"Soy el padre de la catedral, la madre es el marques de Cubas"
Tiene 81 a?os, aparenta 70 y, al hablar con ¨¦l, uno descubre que, como mucho, debe de tener 40. La catedral de la Almudena es la obra de su vida, pero no la ¨²nica. Fernando Chueca naci¨® en Madrid, y al urbanismo de esta ciudad ha dedicado gran parte de los 60 libros que ha publicado. Por la ventana de su estudio, en la plaza de las Salesas, se cuela una ciudad de tejas rojas y s¨®lidas construcciones burguesas. Ese Madrid isabelino, que intenta parecerse a Par¨ªs, es su debilidad. Acad¨¦mico de Bellas Artes y de la Historia, sus amores literarios son Unamuno, Baroja y Ortega.Pregunta. Cuando usted empez¨® a construir la catedral en 1945, se encontr¨® con la cripta y la cimentaci¨®n de planta del proyecto originario del marqu¨¦s de Cubas. ?Ha condicionado su trabajo lo ya construido?
Respuesta. Yo soy el padre de la catedral y el marqu¨¦s de Cubas es la madre. Al principio, deploraba estar constre?ido por un proyecto ajeno, ya que no me permit¨ªa hacer algo m¨¢s personal. Luego comprob¨¦ que esta limitaci¨®n de mi libertad daba rigor a la obra. He respetado la planta del marqu¨¦s, pero la elevaci¨®n es m¨ªa. Mi catedral es m¨¢s baja y de un g¨®tico m¨¢s mesurado para no romper la l¨ªnea del palacio. Hacer de la necesidad virtud es algo notable.
P. ?Ha creado con la catedral un estilo arquitect¨®nico propio?
R. Tener que definir el estilo me deja un poco perplejo. Tampoco la Sagrada Familia de Gaud¨ª (en Barcelona) tiene un estilo que se pueda catalogar. La catedral est¨¢ vinculada al Palacio Real, hermos¨ªsimo, pero de un barroco clasicista nada madrile?o. Yo he querido conjugarlo asimismo con el Madrid de los Austrias, d¨¢ndole algunos toques de madrile?ismo en los chapiteles y la c¨²pula. La fachada de Bail¨¦n es muy italianizante, mientras la del Campo del Moro es sobria y espa?ola. Y ese estilo ecl¨¦ctico quiz¨¢ influya algo arquitect¨®nicamente en el futuro.
P. ?Han afectado a la arquitectura de la Almudena los par¨¦ntesis motivados por las dificultades econ¨®micas?
R. Nunca ha sobrado el dinero. Se ha criticado que las torres son un poco d¨¦biles en relaci¨®n con el cimborrio, pero los cimientos del marqu¨¦s de Cubas no daban para m¨¢s. El presupuesto necesario para hacer una nueva cimentaci¨®n habr¨ªa sido mayor que la construcci¨®n de las torres y las primeras naves.
P. La Almudena ha sido siempre un edificio pol¨¦mico. ?Qu¨¦ reacciones ha suscitado su trabajo?
R. Durante los a?os ochenta, se lleg¨® a afirmar que era mejor derribarla, porque era un disparate sin ning¨²n sentido arquitect¨®nico moderno. Paco Umbral y Pepe Bergam¨ªn han sido los que m¨¢s la han atacado, y los arquitectos han mantenido un prudente desprecio. Yo ten¨ªa fe en que, una vez terminada la obra, sus detractores se dar¨ªan cuenta de su importancia. Ahora est¨¢n cambiando las cosas.
P. Ha dedicado cincuenta a?os a terminar la Almudena sin cobrar un sueldo. ?Por qu¨¦?
R. Decid¨ª regalar mi trabajo porque la catedral es un monumento que no todos los arquitectos pueden dejar. La Almudena es excepcional por su monumentalidad, su significaci¨®n y su emplazamiento. Es una de las catedrales mejor emplazadas de todo el mundo. Con todo lo interesante de la Sagrada Familia, est¨¢ en un barrio sin car¨¢cter, amorfo y gris. La Almudena ser¨¢ declarada monumento hist¨®rico art¨ªstico. ?a va de soi [es evidente].
P. ?Cree que su destino es quedar s¨®lo como nombre de una capilla de la Almudena?
R. Me basta con que me dediquen una menci¨®n gratulatoria: Gracias a Chueca y sus desvelos se pudo coronar esta catedral. De todas formas, el anonimato de los constructores tiende a desaparecer desde el Renacimiento. Algo quedar¨¢ de Chueca.
P. ?Qu¨¦ lugar ocupa la Almudena entre las dem¨¢s catedrales espa?olas?
R. Es la cuarta m¨¢s grande de Espa?a. Est¨¢ hecha con una gran riqueza de materiales -es toda de piedra- y, aunque no tiene la antig¨¹edad ni la belleza est¨¦tica de otras catedrales, puede convertirse en un gran museo de arte sacro con las obras que ceda el arzobispado.
P. ?De qu¨¦ se siente m¨¢s orgulloso en la arquitectura de la Almudena?
R. Del cimborrio, o c¨²pula, porque es una invenci¨®n. Es un cuadrado con chaflanes que lo convierten en un oct¨®gono sin serlo del todo. Se asienta adem¨¢s sobre una planta g¨®tica que no fue concebida para una soluci¨®n as¨ª.
P. ?Es usted creyente?
R. Bueno... Yo soy devoto de la catedral y de Madrid.
P. A¨²n quedan detalles exteriores por rematar y toda la obra interior. ?Qu¨¦ proyectos tiene para despu¨¦s?
R. Si Dios me da vida, no parar. Quiz¨¢ escriba mis memorias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.