El Espa?ol y el Valencia regalaron aburrimiento

El Espa?ol de Novoa logr¨® anoche un punto frente al Valencia y regal¨® aburrimiento a los espectadores. La prudencia del equipo blanquiazul estuvo a punto de triunfar sobre el conformismo valenciano, pero un ramalazo de genio de Fernando dej¨® las cosas en igualdad.Jose Manuel Novoa no es un hombre dado a las alegr¨ªas. La m¨¢xima de la prudencia se suele resumir en el refr¨¢n nadar y guardar la ropa. El t¨¦cnico blanquiazul profundiz¨® ayer en el lema y lo convirti¨® en guardar la ropa y, si se puede, nadar algo. Sac¨® un equipo con 10 jugadores pendientes de defender y un solo delantero, Escalch.

Al rubio ariete, varias semanas apartado de la titularidad, lo devolvi¨® al equipo con el mismo tratamiento que dispensaba a Fonseca: una raci¨®n de soledad de 60 minutos. Quiz¨¢s para que pensara en sus pecados. Despu¨¦s, con la entrada de Llu¨ªs, le dio una alegr¨ªa. Convirti¨® el 4-5-1 inicial en un 4-3-3, con Elguez¨¢bal de lateral y Santi Cuesta de extremo. Demasiada ligereza, debi¨® de pensar el t¨¦cnico, al ver c¨®mo al 1-0 le sigui¨® casi seguido el empate definitivo.

Tantas precauciones tom¨® inicialmente el equipo local que Guus Hiddlnk, entrenador holand¨¦s del Valencia, se sinti¨® como si le hubieran robado la patente, porque su equipo sali¨® con cinco defensas. Boro se peg¨® a Escalch y Giner fue una lapa sobre Korneiev. Total: 60 minutos de sopor.

El Espa?ol vivi¨® una noche de omisi¨®n en el centro del campo. Los rusos, Korneiev y Kuznetsov, se cansaron pronto del libro de instrucciones de Novoa, lo rompieron en un par de jugadas arriesgadas y, ante el temor de verse reprendidos, dimitieron. Elguez¨¢bal, el obediente, tom¨® el relevo y coart¨® cualquier posibilidad creativa con su lentitud y escasa creatividad. Hasta que se cans¨® de iniciar todos los proyectos de ataque. Nadie le sustituy¨® en la responsabilidad. Hasta el ,minuto 60.

Comenz¨® otro partido. No mucho mejor pero algo animado. La entrada de Llu¨ªs dio m¨¢s preocupaciones a los tres centrales valencianos. Las subidas de Santi Cuesta dejaron a Quique sin ganas de subir su banda. Escaich encontr¨® m¨¢s huecos. Hasta tuvo una oportunidad para fallar antes de marcar. Lleg¨® el gol y el Valencia se despert¨®. Roberto sali¨® a jugar y cambi¨® el esp¨ªritu de su equipo. Dos magn¨ªficos paradones de Emilio, a remates de Roberto y Tom¨¢s, prologaron el tanto de la igualada. Ese gol supone el segundo negativo para el Espa?ol.