El programa de la Mil¨¢ y el Bos¨¦

( ... )Es muy f¨¢cil referirse a esta periodista de El Mundo cogida in fraganti, cuando quiz¨¢ ser¨ªa m¨¢s correcto ce?ir la reflexi¨®n a una opini¨®n que ya ha dado varias veces el director del medio, Pedro J. Ram¨ªrez. ?ste, comentando las diferencias entre la prensa de Madrid y la de Barcelona a tenor del c¨®digo ¨¦tico que intentamos aplicar los periodistas catalanes, explica que el chileno Van Schouwert denunciante del caso Filesa, tuvo que recurrir a la prensa madrile?a para divulgar este affaire, ya que antes, cuando explic¨® este tema a los periodistas barceloneses, ¨¦stos le entreten¨ªan, y le hac¨ªan perder el tiempo en vez de publicar inmediata-' mente lo que ¨¦l contaba. ( ... )Los periodistas catalanes ( gastaron mucho tiempo exigi¨¦ndole c¨®ntinua:mente al chileno pruebas de lo que dec¨ªa y verificando despu¨¦s la autenticidad de lo que dec¨ªa y verificando despu¨¦s la autenticidad de los documentos que suministraba. Y, por miedo a encontrarse ante un intoxicador, dedicaron varias semanas a rastrear en Chile y Argentina la personalidad del antiguo trabajador de Filesa. S¨®lo despu¨¦s de esto comenzaron a publicar sus reportajes, en los que luego no tuvieron que hacer pr¨¢cticamente ninguna rectificaci¨®n, contra lo que sucedi¨® en alg¨²n medio de Madrid.( ... ) Lafrivolidad en los medios de comunicaci¨®n tambi¨¦n merece llamarse sida, porque mata la liber-. tad de expresi¨®n.

22 de noviembre