El renacer de un "fracasado"
"Alexander Dubcek no tiene inter¨¦s period¨ªstico alguno, caus¨® grave da?o al pa¨ªs, vive retirado y no quiere ver a periodistas. Es un fracasado, despreciado por los checoslovacos y s¨®lo recordado por agitadores antisocialistas en Occidente". En estos t¨¦rminos rechazaba en 1987 el agregado de prensa y coronel de los servicios secretos (STB) del r¨¦gimen comunista de Praga en Viena, Pesek, una solicitud de entrevista con el que fuera l¨ªder de la primavera de Praga.
Dubcek, jubilado pocos a?os antes de su empleo en la administraci¨®n forestal en Bratislava, no recib¨ªa a periodistas porque no pod¨ªa, porque la polic¨ªa le vigilaba las 24 horas del d¨ªa y porque los checoslovacos le admiraban, aunque en secreto, por miedo a represalias.
Lo que hace menos de un lustro a¨²n parec¨ªa imposible es que, como ha sucedido, Dubcek muriera despu¨¦s de haber vuelto a la pol¨ªtica activa, ocupar la presidencia del Parlamento, recibir el homenaje de millones de checoslovacos. Pese a su precipitada muerte, pudo ver adem¨¢s c¨®mo la pol¨ªtica que el quiso aplicar llev¨® a ritmo de v¨¦rtigo al hundimiento del imperio sovi¨¦tico y, quiz¨¢ lo mas doloroso para este eslovaco, a la disoluci¨®n de su pa¨ªs, Checoslovaquia.
Cubo de basura
Fueron Gustav Husak y sus colaboradores Milos Jakes y Vasil Bilak, que en 1968 le hab¨ªan traicionado, los que acabar¨ªan en ese "cubo de basura de la historia" en el que cre¨ªan haber ahogado a este comunista honrado, adelantado a su tiempo.En aquella primavera, Dubcek hab¨ªa logrado reavivar la ilusi¨®n por un sistema igualitario en libertad, quebrada por el estalinismo. La invasi¨®n del 20 de agosto de 1968 supuso la declaraci¨®n de quiebra ideol¨®gica final.
Dubcek volvi¨® como h¨¦roe, pero no como protagonista. Todo hab¨ªa cambiado. ?l hab¨ªa intentado mejorar el sistema en 1968. En 1989 ya no hab¨ªa nada reformable.
La gran diferencia entre el h¨²ngaro Imre Nagy y el checoslovaco Dubcek es que, siendo ambos comunistas, el primero opt¨® finalmente por liderar un levantamiento nacional anticomunista en 1956 mientras el segundo crey¨® hasta el ¨²ltimo momento en poder convencer con argumentos a sus camaradas en aquella URSS que tanto admir¨®.
De las grandes conmociones que sacudieron a la ideolog¨ªa comunista desde 1917, que son la ruptura Stalin-Tito en 1948, la revelaci¨®n de los cr¨ªmenes de Stalin, la consiguiente ruptura chino-sovi¨¦tica y la revoluci¨®n h¨²ngara, todas en 1956, y la primavera de Praga, esta ¨²ltima es la m¨¢s profunda. Marca el retorno de sectores comunistas a las tesis socialdem¨®cratas de que el sistema sovi¨¦tico no s¨®lo era desp¨®tico, sino inviable. Cuando esta tendencia lleg¨®, 15 a?os m¨¢s tarde, al Kremlin con Gorbachov, el totalitarismo comunista ten¨ªa los d¨ªas contados. Por ello, el hombre fr¨¢gil que ha muerto ahora en Praga entra con todos los honores en las p¨¢ginas d¨¦ la historia.
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