Las casas del pintor

Los estudios, talleres, jardines y el nuevo museo Moneo que integran la Fundaci¨®n Mir¨® de Palma son conocidos por los mallorquines gen¨¦ricamente como Can Mir¨®, el espacio vital y creativo del artista durante m¨¢s de 30 a?os. Mir¨®, coincidiendo con los deseos de toda su familia, quiso que su obra no quedara expuesta en ampulosos panteones de arte o bien en manos de coleccionistas acaudalados. De aquel deseo nacieron los legados sucesivos de las fundaciones de Barcelona y Palma. El pintor insist¨ªa a menudo en la idea de que en su entorno y sobre su figura no surgieran centros art¨ªsticos excluyentes o fr¨ªos museos de nuevo cu?o.Ayer, en la nueva fundaci¨®n mallorquina, Joanet Punyet Mir¨®, de 24 a?os, cuarto nieto del pintor, lanz¨® al director de la fundaci¨®n palmesana un claro mensaje familiar: "?Cu¨¢les ser¨¢n los objetivos culturales y art¨ªsticos y la relaci¨®n de la instituci¨®n con la ciudad y el mundo?". Punyet Mir¨® estudia arte en la Universidad de Nueva York y en el Museo de Arte Moderno de esa ciudad, por lo que se le considera el candidato natural para trabajar en el futuro en las fundaciones familiares. Llu¨ªs Juncosa, cu?ado de Mir¨® y que se declar¨® depositario de la voluntad del artista, coment¨® que alguna zona del nuevo centro ten¨ªa el aspecto de un museo.

Joan Mir¨® quer¨ªa que sus fundaciones fueran siempre n¨²cleos de creaci¨®n. La fundaci¨®n de Palma de Mallorca espera alcanzar los 250 millones de pesetas de presupuesto y programar 200 actos diferentes en 1993. La entrada costar¨¢ 500 pesetas y las previsiones dadas ayer aspiran a que el centro acoja a unos 150.000 visitante al a?o.