Rebuscar en los or¨ªgenes

Ronnie Mathews (Brooklyn, Nueva York, 1935) no es un pianista de multitudes. Se desenvuelve mejor ante aforos reducidos, y todav¨ªa raya a mayor altura si ¨¦stos se parecen a las aulas en las que se ha pasado, como profesor, buena parte de su carrera. No hace tanto, su ¨²nica influencia parec¨ªa ser la de McCoy Tiner, pero ahora ha enriquecido su l¨¦xico con rasgos de pianistas anteriores incluso al bebop. Ha seguido un proceso mil veces repetido: ha madurado rebuscando en los or¨ªgenes. Un recurso que nunca falla.En su concierto del San Juan, ense?¨® sus dos rostros: el de cultivador de maneras a?ejas, cuando dosific¨® los acordes de la mano izquierda con pausada elegancia, y el de aguerrido tecleador, cuando construy¨® l¨ªneas algo atropelladas en supuesto beneficio de la intensidad. El primero resplandeci¨® sobre todo en Lotus Blossom, interpretado a piano solo, y en la introducci¨®n de Just one of those things, objeto despu¨¦s de un estimulante juego con el tempo. Tambi¨¦n tuvo su oportunidad en dos blues, el cl¨¢sico Gee baby ain't i good to you y John, Charles, ¨¦ste de cosecha propia en recuerdo a Coltrane y Parker. El segundo Mathews, menos valioso, se adue?¨® de originales como Dark before dawn, Lamentsfor love y especialmente de Salimas dance, una pieza que seg¨²n ganaba en intensidad perd¨ªa en inter¨¦s. Ajenos a la doble personalidad del l¨ªder estuvieron los fenomenales Peter Washington y Jimmy Cobb: siempre perfectos y en su sitio.