Alfaya novela al ¨²ltimo inquisidor en 'Eminencia'

Javier Alfaya (Bayona, Pontevedra, 1939) ha recreado en su primera novela -Eminencia o la memoria fingida (Alfaguara)- la vida del ¨²ltimo inquisidor, en una ¨¦poca a caballo de los siglos XVIII y XIX. El relato de Alfaya, escrito en primera persona, est¨¢ repleto de intriga pol¨ªticas y amorosas sobre un fondo de momentos hist¨®ricos como la Guerra de la Independencia y los fusilamientos del 2 de mayo, y con figuras como Carlos IV, Godoy o Napole¨®n.

"La idea de la novela naci¨® de una lectura de El se?or inquisidor y otras vidas por oficio, de Julio Caro Baroja", explic¨® Javier Al faya durante la presentaci¨®n del libro anteayer en Barcelona. "Me fascin¨® que el personaje del ¨²ltimo inquisidor, Arce y Reinoso, fuera mas¨®n, mujeriego y ateo notorio".Alfaya, que tiene una larga experiencia como cr¨ªtico literario y como traductor, hab¨ªa publicado anteriormente dos libros de poes¨ªa y uno de narraciones, El traidor melanc¨®lico (1991). "El mejor curso de literatura que he recibido en mi vida", confes¨® Alfaya, "fue traducir junto con mi esposa [Barbara McShane] Bajo la mirada de occidente, de Joseph Conrad, que es un ejemplo de construcci¨®n perfecta".

Alfaya, que subray¨® su reticencia a hablar del presente utilizando la narrativa hist¨®rica, manifest¨®: "No quise escribir una novela hist¨®rica y la historia que aparece en mi novela es casi un pretexto". "Procur¨¦ huir", a?adi¨®, "de la construcci¨®n de edificios, trajes y carruajes de ¨¦poca, ya que es una tramoya que me deja fr¨ªo".

La iron¨ªa que flota en distintos paisajes de la novela la justific¨® Alfaya con las siguientes palabras: "Es que soy gallego y nosotros, los gallegos, siempre utilizamos la iron¨ªa como defensa".

Para elaborar el cuidado estilo literario de Eminencia, donde abundan los momentos de sensualidad y unas buenas dosis de iron¨ªa, se?al¨® Alfaya que ha tratado de encontrar "un tono neutro, que no sonara ni a moderno ni a antigualla", y tambi¨¦n ha procurado "evitar que el personaje del inquisidor hiciera grandes frases sobre Espa?a". "Otra cosa de la que he intentado huir es de la de que se me colaran anacronismos, tanto en el lenguaje como en la ambientaci¨®n".

Homenaje a Flaubert

Alfaya confes¨® que al final de la novela se hab¨ªa permitido un "homenaje al gran maestro Flaubert", al situar los ¨²ltimos d¨ªas del inquisidor en un escenario que tom¨® prestado de La educaci¨®n sentimental.Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, que realiz¨® la presentaci¨®n de Eminencia en Barcelona, se?al¨®: "La novela es prote¨ªna pura, y Alfaya ha salvado con creces el compromiso que obliga a un cr¨ªtico bragado a mostrar la calidad en su primera novela".

La ¨¦poca en que se sit¨²a la novela la calific¨® V¨¢zquez Montalb¨¢n de interesant¨ªsima, ya que, dijo, "hay en ella un pulso entre lo nuevo y lo viejo, y describe una Espa?a insuficientemente ilustrada que trataba de subirse al carro de la Revoluci¨®n Francesa sin que hubiera revoluci¨®n".

Destac¨® asimismo V¨¢zquez Montalb¨¢n el acierto de Alfaya al elegir como personaje central a un jefe de la Inquisici¨®n que es un descre¨ªdo. "No es tan raro como parece", sentenci¨®, "ya que recientemente tambi¨¦n hubo un secretario general del PCUS que no cre¨ªa en la revoluci¨®n".