Hollywod vuelve a la Casa Blanca
Una pareja de productores, entre los m¨¢s estrechos amigos y consejeros de los Clinton
De modo que Clinton telefone¨® a Jay Kriegel, uno de los vicepresidentes de la cadena. Dijo: "Espero que apoyes a Linda. y a Harry", seg¨²n recuerda ahora Kriegel. Despu¨¦s, Clinton puso a prueba sus poderes de persuasi¨®n con Peter Guber, presidente de la matriz de Columbia, la Sony Pictures Entertainment. Delta Burke estaba derrotada... aunque no se sepa todav¨ªa hasta qu¨¦ punto intervino el factor Clinton.As¨ª son los lazos que unen al c¨ªrculo ¨ªntimo de amigos de Arkansas que incluye a los Thomason. Comparten un c¨®digo: la lealtad es la ley, y los desl¨ªces tardan en. olvidarse.
Los Thomason, creadores tambi¨¦n de Evening Shade y Hearts Afire, nunca han fallado en su compromiso con Bill Clinton. Durante la agotadora campa?a ayudaron a introducir directamente a su candidato en los salones de Norteam¨¦rica, esquivando el fr¨ªo filtro de los medios informativos.
"La Greta Garbo"
Linda, una persona ¨ªntrovertida, ayud¨® desde lejos. Los miembros del equipo de Clinton que recog¨ªan sus mensajes la llamaban "la Greta Garbo de la campa?a".Harry -actuaba sobre el terreno y estaba siempre a mano. "Cuando el gobernador le ve¨ªa, se animaba algo", recuerda James Carville, el m¨¢ximo estratega de la campa?a.
Algunos recelan de los Thomason porque encuentran un poco inc¨®modo estev¨ªnculo excepcionalmente ¨ªntimo entre el nuevo presidente y la pareja de productores. Ese reportaje en helic¨®ptero de la estancia de los Clinton con los Thomason en una finca de ocho millones ded¨®lares en Summerland, Calif¨®rnia, durante la fiesta de Ac.ci¨®n de Gracias, no facilit¨® las cosas.
Harry creci¨® en Hampton, Arkansas, que por aquel entonces ten¨ªa 838 habitantes. Sus padres ten¨ªan una tienda de alimentaci¨®n. Era un ni?o aventurero, que siempre andaba inventando cosas -aunque la mayor¨ªa de las ideas se le iban tan f¨¢cilmente como le llegaban- Su gran pasi¨®n era el f¨²tbol. Jugaba en Southem Arkansas University, y m¨¢s adelante fue entrenador en un colegio. Cuando emprendi¨® su carrera en el cine, sac¨® de la biblioteca un libro sobre cinematograf¨ªa, contrat¨® como equipo a sus antiguos ayudantes como entrenador, y convenci¨® a un candidato a gobernador de Arkansas para que le dejara rodar sus anuncios pol¨ªticos.
Harry iba y ven¨ªa desde Little Rock. Pronto se gan¨® la confianza de la gente y ya no dej¨® de trabajar, encadenando una pel¨ªcula de televisi¨®n con otra. Fue en aquella ¨¦poca cuando su hermano le present¨® a Bill Clinton, que quer¨ªa atraer a Arkansas a algunos productores de cine (y lo consigui¨®).
Linda es famosa por la proez¨¢ sin precedente de haber escrito los primeros 35 episodios de Designing women. "Escribe r¨¢pido y sin parar -y solaIncluso durante la campa?a, Linda escribi¨® casi todos los guiones de Hearts a re adem¨¢s del primer cap¨ªtulo de Evening shade y varios de Designing women.
La pareja se cas¨® en 1983 y con Designing women, lleg¨® el gran momento para los Thomason. Linda utiliz¨® esta serie como plataforma para muchas de las cuestiones que le preocupan -pol¨ªticas o, con m¨¢s frecuencia, muy personalesLuego vino el desastre de Delta Burke, pero los Thomason encontraron una manera de utilizarlo: proporcionaron consuelo y apoyo a los Clinton inspir¨¢ndose en sus propios traumas con la prensa sensacionalista, cuando el entonces aspirante dem¨®crata fue acusado de relaciones extramaritales.
Los Clinton y los Thomason est¨¢n tan unidos como la suela a un zapato. Fue Hillary quien sugiri¨® el nombre de Evening shade. Los Thomason le han dado al hermano menor de Clinton, el antes d¨ªscolo Roger, un trabajo como ayudante de producci¨®n en Designing women. El padre de Hillary tuvo hace poco un peque?o papel en. Hearts afire.
Documental biogr¨¢fico
Uno de los trabajos m¨¢s conocidos de Linda es The manfrom hope, un documental biogr¨¢fico de 14 minutos que present¨® a Cl1nton en la Convenci¨®n Nacional Dem¨®crata celebrada el pasado mes de julio. El documental tiene un planteamiento emotivo, pero no sensiblero.El cortometraje transmite la ~isi¨®n clintoniana de una Norteam¨¦rica m¨ªtica y ensalza la Norteam¨¦rica de las -peque?as ciudades.
Seg¨²n la estratega de medios de comunicaci¨®n durante la campana, Mandy Grunewald, The manfrom hope tuvo mucho que ver a la hora de infundir en la opini¨®n p¨²blica esa impresi¨®n de que Clinton no era s¨®lo un hombre que se hab¨ªa hecho a s¨ª mismo, sino un tipo que se sentir¨ªa como en casa si uno le invitara a una barbacoa.
Desde el principio, los Thomason -sobre todo Lindahab¨ªan sido decididos partidarios de que Clinton aparecieraen lugares populares. La idea no era del todo nueva. En 1988, despu¨¦s del desastroso discurso de Clinton en la Convenci¨®n Dem¨®crata, a los Thomason se les ocurri¨® llevarle al The tonight show. Cuando los productores se mostraron reticentes ante la idea de llevar a un pol¨ªtico, recuerda Harry, ¨¦l prometi¨® que Clinton tocar¨ªa el sax¨®fono.
Los asesores de Clinton reconocen que Linda no dej¨® de mandar mensajes cortos por fax todo el tiempo, pero se muestran esquivos y evasivos cuando se les pide que recuerden siquiera una de sus mejores propuestas.
Y se sienten todav¨ªa m¨¢s inc¨®modos cuando se les pregunta acerca de los consejos sobre peluquer¨ªa y maquillaje proporcionados por los Thomason, que enviaron profesionales para ayudar a suavizar la imagen de Hillary, por ejemplo, cuando tuvo que enfrentarse al ataque de las amas de casa.
M¨¢s tarde, Harry ayud¨® a negociar los formatos para los debates presidenciales -y asesor¨® al candidato sobre c¨®mo situarse ante la c¨¢rnara- Linda se ha lanzado a crear una empresa sin fines lucrativos -con Hillary en la junta directiva- para ayudar a las v¨ªctimas del abuso conyugal.
Los Thomason har¨¢n saber al presidente sus opiniones. Por ejemplo, estaban a favor de la intervenci¨®n en Somalia, y si Clinton hubiera sido presidente, Harry lo reconoce, "probablemente le habr¨ªamos dicho: 'Chico, es una verg¨¹enza que esa gente est¨¦ muri¨¦ndose de hambre".
En opini¨®n de Harry, no pretenden presionar, sino mantener a Clinton en contacto con los sentimientos del pueblo norteamericano.
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