La presi¨®n de la calle
Asustado ante la vertiginosa sucesi¨®n de revelaciones, el presidente de la comisi¨®n investigadora sobre Fernando Collor de Melo, el diputado oficialista Benito Gama dijo: "Encendimos el fuego para asar un lech¨®n y se nos est¨¢ incendiando la casa".Acorralado, el presidente Collor atac¨® a la comisi¨®n parlamentaria, calific¨¢ndola como una "pocilga" habitada por "cerdos" que "chapotean en el lodo" al tiempo que promet¨ªa revelar el origen de sus recursos "sin dejar absolutamente ninguna duda".
El 27 de julio, su secretario, Claudio Vieira, "explic¨®" c¨®mo se financiaban los gastos del mandatario. En 1989, Vieira y un diputado amigo de Collor hab¨ªan contratado un cr¨¦dito de cinco millones de d¨®lares en la capital de Uruguay, Montevideo, "para financiar la campa?a electoral".
En una declaraci¨®n que provoc¨® alegres carcajadas de los miembros de la comisi¨®n, Vieira coment¨® que con los d¨®lares obtenidos en Montevideo compr¨® 318 kilogramos de oro y que cada vez que el presidente necesitaba dinero, ¨¦l vend¨ªa alg¨²n lingote y depositaba el importe en una cuenta bancaria.
Fue entonces cuando apareci¨® la segunda testigo clave: Sandra Fern¨¢ndes Oliveira, secretaria del empresario Alcides Diniz. La nueva testigo se present¨® ante los legisladores y revel¨® que los documentos de la supuesta operaci¨®n Uruguay de 1989 hab¨ªan sido fabricados dos semanas antes en la empresa de Diniz.
Pese a estar desmontada la farsa, la C¨¢mara de Diputados parec¨ªa poco dispuesta a aprobar el contundente informe de la comisi¨®n investigadora. Fue entonces cuando en todo el pa¨ªs millones de indignados brasile?os se volcaron a las calles para exigir la renuncia de Collor o su destituci¨®n por el Parlamento. La movilizaci¨®n popular convenci¨® a los diputados, quienes, el 29 de septiembre, aprobaron por 441 votos a 38 la separaci¨®n de Collor de la primera magistratura para que el Senado pudiera someterlo a un juicio pol¨ªtico.
Dos meses despu¨¦s, cuando la C¨¢mara Alta se dispon¨ªa a destituirlo, el presidente Collor renunci¨® al cargo y fue condenado a la inhabilitaci¨®n para ejercer cargos p¨²blicos hasta el a?o 2000.
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