Ni?o gitano pobre

SI EL ni?o Aquilino Jim¨¦nez, que necesita el h¨ªgado de un donante para seguir viviendo, fuera finalmente excluido del programa de trasplantes -el lunes se decide sobre-su posible intervenci¨®n- no ser¨ªa por ser gitano, sino porque sus padres son pobres. Se trata de un asunto que, como todos los que apelan a la mala conciencia de los ciudadanos, se presta a manipulaciones diversas. Pero despacharlo afirmando que se trata de un caso de racismo es una forma de esquivar la discusi¨®n sobre el verdadero problema: la quiebra del principio de igualdad de oportunidades en el acceso a la sanidad p¨²blica. Si son las condiciones de vida familiares lo que desaconsejar¨ªa la intervenci¨®n, es de esas condiciones de lo que hay que hablar. Concretamente, de si el 1principio de igualdad de los ciudadanos (al menos) ante la enfermedad, bandera m¨¢s alta del Estado del bienestar, no implica, en casos como ¨¦ste, la adopci¨®n por los poderes p¨²blicos de iniciativas no estrictamente sanitarias relativas a esas condiciones de vida. Todo indica que as¨ª ser¨¢ en esta ocasi¨®n, y cabe felicitarse por ello.Por otra parte, las contradictorias noticias sobre la supuesta discriminaci¨®n del ni?o gitano han coincidido con la presentaci¨®n de la campa?a contra el racismo y la xenofobia proyectada por II organizaciones humanitarias y financiada por el Ministerio de Asuntos Sociales. Dejando a salvo la loable intencionalidad y clara oportunidad de esa campa?a, tal vez su plasmaci¨®n -apoyada en im¨¢genes de personajes famosos: Martin Luther King, Einstein, Carmen Amaya, Oscar Wilde, Stephen Hawkins- haya resultado fallida. La discriminaci¨®n contra el percibido como otro se manifiesta en Espa?a (y en muchos otros pa¨ªses) como rechazo no al diferente en general, sino al diferente insignificante: nuestro jud¨ªo o nuestro tullido no es el cient¨ªfico o el escritor famoso, sino, en su caso, el barbero ladino o, en algunas zonas, esos polic¨ªas a los que los amigos de los terroristas llaman "perros". Del mismo modo que nuestro negro no es el ilustre premio Nobel o el campe¨®n de baloncesto, sino el vendedor de drogas o baratijas. El origen gitano de alguien se difumina a medida que asciende en la escala social, y s¨®lo sigue siendo considerado tal quien lo es, como los padres de Aquilino Jim¨¦nez, de chabola o carromato. Un ilustre tullido que perdi¨® un brazo en Lepanto dej¨® escrito que "dos linajes solos hay en el mundo, que son el tener y el no tener".