Pactos a tres bandas en Filipinas
Ramos trata con los golpistas y con las guerrillas comunista y musulmana
Filipinas, debilitada por d¨¦cadas de fuerte actividad guerrillera e intentonas golpistas, impulsa un triple proceso negociador: con la insurgencia comunista, la ultraderecha militar golpista y los secesionistas musulmanes. La meta es erradicar la violencia para favorecer el clima inversor y dedicar el esfuerzo a la urgente reconstrucci¨®n de la econom¨ªa nacional, una de las m¨¢s atrasadas de todo el este asi¨¢tico.
Los interlocutores m¨¢s asequibles son los militares que intentaron en seis ocasiones el derrocamiento del primer Gobierno democr¨¢tico desde que la. revoluci¨®n popular de 1986 expuls¨® al dictador Ferdinand Marcos. Los contactos prosiguen con los grupos comunistas armados, pero las esperanzas de arreglo son menores en los campamentos que a¨²n enarbolan la hoz y el martillo. "Estar¨ªa dispuesta a bailar con ellos un corrido proletario s¨ª con ello se avanza hacia la paz", asegura Hayd¨¦e Yorac, representante del Gobierno del presidente Fidel Ramos en la Comisi¨®n de Unificaci¨®n Nacional, organismo creado para llevar a efecto las conversaciones.Los rebeldes comunistas, decanos en el sureste regional, cumplen 23 a?os de lucha contra el Gobierno de Manila, y en los tiempos de mayor fuerza sumaron 25.000 hombres en armas. Ahora no pasan de 10.000 y controlan un 10% del suelo rural, cuando llegaron a ocupar cerca de un 20%, seg¨²n los c¨¢lculos m¨¢s fiables. Su capacidad operativa, de todas formas, es importante.
El Gobierno que: sucedi¨® a Coraz¨®n Aquino en las elecciones de mayo del pasado a?o afronta insurrecciones; pol¨ªticas de signo diverso, agravadas por la end¨¦mica actuaci¨®n de las partidas de bandoleros que secuestran y asesinan en Manila o en los atolones del sur. Se intent¨® primero la fuerza y, despu¨¦s la negociaci¨®n, previa liberaci¨®n de 400 prisioneros. Incapaz de barrer militarmente a la insurgencia comunista, el presidente Ramos parece dispuesto a serias concesiones.
Las primeras diferencias han surgido, sin embargo, en el emplazamiento de la mesa de negociaciones. El Gobierno considera que se trata de un asunto interno y propone que las conversaciones se celebren en Filipinas, contra el criterio de los dirigentes marxistas, que piden una ciudad extranjera.
"Abandonaremos los con tactos si Ramos los utiliza para desviar la atenci¨®n de la brutalidad de la guerra total desencadenada contra nosotros", advirti¨® desde su exilio en Holanda el patriarca Jos¨¦ Mar¨ªa Sison, fundador del Partido Comunista Filipino el 26 de diciembre de 1968.
Ricardo Reyes, antiguo secretario, asegur¨® que las guerrillas discrepan con Sison y podr¨ªan ignorar sus anacr¨®nicos planteamientos mao¨ªstas y desoir sus indicaciones en la guerra de guerrillas. Fuentes oficiales indicaron, por su parte, la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito contin¨²a.
Los musulmanes del Frente Nacional de Liberaci¨®n Moro, que persiguen un Estado independiente en la isla sure?a de Mindanao, permanecen controlados por las Fuerzas Armadas. El l¨ªder musulman secesionista m¨¢s conocido, Nur Misuari, con residencia en Arabia Saud¨ª, exige que participe en las conversaciones la Conferencia Isl¨¢mica, que en 1976 promovi¨® un acuerdo entre el Frente Nacional de Liberaci¨®n Moro y el depuesto dictador Marcos. La aplicaci¨®n del documento, con una mayor autonom¨ªa en las provincias musulmanes de una naci¨®n mayoritariamente cat¨®lica, no fue posible al discreparse sobre sus l¨ªmites. Las gestiones se reanudan para salvar el acuerdo y evitarse revueltas independentistas, como en las que en la d¨¦cada de los a?os setenta se cobraron 50.000 v¨ªctimas. Las perspectivas son m¨¢s favorables en el proceso abierto conlos militares, que han perdido influencia en los cuarteles despu¨¦s de las seis fracasadas intentonas golpistas contra el Gobierno de Coraz¨®n Aquino.
El Gobierno y los rebeldes tratan tambi¨¦n de fijar las indemnizaciones a las familias de los cientos de personas muertas o heridas en el transcurso de los cruentos golpes registrados en tre 1987 y 1989.
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