La esgrima del florete, la fuerza del ca?¨®n
Alberto Ruiz Gallard¨®n se arroj¨® a morder los pies pol¨ªticos de Joaqu¨ªn Leguina. El presidente regional se dedic¨® a machacar la cabeza argumental de su oponente. El uno atac¨® por la base y el otro por la altura. El hemiciclo ten¨ªa situados apenas a metro y medio al portavoz del PP en el uso de la palabra y al presidente regional en el empleo de la paciencia. Tan pr¨®ximos, que pod¨ªan mirarse a los ojos fijamente por detr¨¢s de las gafas. Ru¨ªz Gallard¨®n desgran¨® una largu¨ªsima retah¨ªla de reproches: la industria manufacturera, la renta familiar, las empresas p¨²blicas, el desempleo femenino, los escapes del agua, el paro, el suelo, la vivienda, los hospitales, los ancianos, el plan del sur, el tren del norte, el transporte... 0 sea, un rollo. Decenas de datos que aplastaban la gesti¨®n de Leguina, tal vez por pura pesadez. Ruiz Gallard¨®n arrojaba mazacotes de plomo a los pies del presidente, para derribarle por sus cimientos. Leguina apareci¨® despu¨¦s con el florete en el guante, pero ya con los pies doloridos. Y su esgrima empez¨® a cortar el aire junto a las orejas del portavoz de la derecha. Le acus¨® de "desprecio absoluto al rigor intelectual", le dijo: "Usted es fiscal y por eso siempre ve en nosotros a unos acusados", "usted sangra por otra herida: la falta de coherencia entre lo que predica y lo que hacen ustedes en otras instituciones". Y la guinda, sobre los prop¨®sitos del PP de reducir los altos cargos: "Usted quiere disminuir el gasto reduciendo como los j¨ªbaros la cabeza de los directores generales". Leguina, decididamente, resultaba m¨¢s espectacular. Ruiz Gallard¨®n, m¨¢s contundente. Pero cometi¨® un desliz. Acus¨® al Gobierno regional de no haber creado ni una residencia de ancianos. Leguina el mosquetero salt¨® despu¨¦s: "Tal vez han desaparecido de repente las de Valdemoro, Pinto, Torremocha, Fuenlabrada...". Nervios en la oposici¨®n, mirada asesina del portavoz al compa?ero que hab¨ªa hecho los informes... Disculpas posteriores ("las residencia que usted ha citado son municipales"), y remate final del de la espada: "Nosotros las creamos, y las gestionan los ayuntamientos". Un solo fallo del ca?¨®n puede cuestionar su fuerza artillera.
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