La directora del Cl¨ªnico de Zaragoza culpa del accidente a la empresa General Electric
Rosario Jaquotot, directora del hospital Cl¨ªnico de Zaragoza, acusada en el juicio por el accidente de] acelerador que caus¨® 20 muertes en 1990, culp¨® ayer de las consecuencias del fallo del aparato a la empresa General Electric, fabricante y encargada del mantenimiento del mismo. Jaquotot asegur¨® que en 1989 y en 1990 hab¨ªa enviado dos cartas a la direcci¨®n de la multinacional en Espa?a inst¨¢ndola a que comunicara cualquier reparaci¨®n del acelerador al servicio de protecci¨®n radiol¨®gica del hospital. "No sab¨ªa que incumpl¨ªan las normas que yo hab¨ªa dado", dijo.
La directora del hospital, una de las 11 personas sentadas en el banquillo de los acusados, precis¨® que dio dos tipos de instrucciones relativas a la instala ci¨®n del acelerador. Una de ellas a General Electric, con la que se firm¨® un contrato de mantenimiento. El citado contrato, por el que el Insalud ha pagado 14 millones de pesetas anuales, fue firmado por el director provincial del Insalud en Zaragoza. "Yo inform¨¦ favorablemente para el contrato, aunque no lo firm¨¦ porque la cifra exced¨ªa el m¨¢ximo que yo ten¨ªa autoriza do", matiz¨® Jaquotot.
La otra instrucci¨®n dada por la m¨¢xima responsable del hospital, seg¨²n manifest¨® al ser interrogada, fue dirigida a todos los jefes de servicio del hospital Cl¨ªnico que ten¨ªan a su cargo instalaciones y aparatos radiol¨®gicos.
La orden les obligaba a comunicar cualquier incidencia al servicio de protecci¨®n radiol¨®gica. Jaquotot afirm¨® que ni esa instrucci¨®n interna ni la di rigida a la General Electric se cumplieron al registrarse el fa llo del acelerador el 5 de diciembre de 1990.
Aclar¨® que esas instrucciones no fueron ordenadas en ning¨²n momento a la directora de enfermer¨ªa, Pilar Comet, que entonces ocupaba ese cargo y es otra de las inculpadas en el juicio.
Normas incumplidas
A preguntas de uno de los abogados sobre qui¨¦n incumpli¨® las normas al producirse el fallo del acelerador, la directora contest¨®: "Yo di instrucciones al jefe de servicio de oncolog¨ªa radiol¨®gica [en referencia a la comunicaci¨®n de aver¨ªas de los aparatos], pero la que seguro que incumpli¨® las normas fue General Electric. No me refiero al t¨¦cnico Mariano Conte, sino a la empresa, porque sab¨ªa que ten¨ªa que comunicar cualquier reparaci¨®n al servicio de f¨ªsica", zanj¨®.
La querella presentada por parte de las familias de los afectados el pasado lunes contra el consejo de administraci¨®n de la multinacional en Espa?a se encuentra en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Zaragoza, aunque su titular no ha tomado a¨²n una decisi¨®n.
Portavoces de las familias que han impulsado la nueva acci¨®n judicial se?alaron la posibilidad de que el ex presidente del Senado y firmante de la querella Jos¨¦ Federico de Carvajal se traslade estos d¨ªas a Zaragoza.
Licencias de operadores
La directora del hospital afirm¨® que no recibi¨® quejas de la falta de licencias para operadores del acelerador y tampoco del servicio de protecci¨®n radiol¨®gica del centro.
Igualmente, Rosario Jaquotot asegur¨® que el Consejo de Seguridad Nuclear no le plante¨® problemas sobre la capacitaci¨®n y n¨²mero de licencias de operadores del acelerador.
Jaquotot precis¨® que, con posterioridad al accidente, la General Electric le ofreci¨® un cuarto sistema de seguridad para el acelerador. Se trata de un mecanismo que impide que el aparato irradie dosis mayores a las programadas por los operadores.
"Me lo ofreci¨® Pietro Torrisio [directivo de la empresa en Espa?a] en una carta". A continuaci¨®n, "coste cero" fue la respuesta de la directora cuando fue preguntada sobre el coste del aparato.
Por su parte, la ex directora de enfermer¨ªa del Cl¨ªnico de Zaragoza Pilar Comet se exculp¨® ayer al declarar en el juicio afirmando que las instalaciones radiactivas del centro no eran competencia de la direcci¨®n de enfermer¨ªa.
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