La moda editorial sobre Franco provoca rivalidades entre historiadores y novelistas

El centenario del nacimiento de Franco, el 4 de diciembre, ha lanzado a novelistas e historiadores a publicar libros sobre el dictador. Y una pol¨¦mica, suscitada por Javier Tusell, ya acompa?a a tres de los t¨ªtulos que, seg¨²n ¨¦l, no son rigurosos: Autobiograf¨ªa del general Franco, de V¨¢zquez Montalb¨¢n, presentada ayer en Madrid; Franco, una biograf¨ªa psicol¨®gica, del psiquiatra Enrique Gonz¨¢lez Duro (Temas de Hoy), y Franco, el perfil de la historia, de Stanley G. Payne (Espasa-Calpe). Paul Preston publicar¨¢ una biograf¨ªa en Grijalbo y Tusquets editar¨¢ Franco en la guerra civil, una biograf¨ªa pol¨ªtica, del propio Tusell.

Todos estos libros coinciden, de una u otra manera, en establecer un perfil del dictador en el que aparecen palabras como frialdad, crueldad, venganza, represi¨®n y eliminaci¨®n. Una ¨®ptica no compartida por otros dos libros, el de Fernando Vizca¨ªno Casas 1975, el a?o en que Franco muri¨® en la cama, y el que se publicar¨¢ este mes titulado Caudillo, de ?ngel Palomino, ambos en Planeta.Franco en la guerra civil. Una biograf¨ªa pol¨ªtica (Tusquets), de Javier Tusell, premio Comillas de biograf¨ªa 1992, mantiene como tesis central que Franco venci¨® a la Rep¨²blica y cre¨® una dictadura personal mientras eliminaba a sus adversarios pol¨ªticos. El texto incluye abundante documentaci¨®n in¨¦dita, seg¨²n su autor, que ha trabajado durante siete a?os en recopilar el material. Tusell cita los diarios de tres de sus ministros (Jordana, el primer vicepresidente; Roezno, el primer ministro de Justicia; y Pem¨¢n, el presidente del Consejo en la ponencia de Eduaci¨®n), "adem¨¢s de archivos italianos, brit¨¢nicos y documentos del Ministerio de Asuntos Exteriores". Tusell no duda en criticar las fuentes de los autores de otros estudios reci¨¦n aparecidos sobre Franco. Del suyo dice que "es un ensayo hist¨®rico y no una novela o una obra interpretativa; es la historia con fuentes de primera mano, a diferencia del libro de Gonz¨¢lez Duro o el de Payne".

"Est¨¢n apareciendo muchas obras, aunque algunas pueden llevar a confusi¨®n", dice Tusell. "El libro de V¨¢zquez Montalb¨¢n, por ejemplo, est¨¢ muy bien escrito pero tiene errores enormes respecto a lo que Franco dice de s¨ª mismo y de su participaci¨®n en la II Guerra Mundial. Su abstenci¨®n se debi¨® a que Hitler no le ofreci¨® algo que le interesara suficientemente y no a sus ideas al respecto. En ese sentido el de Francisco Umbral [Leyenda del C¨¦sar visionario, Seix Barral, 1991], una novela escrita en clave de esperpento, no pretende alzarse con la verdad y confunde menos al lector. Entre lo m¨¢s destacable en el campo hist¨®rico est¨¢ el libro de Joan Thom¨¤s Falange, guerra civil i franquisme (Abadia de Montserrat, 1992)".

Enrique Gonz¨¢lez Duro responde a Tusell: "No he descubierto mediterr¨¢neos, pero creo que aporto datos que hab¨ªan pasado desapercibidos. Si ¨¦l ha descubierto el Mediterr¨¢neo, ?enhorabuena!". Para Gonz¨¢lez Duro, "a veces las cosas in¨¦ditas son absolutamente irrelevantes", y dice respecto al libro de Tusell: "Cuando salga veremos a ver lo que aporta".

Gonz¨¢lez Duro explica que su libro intenta ofrecer una visi¨®n neutral. "Y, como soy psiquiatra, me he centrado en la personalidad, en c¨®mo un ni?o inseguro, fr¨¢gil, con sentimientos de inferioridad y escaso atractivo, por la idea de llegar a ser alguien en la vida, influido por la madre, se convierte en caudillo de Espa?a. La transfiguraci¨®n del personaje cuando obtiene el poder, que le da sentido a su vida, fortalece tanto su yo que le lleva al endiosamiento. De ah¨ª el deseo de inmortalidad, que se concreta en dos hechos: el Valle de los Ca¨ªdos y la obsesi¨®n con su sucesor".

Gonz¨¢lez Duro no est¨¢ tan convencido de la crueldad de Franco en el sentido de que disfrutara con ella como de su frialdad. Para conseguir sus objetivos sacrificaba a quien fuera sin temblarle el pulso, "expresi¨®n que le gustaba mucho". El ¨²nico gesto emotivo que el psiquiatra ha encontrado en Franco se sit¨²a al principio de la guerra, cuando llega a Tetu¨¢n y entre los militares sublevados no se encuentra su primo hermano, fiel a la Rep¨²blica. Este primo, del que hab¨ªa sido compa?ero de juegos y cuyas madres se quer¨ªan mucho, fue condenado a muerte en consejo de guerra, y, seg¨²n cuenta Gonz¨¢lez Duro, Franco, que ten¨ªa que firmar el enterado, hizo como que se pon¨ªa enfermo para que fuera su segundo, el general Orgaz, el que firmase.

Stanley G. Payne recuerda en su libro la represi¨®n de Franco. "Durante sus primeros a?os, el r¨¦gimen fue represivo en extremo, ejecut¨® a unas 30.000 personas, la mayor¨ªa de ellas por delitos pol¨ªticos, y mantuvo durante muchos a?os la divisi¨®n discriminatoria de la sociedad espa?ola entre vencedores y vencidos. El autoritarismo pol¨ªtico iba de la mano con un favoritismo extremo, monopolios y, a menudo, un alto grado de corrupci¨®n, vinculado a la peculiar mec¨¢nica del r¨¦gimen".

Payne sostiene que Franco no ten¨ªa intenci¨®n alguna de preparar a Espa?a para la democracia. "Los profundos cambios que ocurrieron bajo su largo dominio, y que hicieron posible que el pa¨ªs desarrollara r¨¢pidamente un sistema democr¨¢tico despu¨¦s, se debieron fundamentalmente a los amplios efectos secundarios de la pol¨ªtica de su gobierno, y sobre todo a su necesidad de ajustarse a algunas de las normas de la Europa occidental y a la econom¨ªa de mercado internacional simplemente para sobrevivir".

El historiador brit¨¢nico Paul Preston tiene previsto publicar en diciembre las 1.600 p¨¢ginas sobre Franco, en las que lo pinta como dictador insensible que mont¨®, con la frialdad de un actor escudado en falsas personalidades (cruzado, sucesor de Felipe II...) una enorme maquinaria de terror.

El I Encuentro de Investigadores del Franquismo, con medio centenar de comunicaciones, se celebra del jueves al s¨¢bado en Barcelona, organizado por la fundaci¨®n Arxiu Hist¨°ric de CC OO de Catalunya.