"Sacar a la luz no significa mantener a la luz"
Jos¨¦ S¨¢nchez Meseguer ha participado en campa?as arqueol¨®gicas desde su ¨¦poca de estudiante en la Universidad de Murcia. Ninguna, sin embargo, ha sido tan pol¨¦mica como las excavaciones que ha dirigido en la plaza de Oriente. De la memoria que est¨¢ elaborando su equipo depende que el arquitecto Miguel de Oriol reforme la plaza. Murciano, de 50 a?os y profesor de Prehistoria en la Universidad Aut¨®noma, defiende la necesidad de sacar a la luz la historia para estudiarla, pero duda de que sea preciso conservar siempre lo encontrado.
En el despacho de Meseguer, en la Aut¨®noma, los libros salen de los rincones, se amontonan sobre las sillas, las mesas y el alf¨¦izar hasta ocultar el escaso suelo. Sentado bajo un plano de la ciudad suiza de Friburgo, Meseguer habla de las excavaciones arqueol¨®gicas que ha dirigido en la plaza de Oriente con el plano del Madrid del siglo XVII, de Texeira, entre las manos. Le gusta comparar su trabajo al de un m¨¦dico y se refiere a la plaza como su paciente.Pregunta . En la plaza de Oriente no se han abierto todos los viales -cortes- previstos y la calle de Bail¨¦n no se ha tocado. ?Por qu¨¦?
Respuesta. En el proyecto ten¨ªamos planteados 15 viales en la plaza y ocho o nueve en Bail¨¦n. Pero los cortes estaban supeditados al proceso de prospecci¨®n Cuando uno ha hecho cinco an¨¢lisis, que tienen un coste, y tiene ya el diagn¨®stico en la mano, lo normal es no someter al paciente a un martirio desde el punto de vista f¨ªsico y econ¨®mico. Una vez que vimos que all¨ª hab¨ªa restos arqueol¨®gicos importantes, era innecesario seguir abriendo agujeros.
P. ?Pero es prudente no abrir un solo vial en la calle de Bail¨¦n cuando est¨¢ previsto construir all¨ª un paso subterr¨¢neo?
R. La Comunidad d¨¦ Madrid no nos autoriz¨® a abrir los cortes en Bail¨¦n porque ¨ªbamos a interrumpir el tr¨¢fico. Sin olvidar que la mitad de esta calle est¨¢ recorrida por una v¨ªa de servicio municipal que se abri¨® en los a?os cuarenta y se llev¨® por delante lo que all¨ª hubiera. De quedar algo ser¨ªa en la zona de la Almudena. Todo lo medieval se destruy¨® para construir encima la ciudad moderna. En cualquier caso, si en esa calle hubiera algo m¨¢s relevante, ser¨ªan casas particulares del siglo XVI como las que se encontraron en la plaza de la Cebada. All¨ª, las viviendas se excavaron, documentaron, fotografiaron y despu¨¦s se taparon; y echaron encima cemento para construir una casa.
P. En la Comisi¨®n de Arqueolog¨ªa del Colegio Oficial de Doctores en Filosof¨ªa y Letras y en la Comunidad se critica que su prospecci¨®n no ha sido suficientemente exhaustiva.
R. El proyecto, diga lo que diga la Comunidad, se apoya en un estudio muy profundo: tenemos m¨¢s de 1.800 fichas, en una base de datos, sobre las construcciones que exist¨ªan en torno a la plaza de Oriente.
P. Al principio de la prospecci¨®n usted describi¨® la plaza de Oriente como "el ombligo del mundo", ya que hab¨ªa sido residencia de los Austrias. Afirmaba entonces que era posible encontrar anexos del antiguo palacio Real, estructuras de la ciudad cristiana medieval, la muralla ¨¢rabe y restos prehist¨®ricos. ?Qu¨¦ han encontrado?
R. Hemos encontrado un cuchillo de s¨ªlex y un hacha de piedra fragmentada, pero estaban mezclados con asfalto, restos de cer¨¢mica isl¨¢mica y loza de Talavera, y eso significa que provienen de escombros echados all¨ª para rellenar la plaza. Del poblamiento musulm¨¢n s¨®lo hemos encontrado las partes bajas de sus casas -silos y letrinas- Y el ¨²nico edificio existente de la ciudad cristiana es la Casa del Tesoro, que construy¨® Felipe II, y en donde pint¨® Vel¨¢zquez.
P. ?En qu¨¦ estado est¨¢?
R. En ese largo edificio, de 1590, estaban los obradores de los pintores, las cocinas reales, los talleres de forja y las habitaciones de los cuerpos de guardia. El edificio desapareci¨® en 1810, cuando lo derrib¨® Jos¨¦ Bonaparte. Hemos encontrado dos arranques de arcos de ladrillo rojo y un laberinto de patios y patinejos, con figones, letrinas, etc¨¦tera. Y lo hemos visto desde abajo, ya que existen unos 300 metros y pico de alcantarillas, muchas de ellas reutilizadas por el propio Ayuntamiento.
P. ?Qu¨¦ importancia arqueol¨®gica tiene lo encontrado?
R. Las caracter¨ªsticas f¨ªsicas del edificio de la Casa del Tesoro no tienen una categor¨ªa deslumbrante: hay muy poco ladrillo que resista la acci¨®n de la intemperie y la mayor parte de los paramentos est¨¢ construida con tapiales (tierra rellena con trozos de cer¨¢mica, paja ... ).
P. ?A qu¨¦ profundidad han excavado?
R. Hemos excavado barrancas de nueve metros de profundidad rellenas de escombros, y si seguimos excavando nos caemos en las l¨ªneas del metro. En la memoria del teatro Real, el arquitecto afirma que no acaba la obra porque nunca encuentra el firme para poner el cimiento. Hay construcciones que nadie tocar¨¢ porque est¨¢n a m¨¢s de 40 metros de profundidad.
P. ?Sigue manteniendo que la zona de la plaza de Oriente es el ombligo del mundo?
R. Claro. El tipo de restos responde a c¨®mo eran los ombligos del siglo XVII.
P. La calidad de lo encontrado ?justifica el inicio del proyecto Oriol para reformar la plaza?
R. La mitad norte de la plaza no contiene m¨¢s que escombros, mientras que en la mitad sur se encuentra parte de la primera planta de la Casa del Tesoro. Si en la zona meridional hay intervenci¨®n urban¨ªstica, habr¨¢ que excavar para delimitar los restos que quedan all¨ª; si no hay restos de inter¨¦s, habr¨¢ que hacer un seguimiento. Pero no hay que olvidar que nosotros s¨®lo hemos hecho una prospecci¨®n para delimitar lo que hay.
P. ?Se responsabiliza de lo que pueda ocurrirle en el futuro a lo encontrado?
R. Si se refiere al proyecto Oriol, yo he visto operaciones urban¨ªsticas radicales como la del Museo del Louvre, en Par¨ªs. Se cargaron una barriada entera de edificios muy parecidos a los que estamos excavando nosotros.
P. La cuesti¨®n es, pues, conservar o documentar.
R. Sacar a la luz no significa mantener a la luz. Como arque¨®logo, siempre recomendar¨¦ una investigaci¨®n en extensi¨®n. Pero lo importante es documentar y dejar para la posteridad aquello que es dejable. Empedrados como los encontrados han salido en la plaza de los Carros en Madrid, y la misma Administraci¨®n que ahora quiere dejar al descubierto los de la plaza de Oriente mand¨® tapar aqu¨¦llos.
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