Alemania cambia de ley
Est¨¢ en marcha la reforma, constitucional prevista en el Tratado de Unificacion
A lo largo del a?o pasado, el Gobierno y la oposici¨®n alemanes se enzarzaron en devastadoras peleas sobre la reforma de la Constituci¨®n. Primero fue la querella sobre el art¨ªculo 16, que regula el derecho de asilo, zanjada s¨®lo cuando la violencia neonazi lleg¨® a su cenit. Ahora es la cuesti¨®n de la presencia militar la que enfrenta al la clase pol¨ªtica. Pero, pese a su trascendencia y espectacularidad, estos dos temas no son m¨¢s que una peque?a parte del proceso de renovaci¨®n constitucional fijado en el Tratado de Unificaci¨®n, que va a suponer grandes cambios en la Ley Fundamental de 1949.
La comisi¨®n especial nombrada hace un a?o para revisar la Constituci¨®n, formada a partes iguales por 64 miembros de las dos C¨¢maras legislativas y, tambi¨¦n al 50%, por miembros de los partidos del Gobierno y de la oposici¨®n, tiene que presentar su. trabajo antes del pr¨®ximo marzo. El art¨ªculo 5 del Tratado de Unificaci¨®n entre los dos Estados alemanes estipula que en los dos primeros a?os tras su entrada en vigor deber¨ªan hacerse cambios en la Ley Fundamental. Un plazo que ya ha sido superado, aunque, de hecho, los diputados ya hayan empezado a discutir la reforma, al menos el debatido tema del asilo.Cuando, tras la unificaci¨®n, se abri¨® el proceso de reforma de la Constituci¨®n, los partidos de la coalici¨®n gubernamental (CDU, CSU y FDP) se mostraban reacios a tocar excesivamente la Carta Magna de 1949, que calificaban como "una de las mejores del mundo" y a la que s¨®lo hab¨ªa que hacer "algunos retoques". Por el contrario, la oposici¨®n socialdem¨®crata y la izquierda proviniente de la antigua RDA hablaban abiertamente de aprovechar la ocasi¨®n para redactar un nuevo texto y someterlo a refer¨¦ndum. Dos a?os despu¨¦s sucede todo lo contrario, por lo menos en los temas que m¨¢s se han debatido ante la opini¨®n publica.El art¨ªculo 5 del Tratado de Unificaci6n se refer¨ªa a cuatro ¨¢reas espec¨ªficas: el equilibrio entre el Gobierno central y los l¨¢nder en el contexto del sistema f¨¦deral alem¨¢n, donde los l?nder quieren m¨¢s garant¨ªas sobre su autonom¨ªa pol¨ªtica y financiera; la decisi¨®n sobre si Berl¨ªn y Brandeburgo deben seguir separados o convertirse en un solo land, la introducci¨®n en el texto constitucional de ciertas metas a las que todos los Gobiernos deben tender, entre los que se encuentran la salvaguarda del. medio ambiente y la aplicaci¨®n del art¨ªculo 146 de la Ley Fundamental, que dar¨ªa a los alemanes la posibilidad de votar en refer¨¦ndum sobre materias espec¨ªficas.
Autodisoluci¨®n
Uno de los cambios que puede transformar la pol¨ªtica alemana es la probable introducci¨®n del derecho a la autodisluci¨®n del Bundestag. (Parlamento). De aprobarse, ser¨ªa una novedad para la Alemania de la posguerra y romper¨ªa, hasta cierto punto, una de las reglas que m¨¢s han contribuido a la estabilidad pol¨ªtica de la Rep¨²blica Federal: el Procedimiento del voto de no confianza constructivo, que exige que cualquier intento de derribar al Gobierno s¨®lo prospere cuando hay otra mayor¨ªa en la C¨¢mara. La evidencia de un Parlamento mucho m¨¢s fraccionado en el futuro parece influir en favor de este cambio.Otro tema importante, y que parece marcar una tendencia generalizada entre los constitucionalistas, es la decisi¨®n de ampliar el periodo legislativo de cuatro a cinco a?os, evitando as¨ª la acumulaci¨®n de citas electorales, que, en ocasiones, cuando coinciden los l¨¢nder, las administraciones locales y el Parlamento Europeo, llegan a agotar al votante. Cuatro Estados ya lo han hecho. Igualmente, la duraci¨®n del mandato del presidente pasar¨¢ de cinco a siete a?os, aunque no podr¨¢ ser reelegido.La izquierda, que en un primer momento insisti¨® en incluir en la nueva Constituci¨®n elementos como el derecho al trabajo o la protecci¨®n constitucional de la igualdad de la mujer, parece resignada a que estos principios se queden en el mundo de las ideas y no en la letra de la Constituci¨®n, ya que esto ¨²ltimo podr¨ªa abrir una gran brecha jur¨ªdica que podr¨ªa abrumar de trabajo al Tribunal Constitucional.
Sin embargo, otra iniciativa de la izquierda, y que fue calificada de ut¨®pica por los conservadores,, la de introducir la posibilidad de recurrir a refer¨¦ndum para decidir sobre iniciativas populares, parece abrirse camino.
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