Los alimentos llegan de noche, clandestinamente
Con la nieve y el barro por encima de los tobillos, caminando a paso vivo para sacudirse el fr¨ªo, muchos de los palestinos desterrados al "limbo pol¨ªtico" de Oriente Pr¨®ximo vivieron ayer una curiosa experiencia: los que vinieron de la franja de Gaza descubrieron la nieve y el rigor del invierno en las rocosas colinas del sur del L¨ªbano. La nevada del domingo por la noche cubri¨® el campamento bautizado como el Campo del Retorno con un manto de 21 cent¨ªmetros que precipit¨® la temperatura a cinco grados bajo cero."Por lo menos ahora tendremos agua potable", coment¨® jovialmente Mohamed Abu Shalbak mientras un grupo de hombres volv¨ªa al campamento con arbustos y ramas de olivo para encender una fogata y derretir la nieve en ollas de aluminio. No lejos de all¨ª, un grupo de j¨®venes barbudos daba forma a una peque?a monta?a de nieve. En quince minutos estaba terminada: hab¨ªan construido una escultura visible a mas de cien metros. Dec¨ªa simplemente "Al¨¢".
A los palestinos les falta agua, alimentos y medicinas. No as¨ª ingenio, organizaci¨®n ni amigos que les ayudan a superar el bloqueo impuesto por Israel y el L¨ªbano. La despensa no est¨¢ muy surtida, pero basta un vistazo a su interior para comprobar que existe un discreto canal de abastecimiento. Nadie quiere revelar de d¨®nde y c¨®mo llegan esos alimentos que les permite tomar t¨¦ y comer pan con carne enlatada o sardinas al menos dos veces al d¨ªa. En teor¨ªa al menos, los palestinos deber¨ªan estar desfallecientes de hambre. "Alguna ayuda nos llega, es cierto", susurra un palestino. "Siempre de noche y en cajas, a lomo de mula". ?Quien las env¨ªa?. El hombre mira a su derredor y prosigue con mayor sigilo a¨²n: 'Libaneses, dice, "campesinos de la zona apenados por nuestra situaci¨®n. Otras veces llegan en autom¨®viles conducidos por j¨®venes barbudos que descargan y desaparecen en la oscuridad. Creo que son del Hezbol¨¢. Son los ¨²nicos que nos ayudan".
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