La crisis del carb¨®n destapa las luchas internas en el Gobierno brit¨¢nico
Al Gobierno brit¨¢nico se le atribu¨ªa una virtud y un defecto: la primera, que constitu¨ªa un grupo de personas bien avenidas bajo un primer ministro, John Major, que prefer¨ªa las actuaciones colegiadas; el segundo, que el nivel general era m¨¢s bien mediocre. El defecto permanece, pero la virtud ha desaparecido. El embrollo de la miner¨ªa del carb¨®n, los conflictos econ¨®micos y las tensiones en el Partido Conservador han abierto numerosos enfrentamientos personales entre los miembros del Gabinete.
Michael Heseltine, ministro de Industria, es quien m¨¢s palos recibe de sus colegas. La actuaci¨®n de Heseltine respecto a la miner¨ªa del carb¨®n ha sido ca¨®tica. En octubre anunci¨® un cierre casi completo y el despido de 30.000 mineros. En noviembre, visto el furor en el Parlamento y en la calle, Heseltine y su jefe, Major, tuvieron que acceder a un aplazamiento del cierre, con revisi¨®n incluida. El viernes, una comisi¨®n parlamentaria publicar¨¢ un informe favorable a la supervivencia de 20 de las 33 minas amenazadas de cierre. Y, poco despu¨¦s, Heseltine anunciar¨¢ la implantaci¨®n de un subsidio de cinco libras por tonelada de carb¨®n y la continuidad de casi todas las minas, por cinco a?os como m¨ªnimo.El ministro de Industria habr¨¢ dado, si se confirman las sugerencias de Downing Street, un giro de 180 grados en poco m¨¢s de un trimestre. Major, alarmado ante el crecimiento del desempleo (que este mes superar¨¢ los tres millones de personas), prefiere subvencionar el carb¨®n que pagar subsidios a otras 30.000 personas en paro. Para Major y, sobre todo, para Heseltine, el carb¨®n ser¨¢ una herida pol¨ªtico que tardar¨¢ much¨ªsimo en cicatrizar. El carb¨®n ha roto, adem¨¢s, la armon¨ªa en el Gabinete.
Subsidios a la industria
Los ministros thatcheristas han aprovechado la pirueta de Heseltine para acusarle casi de socialista: la industria, dicen, no debe recibir jam¨¢s subsidios del Gobierno, sin querer acordarse de que la Margaret Thatcher garantiz¨® un generoso subsidio para la industria de electricidad nuclear.Con el rifirrafe del carb¨®n se ha abierto la caja de las recriminaciones. El ministro del Interior, Kenneth Clarke, quiere reforzar la polic¨ªa y dejar toda la lucha antiterrorista al secret¨ªsimo MI-5; el ministro de Ambiente y Administraciones Locales, el thatcherista Michael Howard, le acusa de reventar un modelo policial m¨¢s o menos efectivo y dar relieve a cuerpos secretos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.