La pena capital como medicina
Hay unas l¨ªneas en el nuevo texto, referidas al quinto mandamiento: "No matar¨¢s", que podr¨¢n crear esc¨¢ndalo y perplejidad en no pocos cat¨®licos, al admitir la pena de muerte con estas palabras: "La ense?anza tradicional de la Iglesia ha reconocido con fundamento el deber y el derecho de la autoridad p¨²blica leg¨ªtima de infligir penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir en casos de extrema gravedad la pena de muerte". Y a?ade que la "pena" sirve para "compensar el desorden' creado por la falta", y tambien como un "valor medicinal".Otro tema conflictivo, es la legitimimaci¨®n de la "guerra justa" para rechazar una agresi¨®n externa. Pero se condena la "acumulaci¨®n de armas" y se pide a los poderes p¨²blicos "su reglamentaci¨®n" en la producci¨®n y comercio.
El catecismo condena la pr¨¢ctica de la "tortura", sin olvidar que la propia Iglesia la ha ejercido en el pasado. Sin embargo, la condena es mucho m¨¢s floja que la del divorcio, el aborto o el uso de la sexualidad fuera del matrimonio. Se le dedican s¨®lo 15 l¨ªneas junto con el secuestro de persona y el terrorismo. Dice que mientras en el pasado la tortura fue usada por los Gobiernos leg¨ªtimos "para mantener el orden", hoy "debe ser abolida", y que "hay que rezar por las v¨ªctimas y sus verdugos".
Mucho m¨¢s permisivo aparece el catecismo en dos aspectos relacionados con la muerte: el suicidio y la eutanasia. Aunque condena ambas pr¨¢cticas como pecado, admite que la responsabilidad del suicidio puede disminuir frente "a la angustia, el miedo grave de una prueba, de un sufrimiento, o de la tortura". Afirma que los suicidas "pueden salvarse" y que la Iglesia "reza por ellos". En cuanto a la eutanasia, el catecismo admite lo que se llama "quitar la espina" cuando no existan esperanzas de vida con el consentimiento del paciente o de quien tenga su responsabilidad. Como tambi¨¦n admite el uso de analg¨¦sicos que alivien los sufrimientos del enfermo terminal.
Se condena, sin embargo, el uso y la venta de drogas, y los "abusos" de "alcohol, tabaco y medicinas". Los trasplantes est¨¢n permitidos, previo consentimiento del donador.
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