La conclusi¨®n de la Ronda Uruguay supondr¨¢ un mensaje de esperanza ante la depresi¨®n econ¨®mica

La conclusi¨®n de la Ronda Uruguay del GATT significar¨¢ un mensaje de esperanza y un impulso decisivo a la deprimida econom¨ªa mundial, seg¨²n aseguran todos los expertos y funcionarios que han participado en estas complejas negociaciones iniciadas en Punta del Este (Uruguay) hace seis a?os. Algunas de las evaluaciones calculan que la energ¨ªa comercial desprendida por la finalizaci¨®n de la Ronda equivale a unos 200.000 millones de d¨®lares de crecimiento del volumen de las transacciones para la pr¨®xima d¨¦cada. Especialmente interesantes son los efectos para muchos pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, cuyas agriculturas e industrias manufactureras se han visto tradicionalmente asfixiadas por el proteccionismo los pa¨ªses ricos.

El acuerdo alcanzado ayer no significa, sin embargo, la finalizaci¨®n de la Ronda. Quedan todav¨ªa numerosas cuestiones por resolver, entre las que destaca la renovaci¨®n del Acuerdo Multifibras, que tambi¨¦n exigir¨¢ un esfuerzo de concesiones por parte de la industria textil europea. Te¨®ricamente la Ronda Uruguay debe finalizar antes del 1 de enero, aunque de hecho le quedan unas pocas semanas m¨¢s para cerrar todos los detalles del convenio de liberalizaci¨®n comercial entre los 108 pa¨ªses participantes.En marzo, el Congreso estadounidense deber¨¢ revisar el mandato de negociaci¨®n si no se ha llegado al final. Se corre con ello el riesgo de un endurecimiento de posiciones. El nuevo presidente, Bill Clinton, de otra parte, no deseaba empezar su mandato en enero con una guerra comercial con la Comunidad Europea precisamente coincidiendo con la fecha que quer¨ªa ser feliz del 1 de enero de 1993. De ah¨ª tambi¨¦n las presiones de ¨²ltima hora que han permitido un acuerdo, de cuyos resultados negativos para la agricultura norteamericana, si los hubiere, s¨®lo se puede responsabilizar a la Administraci¨®n Bush.

El acuerdo significa una victoria importante para dos protagonistas de la pol¨ªtica europea. De una parte, para la Comisi¨®n Europea, la instituci¨®n que cuenta con el mandato del Consejo de Ministros de negociar y con la responsabilidad institucional de gestionar todos los asuntos que se refieren al comercio exterior com¨²n de la CE. De la otra, para la presidencia semestral brit¨¢nica de la CE, cuyo protagonismo en la negociaci¨®n es escaso, como escasas son las repercusiones sobre su agricultura.

De hecho, John Major obtuvo ayer un regalo del cielo, tras varios meses de desgracias encadenadas. Aunque poco ha podido hacer por el acuerdo, constar¨¢ en la cuenta de su presidencia y puede ser un ¨²til descorchador de los otros temas que vienen envenenando la vida europea, entre los que destacan el Tratado de Maastricht y los presupuestos para los pr¨®ximos cinco a?os. La "victoria del comercio mundial" de ayer puede significar as¨ª la luz al final del t¨²nel y el augurio de la resoluci¨®n de los otros problemas de la CE. La propia cumbre de Edimburgo se presenta mucho m¨¢s luminosa despu¨¦s del anuncio de ayer.

Dificultades para Delors

Algo m¨¢s ambiguo es el balance para el presidente de la Comisi¨®n, Jacques Delors, que se vio envuelto en una pelea un tanto extra?a con el comisario de Agricultura y negociador, Ray McSharry, un hombre tan susceptible como para interpretar una llamada telef¨®nica como una muestra de desconfianza y una desautorizaci¨®n.

Delors se ha visto repetidamente acusado desde las posiciones estadounidense y brit¨¢nicas, por la presunta incompatibilidad entre su posici¨®n de presidente de la Comisi¨®n y su supuesta candidatura a la presidencia de la Rep¨²blica Francesa, que le hace especialmente comprensivo con los agricultores. No est¨¢ claro, realmente, que el acuerdo de ayer le favorezca en su carrera pol¨ªtica francesa ni dentro del Partido Socialista, donde cuenta con suficientes enemigos pol¨ªticos como para considerar relativamente f¨¢cil una imputaci¨®n de traici¨®n a los intereses franceses. Pero las consecuencias m¨¢s importantes del acuerdo deber¨¢n medirse por lo que suceda en las pr¨®ximas horas y d¨ªas en Par¨ªs. Francia puede echar a perder todos los efectos positivos del acuerdo. Aunque el Consejo de Ministros puede aprobar por mayor¨ªa cualificada cualquier acuerdo comercial, Francia puede intentar primero conseguir una minor¨ªa de bloqueo, para lo cual necesita como m¨ªnimo el voto de Espa?a y el de uno de los pa¨ªses medianos (B¨¦lgica, Grecia, Holanda o Portugal). Si no lo consigue, y desea seguir impidiendo el acuerdo agrario, puede acogerse al llamado Compromiso de Luxemburgo, otorg¨¢ndose a s¨ª misma el derecho de veto por tratarse de un tema de "inter¨¦s esencial".

En este caso se producir¨¢ un terremoto en la CE, que puede significar incluso su paralizaci¨®n y una crisis de dimensiones insospechadas. La carrera pol¨ªtica y la trayectoria del anciando presidente Fran?ois Mitterrand, quedar¨ªa en tal caso definitivamente marcada por una decisi¨®n radicalmente contradictoria con toda su vida y su pensamiento, enlazados desde su juventud con la construcci¨®n de la unidad europea.