pi¨¦nsese en Wittgenstein-, es decir, se vuelve asc¨¦tica, en tanto que la oriental, m¨ªstica, lo penetra todo.
La ponencia de Antonio Garc¨ªa Santesmases se propuso exponer, como ya he dicho, las convicciones del agn¨®stico. El agnosticismo actual tiende a ser abierto y solidario. Frente al ate¨ªsmo, hoy "a la deriva" (Gonz¨¢lez Ruiz), y el car¨¢cter privado que toman las convicciones religiosas, el agn¨®stico suspende su juicio, pues no puede demostrar ni la existencia ni la inexistencia de Dios. Es, como se dijo, un "agn¨®stico disponible". Y no sabe a qu¨¦ atenerse en cuanto a Jes¨²s, "Hijo del Hombre", o Jesucristo, "Hijo de Dios". Puede entenderse bien con el "creyente ilustrado", cuyo arquetipo se vio en Jos¨¦ G. Caffarena, director de este foro, y no est¨¢ muy lejos del "increyente nost¨¢lgico". La "teolog¨ªa negativa", e incluso una raz¨®n abierta al sentimiento (lo que ser¨ªa para ¨¦l la gracia), son comprendidas, si no asumidas, por ¨¦l. Mas, por otra parte, revaloriza, frente al gn¨®stico, la raz¨®n, raz¨®n pr¨¢ctica que se constituye en int¨¦rprete de las pretensiones de la experiencia de lo divino.
Enrique Romerales distingui¨® cuatro clases de agnosticismo -ate¨ªsta, de¨ªsta, te¨ªsta y religioso-, entre las cuales dio la preferencia al te¨ªsta, que no es de una religi¨®n particular, como el religioso, sino que est¨¢ abierto a la pluralidad de expresiones de lo divino. Y Andr¨¦s Ortiz-Os¨¦s, a su modo no m¨ªstico sino conceptista, sostuvo que creyentes y agn¨®sticos se coimplican en la gnosis: el gn¨®stico es creyente agn¨®stico (el que cree saber), y el agn¨®stico, creyente (el que sabe creer).
La conclusi¨®n de las ponencias fue, como se ve, un relativo acercamiento entre una y otra posici¨®n, la del creyente y la del agn¨®stico, por lo que a continuaci¨®n se plante¨® la pregunta de si hay diferencia, y en qu¨¦ consiste, entre el agnosticismo o, m¨¢s precisamente dicho, la agnos¨ªa del creyente, y el agnosticismo del no creyente. Los sustentadores de una y otra posici¨®n fueron ahora Pedro Cerezo e Ignacio Sotelo. La distancia entre las convicciones y las creencias, la afirmaci¨®n de que la diferencia misma es m¨¢s relevante que la convergencia y la tesis de que la religi¨®n occidental no es solamente ¨¦tica, metaf¨ªsica y m¨ªstica, como la hind¨², pues la creencia en la Encarnaci¨®n, la cruz (crucifixi¨®n y muerte) y la Resurrecci¨®n son esenciales al cristianismo, fueron evidentemente subrayadas. Panikkar sostuvo a este respecto que, frente a la "desmitologizaci¨®n" sustentada por una teolog¨ªa protestante actual debe levantarse la ummithologisierung o "mitologizaci¨®n general" de la religiosidad, el predominio en ella del mito en el m¨¢s positivo sentido de la palabra.
Por otra parte, desde un punto de vista m¨¢s radicalmente agn¨®stico, se hizo notar la actual p¨¦rdida de vigencia social de la creencia, la privacidad, cada vez mayor, de la religi¨®n, y la tendencia de la modernidad y, sobre todo, de la posmodernidad a la disoluci¨®n de todos los problemas y, en primer t¨¦rmino, de los religiosos.
En fin, cabe concluir esta relaci¨®n con la afirmaci¨®n de Gonz¨¢lez Ruiz, apoyada en la Gaudium et spes del Concilio Vaticano II, de que en muchas ocasiones el ate¨ªsmo se debe al hecho de que nosotros, los que nos enorgullecemos de ser te¨ªstas, "hemos velado, m¨¢s que revelado, el rostro de Dios".
Tras este resumen reconocer¨¢ el lector, seg¨²n espero, que si siempre, como creo haber hecho ver en mis res¨²menes de a?os anteriores, el Foro del hecho religioso ha tratado cuestiones vigentes, este a?o, con su confrontaci¨®n entre agnosticismo y fe, agnosis y agnos¨ªa, religi¨®n occidental y religiosidad oriental, ha planteado el problema a escala interconfesional y mundial. Muy pocos d¨ªas despu¨¦s de la celebraci¨®n del foro fui a ?vila para dar una conferencia sobre ?tica y ecolog¨ªa, y me encontr¨¦ con que, simult¨¢neamente, estaba hablando all¨ª Raimundo Panikkar precisamente sobre esta concepci¨®n hind¨², coimplicativa, simb¨®lica y m¨ªstica de la creencia religiosa.
Jos¨¦ Luis L. Aranguren es ensayista y fil¨®sofo, catedr¨¢tico de ?tica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.