Ciudadanos m¨¢s viajeros

Los chinos viajan m¨¢s con Deng Xiaoping. Una gran parte de ellos gana 3.300 pesetas al mes y no puede permitirse el lujo de pagar las 90.000 pesetas por metro cuadrado de un apartamento en la zona comercial de Pek¨ªn. Pero el segundo empleo, una novedad en China, al igual que los combates de boxeo profesional que esta semana se anuncian en la capital con p¨²giles extranjeros, facilita una mayor movilidad interior.Seg¨²n datos oficiales, 300 millones de nacionales, de un total de 1.200 millones, viajaron por el interior en 1992, un 25% m¨¢s que en 1991. Shanghai y Guangdong son los lugares preferidos. La agencia tur¨ªstica oficial de la provincia m¨¢s desarrollada de China carga 80.000 pesetas por un circuito de ocho d¨ªas, una cantidad equivalente al salario de dos anos de un trabajador en una provincia "no especial" y al ahorro posible en cinco a?os. "Viajan en avi¨®n o en tren, c¨®modamente en coches-cama; igual que la mayor¨ªa de los turistas de Hong Kong o Taiwan", destacan fuentes period¨ªsticas chinas. Campesinos acomodados, empleados urbanos y asalariados en empresas mixtas son los principales clientes.

"No perdamos la oportunidad. China no siempre tiene tantas oportunidades para desarrollarse", anim¨® Deng Xiaoping, ganada la batalla a los partidarios de frenar el proceso. No hay se?ales de que el pa¨ªs quiera desaprovechar la ocasi¨®n. A pesar de haberse disparado algunas alarmas, el Banco de China mantendr¨¢ la actual generosidad crediticia -en 1992 prest¨® 62.000 millones de d¨®lares- e incluso hay planes para incrementar el desembolso. El objetivo de todas formas es evitar los ¨ªndices inflacionarios de 1988, factor esencial en el malestar que llev¨® a las multitudinarias manifestaciones de la plaza de Tiananmen un a?o despu¨¦s.