Ocho comunidades reducen el presupuesto para salario social por el escaso numero de solicitudes
Su nombre para andar por casa es el de salario social, pero a los responsables auton¨®micos parece que les da alergia y prefieren hablar de ingreso m¨ªnimo de inserci¨®n (IMI). Esta ayuda busca que todas las familias que viven en el umbral de la pobreza o por debajo del mismo cuenten con un dinero para sobrevivir y poder integrarse en la sociedad. 16 comunidades aut¨®nomas han destinado este a?o m¨¢s de 21.000 millones de pesetas a diferentes IMIs, que han beneficiado a 50.000 familias. Para 1993, ocho autonom¨ªas congelan o reducen su cuant¨ªa.
El IMI ya est¨¢ en marcha en todas las comunidades; excepto en las islas Baleares, que tiene la segunda tasa m¨¢s baja de desempleo de Espa?a, despu¨¦s de Navarra, y donde "de momento no se prev¨¦ su implantaci¨®n", seg¨²n explican en la Administraci¨®n auton¨®mica. Pero existe en Baleares un oasis del IMI. Dei¨¢, una peque?a y acaudalada ciudad mallorquina, cuenta con esta ayuda desde hace a?os.A pesar de su reciente creaci¨®n -el Pa¨ªs Vasco fue el primero en crearlo en 1989- y del incremento galopante del desempleo, ocho autonom¨ªas han congelado o disminuido ya el importe de estos cap¨ªtulos para 1993. Curiosamente, Andaluc¨ªa, la comunidad aut¨®noma con la tasa de desempleo m¨¢s alta (26,8%) y una capacidad de gasto por persona de las m¨¢s bajas de Espa?a, ha destinado en 1992 5.230 millones a integraci¨®n social, cuando en 1991 aport¨® 5.400 millones. Lo mismo ha pasado en Valencia. All¨ª el presupuesto ha pasado de 895 millones en 1991 a 774 millones en 1992, de los que s¨®lo se han gastado 304 millones. Y en La Rioja mengu¨® de 95 millones en 1991 a 50 en 1992.
La congelaci¨®n o el recorte sigue para 1993 en Andaluc¨ªa, Asturias, Canarias, Cantabria, Galicia, Madrid, Murcia y Pa¨ªs Vasco. El presupuesto para el plan de integraci¨®n social de Andaluc¨ªa descender¨¢ a 3.309 millones de pesetas. La Junta explica que los fondos de formaci¨®n laboral ya no se gestionar¨¢n a trav¨¦s de estos programa; de ah¨ª la importante merma.
En algunas comunidades se han quedado desiertas determinadas ayudas. Es el caso de Extremadura que, con una tasa de paro del 26,3%, cre¨® en 1990 un plan que incluye cuatro tipos de subsidios. Parece inexplicable, pero hasta noviembre de 1992 no se ha presentado ni una solicitud para las ayudas de inserci¨®n destinadas a personas que est¨¢n aisladas de la vida social.
Perplejidad
Casi todos los estudios previos que se encargan para analizar qu¨¦ colectivo puede ser beneficiario se exceden en sus previsiones. El caso de Canarias ha dejado a m¨¢s de uno perplejo. C¨¢ritas calculaba en 100.000 el n¨²mero de pobres en estas islas. Pues bien, el salario de integraci¨®n s¨®lo se ha concedido a 35 familias del archipi¨¦lago.Ante estos interrogantes -?Por qu¨¦ estas diferencias abismales entre el antes y el despu¨¦s? ?Es que los que elaboran los estudios ven pobres que luego no existen?-, los asistentes sociales que llevan el IMI puerta a puerta recuerdan que trabajan con la parte de la sociedad menos informada y m¨¢s marginada. Ni los que viven en la m¨¢s miserable de las pobrezas tienen facilidades ni medios para ponerse en contacto con cualquier Administraci¨®n ni esta voluntariosa infanter¨ªa consigue localizar a todos los que en Espa?a pasan necesidades . Y no es por falta de ganas, precisamente.
En La Rioja, el primer a?o (1991) se presupuestaron 150 millones, "y no tuvo la repercusi¨®n que nos esper¨¢bamos", se?ala V¨ªctor Herrero, director general de Bienestar Social de esta comunidad. Herrero entiende que ya "existe una cobertura de prestaciones muy importante; adem¨¢s, en La Rioja no hay grandes bolsas de pobreza".
El Principado de Asturias hab¨ªa encargado otro estudio, que dio como resultado que 4.000 familias pod¨ªan beneficiarse del IMI, pero por ahora se han concedido 883. "O no hay tantas solicitudes como pens¨¢bamos o los que lo necesitan no lo piden", comenta Delia Losa, responsable de esta secci¨®n. Hasta el 18 de noviembre, en el Principado s¨®lo se hab¨ªan gastado 571 millones de los 1.200 millones presupuestados, "en parte porque la gesti¨®n no empez¨® hasta abril y porque el nivel de ingresos exigido ha limitado mucho la concesi¨®n", reconoce Losa. "Este salario se puso en marcha a mediados de este a?o, con una gesti¨®n muy complicada, que no est¨¢ respondiendo a las previsiones que ten¨ªamos", se?alan en Galicia para explicar el poco dinero liquidado del presupuesto.
Los responsables a?aden otra te¨®rica explicaci¨®n: "Muchos posibles beneficiarios han solicitado una pensi¨®n no contributiva en vez del salario social", alegan en Murcia. Seg¨²n el Inserso, se han concedido 125.000 pensiones no contributivas, de las que se est¨¢n pagando 103.000.
La comisi¨®n de derechos humanos del Senado, tras viajar por seis autonom¨ªas para elaborar una ponencia sobre la pobreza en Espa?a, se?ala que "al principio parece que se va a apuntar mucha gente y luego resulta que no", seg¨²n explica el senador D¨ªaz Bonilla, quien a?ade que "en tres comunidades se est¨¢ estudiando simplificar los requisitos para solicitarlo".
Pero no todos disminuyen su presupuesto. Castilla-La Mancha lo incrementar¨¢ un 35% en 1993 porque el colectivo con posibilidades de acceder al salario ha aumentado desde la implantaci¨®n del decretazo, que ha disminuido la tasa de cobertura del subsidio de paro. Por este mismo motivo, el municipio tur¨ªstico de Calvi¨¢ (Mallorca) -con un presupuesto de 6.000 millones para 27.000 habitantes- est¨¢ readaptando el salario social.
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