N¨²?ez aglutina todas las tendencias en su equipo de colaboradores
Josep Llu¨ªs N¨²?ez, todav¨ªa oficialmente aspirante a la presidencia del Barcelona, se prepara para afrontar su quinto mandato -lleva casi 15 a?os en el cargo al frente del club con un equipo de trabajo muy numeroso -30 directivos- en elque, por primera vez, tienen cabida- los diferentes grupos de presi¨®n econ¨®micos y pol¨ªticos. El rompecabezas de N¨²?ez est¨¢ destinado a sacar adelante al Bar?a en la dif¨ªcil etapa de la reconversi¨®n de los clubes de f¨²tbol en sociedades an¨®nimas deportivas y en una ¨¦poca de recesi¨®n.
Cuando N¨²?ez decidi¨® arrojar la toalla en v¨ªsperas de la final de la Copa de Europa, en Wembley, nadie crey¨® que fuera a abandonar uno de los cargos de m¨¢s prestigio de Catalu?a por el simple hecho de sentirse presionado por el t¨¦cnico Johan Cruyff. En el trasfondo de aquella decisi¨®n tambi¨¦n subyac¨ªa la galopante crisis econ¨®mica que acosa a los clubes de f¨²tbol espa?oles, obligados a convertirse en sociedades an¨®nimas, a excepci¨®n del Barcelona, Real Madrid, Athletic y Osasuna.Acostumbrado al populismo, los ¨¦xitos de la pasada temporada le embriagaron y decidi¨® continuar. Con una profunda aversi¨®n a las urnas -tan s¨®lo ha pasado por dos elecciones reales-, ha realizado, desde entonces, todo tipo de cambalaches con el fin de ser el ¨²nico candidato a la presidencia, del Bar?a. Conseguido su objetivo, se apresta a iniciar su quinto mandato con una junta directiva inusual y numerosa en la que, por primera vez, tienen cabida todas las tendencias del barcelonismo y los diferentes grupos de presi¨®n pol¨ªticos y econ¨®micos catalanes.
El golpe de tim¨®n de N¨²?ez es una consecuencia obligada de la particular situaci¨®n que vive el F¨²tbol Club Barcelona, que no puede convertirse en una sociedad an¨®nima por su idiosincrasia, pero necesita urgentemente fuentes de financiaci¨®n.
Sin dificultades
N¨²?ez no ha tenido excesivas dificultades para encontrar candidatos, porque ya nadie reh¨²sa sentarse a su lado y los sillones del palco presidencial del Camp Nou son tan apetecibles como los del Liceo. En realidad, ha habido casi cola para apuntarse a la nueva junta directiva y salvo las excepciones de Josep Miquel Abad, ex consejero delegado del COOB 92, o Isidro Fain¨¦, director general adjunto ejecutivo de La Caixa, todos han dicho si.
Podr¨ªa decirse que N¨²?ez no ha reestructurado su junta, sino que la ha ampliado. De la anterior salen tan s¨®lo tres personas con escaso peso espec¨ªfico (Rosa Valls Taberner, Josep Guasch y Ferran Ol¨ªvella), mientras que se incoporan aut¨¦nticos pesos pesados e incluso su antiguo rival en las urnas, Sixte Cambra, o ilustres opositores como Evarist Murtra o F¨¦lix Millet.
Lo m¨¢s relevante en la nueva junta es la presencia de financieros como Jos¨¦ Angel Merodio, consejero delegado de Banca Catalana, o Miguel ?ngel Navas, director en Catalu?a del Banco Bilbao Vizcaya, Tambi¨¦n los pol¨ªticos desempe?an su papel destacado, y el convergente Josep Caminal tendr¨¢ su contrapeso con el socialista Jaume Sobrequ¨¦s. No obstante, ideol¨®gicamente la balanza se inclina a favor del partido gobernante en el Ayuntamiento de Barcelona, con la inclusi¨®n de Jordi Parpal, ex teniente de alcalde, y de Jordi Vallverd¨², responsable de la explotaci¨®n comercial de las instalaciones ol¨ªmpicas.
Con todos ellos y el anterior equipo, N¨²?ez pretende sacar adelante su proyecto de fundaci¨®n, amparado en la futura Ley de Mecenazgo, con el que espera ahorrase un 40% del presupuesto del club. Asimismo, pretende conseguir la recalificaci¨®n urban¨ªstica de unos terrenos infrautilizados en la localidad de Viladecans y la construcci¨®n de un complejo hotelero en unas instalaciones cercanas al Camp Nou. Sus cuentas en ese aspecto son claras: m¨¢s de 6.000 millones de pesetas de beneficio.
La teor¨ªa y la pr¨¢ctica parecen muy complejas. El rompecabezas de N¨²?ez puede saltar por los aires en cualquier momento.
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