Pakito hizo fracasar una iniciativa conjunta para conseguir el cese del terrorismo
Francisco M¨²gica Garmendia, Pakito, m¨¢ximo dirigente de ETA hasta su detenci¨®n, hizo fracasar una iniciativa conjunta del Partido Nacionalista Vasco y de Herri Batasuna para conseguir el cese de? terrorismo, seg¨²n datos de los servicios (de informaci¨®n antiterroristas. Adem¨¢s de la dificultad de los negociadores para ponerse de acuerdo en una petici¨®n com¨²n a ETA, el grupo armado reanud¨® los atentados sin respetar el breve plazo de tregua solicitado por los nacionalistas.
A lo largo de siete semanas, lleg¨® a haber hasta cuatro borradores encima de la mesa de conversaciones. Ese estudio estuvo acompa?ado de m¨²ltiples intervenciones de la Mesa Nacional de Herri Batasuna y de la ejecutiva nacional del PNV. La imposibilidad de lograr un acuerdo para el fin de la violencia fue determinante de que el PNV, despu¨¦s de aludir durante las conversaciones a una "mayor¨ªa de gobierno nacionalista", se limitara en la sesi¨®n final a entregar a sus interlocutores un documento de intenciones en el que la concreci¨®n de los planes quedaba aplazada para una fase posterior. Cuando fueron detenidos sucesivos dirigentes del grupo terrorista (marzo-junio de 1992) estaba en marcha un proceso de reorganizaci¨®n de la izquierda abertzale, que ETA trataba de controlar desde hac¨ªa un a?o, para sustraerlo a las influencias de los abogados I?aki Esnaola, Txema Montero y otros ex dirigentes, partidarios de implicarse en la pol¨ªtica institucional y de condenar los atentados.
El encarcelamiento en Francia de los responsables de ETA cort¨® esa reorganizaci¨®n. Los servicios antiterroristas detectaron reuniones de militantes d¨¦ KAS con etarras no detenidos en que los primeros argumentaban con las ventajas de su situaci¨®n de semiclandestinidad -entre ellas la libertad de movimiento a lo largo de la frontera hispano-francesa- y la garant¨ªa de la unidad de acci¨®n de todos los elementos del "Movimiento de Liberaci¨®n Vasco" (MLNV) para asumir ellos la direcci¨®n de toda la izquierda abertzale.
Hubo una fase de interinidad, desde abril hasta el verano, caracterizada por el escaso peso de los etarras que hab¨ªan quedado libres. En esa ¨¦poca no se adopt¨®, internamente, ning¨²n criterio respecto, a la nueva direcci¨®n de ETA. Pero esa indecisi¨®n fue aprovechada por los continuistas, de la l¨ªnea de Artapalo -Pakito Txel?s-, que son partidarios de continuar con la lucha armada y de presionar para conseguir la "negociaci¨®n con el Estado".
La siguiente etapa consisti¨® en reconstruir el maltrecho grupo armado. El 4 de junio, en v¨ªsperas de la apertura oficial de conversaciones entre HB y FINV, ETA intent¨® volar la casa-cuartel de la Guardia Civil de Lerma (Burgos). Seis d¨ªas m¨¢s tarde, con las conversaciones pol¨ªticas ya iniciadas, hicieron estallar un coche-bomba en Madrid. ETA se hizo presente as¨ª en una mesa de conversaciones donde nadie le hab¨ªa invitado.
Consulta al Gobierno
Forzado por la intervenci¨®n del grupo terrorista, el PNV mantuvo contactos con el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez y alter¨® el orden del d¨ªa pactado previamente con HB. En la tercera reuni¨®n oficial con este partido, el pasado 23 de junio, present¨® una propuesta de comunicado conjunto, en el que se "solicitaba" a la organizaci¨®n terrorista "el cese de la actividad", argumentado, con el propio hecho de las conversaciones en curso.
La Mesa Nacional de HB debati¨® inmediatamente una respuesta. "Quer¨ªamos continuar con las conversaciones", explica uno de los negociadores de HB. "Quer¨ªamos ayudar al PNV a superar la dificultad que se le hab¨ªa presentado, porque ellos dec¨ªan que cada vez que hab¨ªa un atentado sufr¨ªan unas presiones terribles. Con ello demostraban que actuaban muy ligados a la estrategia del Ministerio del Interior. No obstante, la Mesa Nacional de HB contest¨® s¨ª al PNV, pero dici¨¦ndole que su planteamiento quedaba cojo, porque hab¨ªa dos partes en conflicto".
Del debate interno en HB sali¨® una contrapropuesta, con dos variantes. Una de ellas ped¨ªa a ETA y al Gobierno una distensi¨®n "bilateral", y la otra versaba sobre la negociaci¨®n ETA-Gobierno. Ninguna de las dos fueron asumidas por el PNV, puesto que se intentaba situar en un mismo plano al grupo terrorista y al Estado. Los negociadores elaboraron sobre la marcha otra versi¨®n, que tampoco gust¨® en la Mesa Nacional de HB, ni en la ejecutiva nacional del Partido Nacionalista Vasco.
El 11 de julio, ETA lanz¨® un comunicado unilateral. Ofreci¨® una tregua si se reanudaban los contactos entre el Gobierno y Eugenio Etxebeste, Antxon, el dirigente etarra deportado en Santo Domingo.
En la siguiente reuni¨®n PNV-HB, el pasado 16 de julio, los nacionalistas advirtieron que el comunicado de ETA hab¨ªa sido insuficiente para que "Madrid se moviera", porque en el mismo' no hab¨ªa "ning¨²n cambio, ning¨²n paso".
HB insisti¨® al PNV en que era necesario contestar "conjuntamente" a ETA, pero no se aprob¨® nada, porque HB insist¨ªa en elogiar el "gesto" de la banda.
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