Carta al director del consejero delegado de Banesto
JUAN BELLOSO
"Mi querido amigo:Nunca he querido terciar en la prensa dando mi version de alg¨²n hecho en el que, directa o indirectamente, est¨¦ afectado. En este caso, creo que tengo un deber moral de hacerlo, y a ello me dispongo.
Dimisi¨®n de consejero delegado. Desde febrero de 1991, que acordamos por primera vez Mario Conde y yo, hasta esta fecha, habremos hablado ¨¦l y yo no menos de siete veces sobre el mismo asun-. to, y siempre fiando la fecha l¨ªmite del 31 de diciembre de 1992. Por tanto, se trata de una dimisi¨®n acordada y amistosa, pero en la que no percibir¨¦ ni una peseta en concepto de indemnizaci¨®n ni por ning¨²n otro t¨ªtulo. Cobrar¨¦ mi salario hasta la fecha convenida: 31 de diciembre de 1992, y basta.
?Por qu¨¦ 31 de diciembre de 1992? El proyecto inform¨¢tico de Banesto y su Grupo Financlero, en el que hemos invertido por encima de los 50.000 millones, y que iniciamos en febrero de 1988, estar¨ªa rodado en 1992; los acontecimientos de 1992, Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, Expo de Sevilla, y en la que hab¨ªamos comprometido 5.000 y 2.000 millones, respectivamente, y que, afortunadamente, se han recuperado seg¨²n lo previsto, eran decisiones tomadas por mi iniciativa y, consecuentemente, estaba obligado a su gesti¨®n, y, finalmente, la cuenta ¨²nica, producto de servicios bancarios que permite con un solo contrato regular e informar todas las relaciones que un cliente tenga en el banco, incluida una cuenta de alta remuneraci¨®n, hab¨ªamos empezado a estudiarla en septiembre de 1989, lanzada en febrero de 1990 y estimado un m¨ªnimo de dos-a?os para su implantaci¨®n.
Continuaci¨®n en el consejo del banco. En principio dud¨¦ si debena seguir o no hasta la pr¨®xima junta general, pero ante la sospecha de que me puedo negar a firmar las cuentas en 1992 que ello implicar¨ªa, firmar¨¦ las cuentas y estar¨¦ junto al presidente, Mario Conde, y solidario con ¨¦l ante la asamblea de accionistas. Despu¨¦s de esa fecha, o en la asamblea si ¨¦sta lo estima as¨ª, dejar¨¦ de ser consejero de Banesto.
?Por qu¨¦ dejar el consejo? Yo creo que cualquiera que haya sustituido a alguien en un puesto de responsabilidad, o haya sido sustituido, lo entiende perfectamente: la presencia del antecesor condiciona al sucesor, y esto no es bueno ni para el proyecto ni para la amistad. Incluso en el lapso de tiempo que medie entre el 31 de diciembre de 1992 y la asamblea general donde se aprueben las cuentas de 1992 pedir¨¦ permiso al presidente para estar ausente las m¨¢s de las veces.
Relaciones con el Banco de Espafia. Empec¨¦ a trabajar en banca en 1965, y en 1974 era director general de un banco; posteriormente, en 1979, comodirector de la Corporaci¨®n Bancaria -la UVI bancariay en representaci¨®n de ¨¦sti, fui consejero delegado de otro; posteriormente he negociado desde Banesto fusiones con dos grandes bancos espa?oles. Tengo, por tanijo, una larga experiencia de trato con el Banco de Espa?a, y desde esa experiencia tengo que afirmar que ni cualitativa ni cuantitativamente las exigencias del Banco de Espa?a a Banesto est¨¢n por encima de la media a la banca espa?ola en general y, en particular, a la gran banca. Por lo que al trato respecta, jam¨¢s me he sentido maltratado; por el contrario, siempre nos hemos tratado como an-ligos, tanto por lo que a Miguel Mart¨ªn se refiere como, desde hace unos meses, por Jos¨¦ P¨¦rez, ambos en su calidad de directores generales de la Inspecci¨®n del Banco de Espa?a.
Mario Conde, presidente de Banesto. Yo siempre dije que no era amigo de Mario Conde; con ello quer¨ªa decir que no correspond¨ªa al grupo de personas que se incorpor¨® con ¨¦l al consejo de Banesto y que hab¨ªa tenido relaciones anteriores o de trabajo o de estudios o de negocios, o simplemente de amistad -Arturo Roman¨ª, Luis Ducasse, Ramiro N¨²?ez, Enrique Lasarte, Antonio Torrero, JuanAbell, etc¨¦tera '_ En efecto, yo le conoc¨ª el 10 de diciembre de 1987, a sugerencia de Antonio Torrero y Jos¨¦ Ferr¨ªn. El d¨ªa 16 de diciembre de ese mismo a?o fui nombrado consejero de Banesto a su propuesta. Pero hoy, despu¨¦s de cinco a?os de trabajar juntos en el proyecto de Banesto, me declaro amigo suyo y cuento tambi¨¦n con su amistad. Nadie me habr¨¢ o¨ªdo, ni me oir¨¢ en el futuro, ni la menor palabra de cr¨ªtica a ¨¦l o a su gest¨ª¨®n, y ruego al que me oiga el m¨ªnimo reproche que me recuerde este compromiso de amistad. Tengo plena confianza en Mario Conde y estampar¨¦ mi firma junto a la suya sin ninguna desconfianza.
