El socialdem¨®crata Rasmussen recibe el encargo de formar un nuevo Gobierno dan¨¦s
El socialdem¨®crata Poul Nyrup Rasmussen recibi¨® ayer el encargo de formar un nuevo gobierno en Dinamarca, despu¨¦s de las entrevistas mantenidas por la reina Margarita con los dirigentes de los peque?os partidos en cuyas manos se hallaba el mantenimiento de la coalici¨®n de centroderecha que ha gobernado el pa¨ªs durante 10 a?os.Rasmussen deber¨¢ tantear ahora a las distintas fuerzas para ver si puede formar un gobierno con suficiente base parlamentar¨ªa o si se ve obligado a gobernar en minor¨ªa con sus 69 diputados, sobre los 179 con que cuenta el Folketing (Parlamento).
Dinamarca debe mandar el pr¨®ximo lunes a dos ministros a presidir sendos consejos de titulares de Econom¨ªa y de Agricultura de la CE. El mi¨¦rcoles, su ministro de Exteriores debe explicar su programa de acci¨®n semestral ante el Parlamento Europeo. Nadie fue capaz ayer de explicar qu¨¦ va suceder exactamente con los primeros acontecimientos importantes de la presidencia danesa de la Comunidad ni quien los presidir¨¢.
El nuevo gobierno que surja de las consultas de Rasmussen no debe variar sustancialmente su pol¨ªtica respecto a la. CE, por lo que en principio ni la presidencia danesa ni las previsiones de celebraci¨®n de un segundo refer¨¦ndum sobre Maastricht para el mes de mayo deber¨ªan sufrir alteraciones.
El partido socialdem¨®crata apoy¨® en su d¨ªa el voto afirmativo en el primer refer¨¦ndum y ha firmado y apoyado el acuerdo de ocho de los nueve partidos parlamentarios daneses sobre la soluci¨®n al embrollo de la ratificaci¨®n de Maastricht. Rasmussen fue especialmente exigente con el Gobierno de Schl¨¹ter y con los Doce en la obtenci¨®n de exenciones a Maastricht, pero en buena parte por la fortaleza de sus posiciones como l¨ªder de la oposici¨®n.
La ca¨ªda de Schl¨¹ter debido al llamado Tamilgate no deja de ser el cobro de la factura por la derrota del refer¨¦ndum. Ahora le toca el turno a su principal opositor socialdem¨®crata en el intento de resolver el largo y espinoso camino de ratificaci¨®n del Tratado. El detonante ha sido un informe judicial que censura a Schl¨¹ter por haber ocultado informaci¨®n al Parlamento sobre las dilaciones ?legales que sufrieron en 1987 los familiares de unos refugiados tamiles para conseguir la documentaci¨®n para trasladarse a Dinamarca.
La Comisi¨®n Europea hab¨ªa evitado comentar las hipot¨¦ticas repercusiones de la dimisi¨®n de Schl¨¹ter sobre la presidencia semestral danesa de la CE, que ha empezado el 1 de enero, y sobre la ratificaci¨®n del Tratado de Maastricht. Su presidente, Jacques Delors, sigue la t¨¢ctica de silencio prevista para el conjunto de la presidencia danesa. El r¨¢pido desenlace de la crisis fue recibido con alivio en la CE, aunque no desaparecen las dificultades ni las inc¨®gnitas.
"En dos anteriores presidencias danesas hubo tambi¨¦n cambios y no pas¨® nada", asegur¨® ayer una fuente de la Comunidad Europea.
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