Schuster y la Iglesia de Cienciolog¨ªa

He le¨ªdo en su diario del d¨ªa 15 de enero un art¨ªculo en relaci¨®n al futbolista Schuster. En ese art¨ªculo se nombra la Iglesia de Cienciolog¨ªa, de la que soy presidenta. Por ello le refiero la presente queri¨¦ndole aclarar que no tego ninguna noticia de que Schuster sea miembro de mi Iglesia y aclarar tambi¨¦n que los cienci¨®logos solemos ir, como cualquier persona, al m¨¦dico, seguimos los tratamientos y nos dejamos inyectar lo prescrito por el doctor para curar nos f¨ªsicamente. Las razones por las que Schuster no lo hace ser¨¢n muy suyas y respetables. Aunque esta noticia ha sido aireada por demasiados medios de comunicaci¨®n, la explicaci¨®n del art¨ªculo de EL PA?S sobre mi Iglesia me ha extra?ado, ya que a la Redacci¨®n de su diario han ido llegando puntualmente las noticias sobre los puntos de evoluci¨®n judicial que, corno sabe, han ocurrido en la Audiencia Nacional. Entre ellos, el m¨¢s notable ha sido la absoluci¨®n del delito de estafa que se nos imputaba. Cienciolog¨ªa es una religi¨®n reconocida en numerosos pa¨ªses: Estados Unidos, Alemania, Italia, Reino Unido, Dinamarca, Costa Rica, Canad¨¢, Suiza y un largo etc¨¦tera. Una vez m¨¢s, me veo con la triste realidad de que en Espa?a es demasiado gratuito y frecuente creerse lo que diga cualquiera. Porque ahora que, como imagino, Schuster desmentir¨¢ su relaci¨®n con la Iglesia de Cienciolog¨ªa, ?c¨®mo queda EL PA?S al explicar tan desacertadamente su pertenencia a Cienciolog¨ªa y qu¨¦ sentido tiene la desacreditaci¨®n inmerecida que se ha publicado en su diario de los cienci¨®logos? Conf¨ªo en que usted, como director del diario, pueda imponer un poco m¨¢s de veracidad a la hora de dar una noticia como ¨¦sta, ya que somos cientos las personas que profesamos esta religi¨®n y nos sentimos discriminadas. Ninguna persona de su diario se ha puesto en contacto con nosotros para confirmar si Schuster per-

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tenece o no a nuestro credo. Lo han dado por hecho y lo han utilizado muy partidistamente. Deber¨ªan tener con nosotros la misma consideraci¨®n que tienen con otras Iglesias, como la cat¨®lica. No he o¨ªdo nunca, ni espero o¨ªr lo, que la conducta extra?a o diferente de un cat¨®lico sirva para calificar su religi¨®n. Si un cat¨®lico roba, no se dice que la Iglesia cat¨®lica sea criminal. Creo que tenemos el mismo derecho a existir que cualquier otra religi¨®n, y este derecho est¨¢ establecido y es soberano por nuestra Constituci¨®n.-

Presidenta de la Iglesia de Cienciolog¨ªa.