Banco Totta y Ayores. Soy vicepresidente del consejo de administraci¨®n de este espl¨¦ndido banco portugu¨¦s -el primero en beneficios de ese pa¨ªs y el segundo en volumen de activodesde hace unos a?os. Me propongo continuar en la misma posici¨®n en un futuro inmediato y nunca asumir¨¦ funciones ejecutivas, porque sencillamente no ser¨ªa bueno para el banco y, por tanto, para Banesto, que el primer ejecutivo no sea de nacionalidad portuguesa.de dotaciones en Banesto se puede agrupar en:
a) Provisi¨®n del fondo de pensiones.
b) Provisi¨®n para cr¨¦ditos dudosos.
c) Otras provisiones varias.
a) La provisi¨®n del fondo de pensiones se puede cuinplir de acuerdo con las normas al respecto, o a trav¨¦s de un fondo interno, por capitalizaci¨®n de las cantidades comprometidas en los convenios colectivos a una tasa de descuento determinada _al 8% al d¨ªa de hoy con car¨¢cter general y previsiblemente al 6% en el futuro- y tabla de mortalidad del 70 o del 80 mediante un contrato con una compa?¨ªa de seguros cuya prima. se materialice con deuda p¨²blica a 10 a?os -hoy en torno al 13%- y tablas del 80. Banesto la tiene cubierta en su totalidad, calculada con una tasa al 8% y tablas de mortalidad del 70. Si optara por cubrirla a trav¨¦s de un contrato de seguro tal como el expuesto, tendr¨ªa que do-lar con un importante adicional de 17.000 millones sus m¨¢s de 60.000 millones actuales.. Para cubrir este d¨¦ficit, el Banco de Espa?a nos ha concedicto un plazo de ocho a?os, probablemente igual a otras instituciones.
b) Banesto aplica sin ninguna excepci¨®n las normas en vigor en la materia, circular 4 de 1991. Sin embargo, la propia circular regula que la supervisi¨®n del Banco de Espa?a juzgar¨¢ la suficiencia para casos singulares en funci¨®n de la capacidad de reembolso del deudor, aun cuando ¨¦stos puedan no estar en situaci¨®n irregular en el momento en que se analice el ri , esgo. De modo que su decisi¨®n tiene que ser acatada desde la m¨¢s estricta legalidad. Pues bien, la ¨²ltima revisi¨®n del Banco de Espa?a eval¨²a esta contingencia en algo m¨¢s de 40.000 millones de pesetas, y recomend¨® a Banesto que regularizara esto en el plazo de dos a?os; es decir, 1993 y 1994.
Este plazo nos va a permitir comprobar- si estos deudores podr¨¢n devolver o no sus cr¨¦ditos, en cuyo caso la provisi¨®n ser¨¢ innecesaria o necesaria definitivamente. Es decir, que si por azar todos estos deudores atendieran sus obligaciones contractuales sin demora, Banesto no tendr¨ªa necesidad de dotar nada en este plazo ni en ning¨²n otro.
c) Otras provisiones varias. Bajo este t¨ªtulo se engloban conceptos tales como una provisi¨®n de 3.300 millones de actas de la inspecci¨®n de Hacienda por deuda tributar¨ªa a la que los expertos fiscales de Banesto no han prestado su conformidad y est¨¢n, por tanto, recurridas ante los tribunales competentes; pero la norma exige que se provisione, cualquiera que sea la eventualidad de un fallo en contra de Banesto. Otros conceptos contables englobados bajo este ep¨ªgrafe ser¨¢n regularizados al 31 de diciembre de 1992.
A la vista de todo lo expuesto, qu¨¦ significaci¨®n tienen estas cifras frente a las plusval¨ªas impl¨ªcitas en los activos del banco que s¨®lo en inmuebles, y tomando en consideraci¨®n valoraciones recientes de American Appraisal, ascienden a una cantidad superior a los 100.000 millones de pesetas. Hago abstracci¨®n de las plusval¨ªas en la cartera de valores del Grupo Financiero: Banco Totta y Azores, Banco de Madrid, Banco Shaw, Banesto Chile Bank, Banesto Uruguay, Banesto Banking Corporation, Banesto Leasing, Banesto Factoring, Banesto Hipotecario, Banco de Vitoria, Banco General, Banesto Bolsa, Banesto Consumo, Bandesco, Banesto STA.Se?or director, termino pidi¨¦ndole la publicaci¨®n ¨ªntegra de esta carta, y en caso de que no la considere de inter¨¦s informativo, le ruego no publique parcialmente parte alguna de ella.
Esta petici¨®n est¨¢ basada en el deseo leg¨ªtimo de tranquilizar e infundir confianza, en primer lugar, a los casi 300.000 accionistas de Banesto; a los 2.500.000 clientes activos, y sobre todo, de una manera especial, a los m¨¢s de 20.000 empleados del Grupo Financiero Banesto, que llevan muchos a?os de ejemplar dedicaci¨®n y raqu¨ªtico reconocimiento p¨²bl¨ªco".
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