El compromiso de Luxemburgo

En julio de 1965, Francia provoc¨® la primera crisis seria de la Comunidad, con su agricultura como protagonista. El presidente de la Rep¨²blica, Charles De Gaulle, se neg¨® a admitir la fijaci¨®n de los precios agrarios por el procedimiento de la mayor¨ªa cualificada contemplada en el Tratado de Roma.El primer ministro, Maurice Couve de Murville, fue el encargado de dar la espant¨¢ y abandon¨® el Consejo de Ministros de la CE, empezando as¨ª los seis meses de pol¨ªtica de "silla vac¨ªa". Francia segu¨ªa siendo socio comunitario pero no acud¨ªa a ninguna reuni¨®n pol¨ªtica. Los d¨ªas 17 y 18 de enero de 1966, despu¨¦s de no pocas negociaciones, el Consejo de la CE aprob¨® en Luxemburgo un texto sobre el procedimiento de voto. El Compromiso de Luxemburgo, as¨ª fue bautizado, no resuelve el problema de fondo, que es la aceptaci¨®n por parte de cualquier socio de una votaci¨®n desfavorable a sus intereses, pero sirvi¨® para que Francia regresara a la vida diaria de la Comunidad.

El primer punto dice que "cuando deban tomarse decisiones por mayor¨ªa sobre propuestas de la Comisi¨®n en las que est¨¢n en juego intereses muy importantes de uno o de varios socios, los miembros del Consejo de esforzar¨¢n, en un plazo razonable, en llegar a soluciones que puedan ser adoptadas por todos los miembros del Consejo".

Francia hizo constar una divergencia o matiz: "cuando se trata de intereses muy importantes, la discusi¨®n deber¨¢ proseguir hasta que se consiga un acuerdo por unanimidad". El texto a?ade que "una divergencia subsiste sobre lo que debiera hacerse cuando la conciliaci¨®n no llega a buen fin". El punto m¨¢s importante es el que asegura que "esta divergencia no impide proseguir, seg¨²n el procedimiento normal, los trabajos de la Comunidad".

Acudir al Compromiso de Luxemburgo implica exigir un voto por unanimidad, por considerar que est¨¢n en juego "intereses muy importantes". En la pr¨¢ctica supone una decisi¨®n de una gravedad mucho mayor que el no en Dinamarca o las dilaciones brit¨¢nicas en la ratificaci¨®n. Nadie duda que si Francia apelara al Compromiso para evitar un acuerdo con Estados Unidos en el GATT, se situar¨ªa en una posici¨®n de gran incomodidad, en las ant¨ªpodas del europe¨ªsmo practicado en los ¨²ltimos a?os.