Los castos y los lascivos

No pocos te¨®ricos consideran que la b¨²squeda pol¨ªtica de la diferencia y su permanente invocaci¨®n responde, en ¨²ltima :instancia, a la idea de la superioridad, aunque no llegue jam¨¢s a enunciarse. El escritor Julio Caro Baroja cree que esa idea est¨¢ marcadamente presente en el pensamiento del fundador del PNV, Sabino Arana. "Eso resulta evidente cuando se estudia la curiosa clasificaci¨®n de los pueblos que hizo Sabino Arana. Seg¨²n ¨¦l, el vasco", dice Caro Bareja, "era casto y puro, y el maketo, un ser lujurioso, lascivo". La caracterizaci¨®n despectiva de los pueblos vecinos es una constante de todos los nacionalismos.Caro Baroja sostiene la teor¨ªa de que los nacionalismos surgen en las zonas econ¨®micamente m¨¢s pr¨®speras como una reacci¨®n cr¨ªtica a la debilidad del Estado. A su juicio, eso permite explicar la soberbia del aranismo y su creencia de que los vascos eran "nobles, altos, hermosos y atl¨¦ticos, mientras que los castellanos eran m¨¢s bien lo contrario. Despu¨¦s de habernos inventado el mito del vasco ecu¨¢nime, noble y sereno, ahora resulta", comenta Caro Baroja, "que nos mostramos tan violentos y temperamentales como los sicilianos".