La hora de la verdad
Los dem¨®cratas, ante el reto del crecimiento y el freno al desempleo
El mensaje del cambio ha triunfado en Estados Unidos; correcto. La victoria dem¨®crata ha devuelto la esperanza a un pueblo que se sent¨ªa condenado al declive; tambi¨¦n correcto. Es cierto, por ¨²ltimo, que el partido que ha estado en la oposici¨®n durante 12 a?os vuelve a ilusionar a los norteamericanos con un programa que, en sinton¨ªa con su tradici¨®n idealista, llama "un nuevo consenso nacional", un "volver a empezar", en palabras del propio Bill Clinton. Pero ahora, ?qu¨¦?, ?qu¨¦ hay que cambiar?, ?cu¨¢les son las prioridades para concretar en reformas lo que han sido promesas de renovaci¨®n durante la campa?a electoral?
Para el electorado, las respuestas a esas preguntas est¨¢n muy claras, aparentemente. Un 56% de los norteamericanos, seg¨²n una encuesta hecha por la cadena CNN el martes a las puertas de los colegios electorales, considera que la primera tarea del pr¨®ximo Gobierno debe ser la de reducir un d¨¦ficit p¨²blico que hoy se aproxima a los 300.000 millones de d¨®lares y contin¨²a en ascenso. A continuaci¨®n mencionan la aplicaci¨®n de programas sociales por parte del Estado, y s¨®lo un 14% estima prioritaria la reducci¨®n de los impuestos.Esa misma encuesta revela tambi¨¦n que la principal preocupaci¨®n de la mayor¨ªa de los votantes es el desempleo, que alcanza el 7,5%, seguido del estado del sistema sanitario y de la educaci¨®n. Casi el 100% coincide en que las prioridades son de ¨ªndole econ¨®mica. As¨ª lo entiende tambi¨¦n el programa dem¨®crata, aprobado- el pasado mes de julio en la convenci¨®n del partido: "Los dem¨®cratas no ven en 1992 nada m¨¢s importante para Estados Unidos que una econom¨ªa que ofrezca crecimiento y puestos de trabajo para todos".
El modelo para la elaboraci¨®n de esa pol¨ªtica econ¨®mica es un sistema a medio camino entre "el Gobierno de manos quietas de los ¨²ltimos 12 a?os y la teor¨ªa de un Gobierno todopoderoso" que ha sostenido el Partido Dem¨®crata tradicionalmente. "Creernos en la libre empresa y en el poder de las fuerzas del mercado", afirma el programa, pero el crecimiento econ¨®mico no vendr¨¢ sin una estrategia econ¨®mica nacional para invertir en beneficio del pueblo".Defensa, impuestos y paro
El programa dem¨®crata prev¨¦ la reducci¨®n del d¨¦ficit a 140.000 millones de d¨®lares en el plazo de cuatro a?os. Para ello, entre otras medidas, est¨¢ prevista la reducci¨®n del presupuesto de Defensa en 88.000 millones de d¨®lares para el pr¨®ximo cuatrienio, el aumento de los impuestos para quienes ganen m¨¢s de 200.000 d¨®lares al a?o y la eliminaci¨®n de 100.000 puestos de trabajo del Gobierno federal.
Pero, para el Gobierno de Clinton, la reducci¨®n del d¨¦ficit no ser¨¢ la m¨¢xima prioridad durante su primer a?o de Gobierno porque teme que la aplicaci¨®n, inmediatamente, de medidas destinadas a conseguir ese fin acentuar¨ªan la recesi¨®n econ¨®mica. Incluso es probable que, debido a las primeras inversiones p¨²blicas previstas por Clinton para acelerar el crecimiento econ¨®mico, el d¨¦ficit vaya hacia arriba antes de ir hacia abajo.Los primeros 100 d¨ªas del Gobierno dem¨®crata estar¨¢n concentrados en tres objetivos: crear empleos, reformar el sistema sanitario y crear un programa de formaci¨®n para mejorar la calidad de la fuerza de trabajo.Para la creaci¨®n de empleo, Bill Clinton tiene previsto un programa a corto plazo de inversi¨®n en la modernizaci¨®n de la infraestructura. El nuevo presidente tratar¨¢ de conseguir la aprobaci¨®n del Congreso para lo que la candidatura dem¨®crata llama un Fondo para Reconstruir Estados Unidos, y que consiste en un plan de 20.000 millones de d¨®lares al a?o para la construcci¨®n de carreteras, trenes de alta velocidad, puentes, hospitales, escuelas.... Junto a ese programa, la pr¨®xima Administraci¨®n pretende estimular la inversi¨®n privada mediante una oferta para reducir el 50% de los impuestos sobre los beneficios de aquellas empresas que abran un nuevo negocio y lo mantengan durante, al menos, cinco a?os.Reforma sanitariaLos planes para resolver la crisis de un sistema sanitario que deja sin ninguna cobertura a m¨¢s de 35 millones de norteamericanos son los m¨¢s ambiciosos. Clinton ha asegurado que en sus 100 primeros d¨ªas propondr¨¢ un plan revolucionario para construir un sistema sanitario que cubra a toda la poblaci¨®n. Uno de los aspectos m¨¢s pol¨¦micos de ese programa es que el Gobierno obligar¨¢ a las empresas a proporcionar seguros m¨¦dicos a sus trabajadores, aunque, en una primera fase, el Gobierno contribuir¨¢ conayuda econ¨®mica a los empresarios que no pueden hacer frente a ese esfuerzo.
La tercera prioridad ser¨¢ poner en marcha un programa para mejorar la cualificaci¨®n de los trabajadores con objeto de elevar la competitividad. La Administraci¨®n exigir¨¢ a la empresas la inversi¨®n del 15% de sus n¨®minas en un programa de adiestramiento de sus trabajadores o el pago de una cantidad similar para el respaldo de los programas de entrenamiento organizados por el Gobierno.
La reforma del sistema educativo se pondr¨¢ en marcha bajo la filosofia de que se facilitar¨¢ el acceso a la escuela p¨²blica, intentado respetar el derecho de los padres a elegir la educaci¨®n de sus hijos, pero el Gobierno no permitir¨¢ subvenciones para las escuelas privadas.
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