Alfredo Moreras no ha venido hoy
La maestra cuyo hijo muri¨® en el cine Bilbao le daba clase en su propia aula
El centenario colegio La Salle, en el n¨²mero 49 de la calle de Fernando el Cat¨®lico, vivi¨® ayer un extra?o d¨ªa lectivo. Hubo clase, pero nadie atendi¨® ala lecci¨®n. Los p¨¢rvulos jugaban a la pelota en el patio de recreo; los bachilleres paseaban cabizbajos con la carpeta bajo el brazo. Y los profesores organizaban los funerales y el env¨ªo de coronas de flores.Montserrat Sanz, de 39 a?os, imparte clase desde 1986 en el ciclo medio de EGB. En su aula, dos macetas con plantas de musgo revelan su preferencia por las Ciencias Naturales. Este curso estaba contenta, a pesar de que su marido, empledo de banca, se encontraba en paro. Entre los 38 alumnos de 50 A, su hijo Alfredo se sentaba en la ¨²ltima fila de la clase, al lado del ventanal.
En busca de chucher¨ªas
Su hija Susana, de 15 a?os, cursa segundo de BUP tambi¨¦n en el mismo centro. Fue el ¨²nico miembro de la familia Moreras-Sanz que se salv¨® del desplome de la marquesina. Se hab¨ªa alejado para comprar unas chucher¨ªas. Su padre y su hermano peque?o fallecieron en el acto. Su madre qued¨® malherida, con una pierna atrapada entre los escombros.
Los ni?os de 50 A se pasaron la ma?ana llorando. Sergio y David, los mejores amigos de Alfredo, no pudieron soportar su p¨¦rdida y se quedaron en casa. Irene, Mar¨ªa y otras ni?as, todas de 10 a?os, parec¨ªan m¨¢s enteras. "A m¨ª me tir¨® una vez del pelo; pero era muy divertido", se atrevi¨® a decir Mar¨ªa, entre el r¨ªo de elogios de sus compa?eras.
"Quer¨ªa ser veterinario", aclaraba una. "Era muy deportista", replicaba otra. "Sacaba muy buenas notas, y no por ser el hijo de la maestra", asent¨ªan todas con seriedad.
Alfredo tra¨ªa macetas a clase, como su madre. Su condisc¨ªpula Irene confirm¨® que el chaval no exageraba cuando se jactaba en el recreo de que estaba criando un conejito en casa: "Yo lo he visto, yo le he visto; una vez me llev¨® a su casa; se llama Rabito ".
"Nos enteramos por la radio; los nombres coincid¨ªan y nadie cog¨ªa el tel¨¦fono en casa de Montserrat", relata Adolfo Mart¨ªn, tambi¨¦n profesor en el colegio La Salle San Rafael. "Se encuentra bien, dentro de lo que cabe. Ella quiere ser fuerte, por su hija..., pero es mucho pedir", describ¨ªa otra maestra. Ten¨ªa los ojos enrojecidos y hab¨ªa visitado a su compa?era en el hospital.
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