Por ca?ones
La nieve ha vuelto a la sierra de Guadarrama, pero no 'tapa' la crisis de la comarca
Paisaje blanco al fin. Y el panorama sigue siendo negro. Las tres estaciones de esqu¨ª madrile?as han vuelto a tener nieve -y llenazo de p¨²blico- en las ¨²ltimas semanas. Pero la nevada no tapa la crisis. Es una peque?a alegr¨ªa para una situaci¨®n desoladora que el Gobierno regional pretende arreglar con el Plan del Guadarrama, a¨²n por discutir en la Asamblea. Proyecta, entre otras cosas, instalar ca?ones para producir nieve artificial. Los ecologistas se oponen, pero en los pueblos cercanos se suspira por ello. Mientras, los 300.000 esquiadores madrile?os se tienen que exiliar.
A?o de nieves, a?o de bienes. Y en Guadarrama m¨¢s, podr¨ªa a?adir el refr¨¢n. El paisaje blanco, a 60 kil¨®metros de Madrid, tiene bellezas a?adidas: afluencia de p¨²blico y volumen de negocio. "SI hay nieve, un d¨ªa de fin de semana suben entre 25.000 y 30.000 personas, que se reparten entre Valcotos, Navacerrada y Valdesqu¨ª. Cuando no la hay, nos damos con un canto en los dientes si vienen 600", afirma el presidente de la Asociaci¨®n de Empresarios del Puerto de Navacerrada, Miguel ?ngel Cant¨®n.El drama es que, como dicen los viejos del lugar, cada vez nieva menos -en lo que va de temporada apenas se ha podido esquiar en Navacerrada y Valcotos; en Valdesqu¨ª, algo m¨¢s-. Por eso la creaci¨®n de nieve mediante la propulsi¨®n de agua, nieve artificial, aparece como la gran panacea para la zona. Este sistema -los ca?ones lanzan agua pulverizada que la temperatura ambiente convierte en copos- existe pr¨¢cticamente en todas las estaciones espa?olas, excepto en las madrile?as, seg¨²n los datos de la Asociaci¨®n Tur¨ªstica de Estaciones de Esqu¨ª y Monta?a (Atudem).
El Gobierno regional, que tambi¨¦n ve la nieve como motor de desarrollo, ha previsto la instalaci¨®n de ca?ones en Navacerrada -estaci¨®nexplotada por una empresa semip¨²blica- y en Valdesqu¨ª (privada). Esta medida est¨¢ comprendida en el m¨¢s, amplio Plan del Guadarrama, pendiente de aprobaci¨®n en la Asamblea.
Ca?ones de nieve para blanquear la crisis, que repercute en una amplia comarca. "Llevamos 15 a?os tirando de la manta y ya estamos durmiendo en el suelo. La situaci¨®n econ¨®mica es muy grave", asegura Pepe Arias, un hist¨®rico hostelero del puerto de Navacerrada. Cant¨®n, del mismo gremio, aporta su propio ejemplo: "He llegado a tener 40 empleados las temporadas buenas. Ahora s¨®lo tengo 10". Seg¨²n sus datos, los 40 empleos que hay actualmente en la hosteler¨ªa "se multiplicar¨ªan por cinco o seis" con los ca?ones.
'Sequ¨ªa' econ¨®mica
Ahora los empresarios del puerto estudian la posibilidad de pedir ayudas p¨²blicas para solventar la sequ¨ªa econ¨®mica. No son los ¨²nicos preocupados, aunque nadie cuantifica el volumen econ¨®mico que lleva aparejado el manto blanco. "Acusamos much¨ªsimo la falta de nieve, porque una parte importante de la vida econ¨®mica del pueblo depende de ella", asegura el alcalde de Navacerrada, Aurelio Rubio Alonso (independiente). En el t¨¦rmino de este pueblo de 1.650 habitantes hay unos 30 restaurantes y media docena de hoteles.El alcalde de Cercedilla (3.912 almas), Enrique Espinosa (independiente), lo ve muy claro: "S¨®lo vivimos del turismo y del deporte. Nuestro futuro depende de la reestructuraci¨®n del puerto".
No es s¨®lo cuesti¨®n de nieve. La reordenaci¨®n del puerto de Navacerrada es uno de los pilares del Plan del Guadarrama, elaborado por la Comunidad de Madrid y pendiente de discusi¨®n en la Asamblea. El alcalde de Cercedilla lo defiende con ah¨ªnco. "Lanzamos un SOS para que lo aprueben cuanto antes", pide. El proyecto pretende convertir el puerto en una estaci¨®n de monta?a con actividad todo el a?o -ciclismo, senderismo, etc¨¦tera- Pero no se olvida su condici¨®n de veterano (y anticuado) centro de esqu¨ª, al que quiere dotar de nieve artificial en las cuatro pistas m¨¢s bajas. Tambi¨¦n prev¨¦ instalar remontes m¨¢s r¨¢pidos: as¨ª, la capacidad pasar¨ªa de los 1.800, esquiadores actuales a 3.000.
Los ecologistas se oponen frontalmente a ello. Ya ganaron la batalla cuando se proyect¨® instalar ca?ones en Valcotos, en 1988. "La nieve artificial destroza el ecosistema", dice rotundamente Miguel ?ngel Ortega, de la asociaci¨®n Aedenat. "Hay que entubar las laderas, almacenar agua..., y ¨¦stas son zonas delicadas de alta monta?a. Se carga la vegetaci¨®n y la fauna. Adem¨¢s, con los ca?ones todav¨ªa habr¨ªa m¨¢s gente", a?ade. "No podemos sobrepasar lo que la naturaleza nos permite", sentencia.
70 d¨ªas blancos
"La nieve producida artificialmente no da?a absolutamente nada", replica Alfonso Arroyo, consejero delegado de Transportes A¨¦reos del Guadarrama, SA (TAGSA), la empresa con mayor¨ªa de capital p¨²blico que explota Navacerrada. Seg¨²n sus datos, se necesitan 70 d¨ªas blancos para alcanzar un coste cero de explotaci¨®n. Cuando la hay, emplea a 50 personas; cuando no, a 10. La pasada temporada los ingresos por remontes -35 millones de pesetas- cubrieron s¨®lo la mitad de los gastos, evaluados en 70 millones."Los ca?ones sirven, pero no son la soluci¨®n, sino un complemento. Es imprescindible montarlo bien", advierte el ge¨®logo ?ngel Saiz, gerente de la Asociaci¨®n Tur¨ªstica de Estaciones de Esqu¨ª y Monta?a. Calcula que un metro c¨²bico de nieve artificial cuesta 300 pesetas.
El representante de TAGSA -empresa bajo los auspicios del Gobierno regional- apuesta por redise?ar la estaci¨®n integralmente para lograr que sea "un servicio p¨²blico mejor". Am¨¦n de reforestar, plantea regular los usos y ofrecer una oferta complementaria al esqu¨ª. El presupuesto previsto para este a?o es de 470 millones de pesetas, dinero que no llegar¨¢ hasta que la Asamblea no apruebe el plan del Guadarrama.
En Navacerrada, Rom¨¢n Verdesoto, casi medio siglo alquilando esqu¨ªs, mira al cielo. De ah¨ª viene el man¨¢ del puerto. "Hay que arreglar esto. A fin de cuentas, de estas pistas han salido las ¨²nicas medallas ol¨ªmpicas espa?olas", dice con orgullo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.