S¨¢nchez Albornoz, Lamana y Probst Solomon reviven su fuga de Cuelgamuros
En 1948, alentadas por Paco Benet -un antrop¨®logo espa?ol que estudiaba en Par¨ªs-, dos j¨®venes estadounidenses, Barbara Probst Salomon y Barbara Mailer -esta ¨²ltima hermana del autor de Los desnudos y los muertos-, deciden realizar un plan tan descabellado como eficaz: entrar en Espa?a y ayudar a dos estudiantes izquierdistas encarcelados, Manuel Lamana y Nicol¨¢s S¨¢nchez Albornoz, a salir del campo de concentraci¨®n franquista de Cuelgamuros, cuyos presos constru¨ªan el Valle de los Ca¨ªdos. Contra todo pron¨®stico, vivieron para contarlo y ayer recordaron su aventura en la madrile?a Residencia de Estudiantes."Lo real es lo absurdo". As¨ª describe la fuga el escritor Manuel Lamana, exiliado en Argentina, pa¨ªs en el que sigue viviendo. "Fue un plan ingenuo, pero eficaz", dice Barbara Probst Solomon, aquella joven que quiso poner su granito de arena en la defensa de los derechos humanos, sensibilizada por los horrores del fascismo y comprometida con la Rep¨²blica espa?ola. "La fuga tuvo ¨¦xito porque no estuvo organizada" se?ala Nicol¨¢s S¨¢nchez Albornoz, historiador y director del Instituto Cervantes. "Uno de los puntos fundamentales de nuestro ¨¦xito fue que nuestro grupo era tan peque?o que era imposible que hubiera infiltrados"; afirma S¨¢nchez Albornoz.
El factor suerte
Tambi¨¦n la suerte jug¨® a su favor. "Pensaron que la polic¨ªa jam¨¢s iba a sospechar de dos chicas tan j¨®venes. Apenas ten¨ªamos 18 a?os. Recuerdo que Paco Benet nos envi¨® a ver a un importante dirigente anarquista, Manuel Amit, que viv¨ªa en las afueras de Madrid para intentar sacarle tambi¨¦n. Cuando nos vio, pens¨® que nuestra juventud hac¨ªa imposible la fuga. Es un recuerdo triste porque Amit fue capturado y muri¨® en la c¨¢rcel", rememora Probst Solomon.El grupo eligi¨® un domingo para escapar debido a que la distancia horaria entre recuento y recuento era m¨¢s larga que en los d¨ªas laborables. Lamana y S¨¢nchez Albornoz burlaron la vigilancia y corrieron campo a trav¨¦s hacia el monasterio. All¨ª les esperaban Paco Benet y las mujeres en un coche. Tras 20 horas de viaje llegaron a Barcelona, donde ellas siguieron hacia Francia y los fugados cruzaron los Pirineos a pie hasta llegar al pa¨ªs vecino no sin antes sortear las dificultades producidas por la intensa lluvia y la falta de comida y br¨²jula. Para aumentar las dificultades, S¨¢nchez Albornoz sufri¨® la rotura de un tobillo.
La escritora Probst Solomon, de ascendencia jud¨ªa, quien perdi¨® a varios familiares en los campos nazis, vive ahora obsesionada con el color que est¨¢n tomando algunos acontecimientos en Europa: "Despu¨¦s de toda la historia. Es horrible que esto vuelva a ocurrir en Europa. Antes fueron los jud¨ªos, los gitanos. Ahora son los musulmanes de Bosnia. No pido que la gente se juegue la vida, sino que luche por ella".
Babelia
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