?Corredores hacia d¨®nde?

LA ENTRADA en vigor combinada de la Ley del Mercado de Valores y del Acta ?nica ha cuestionado la existencia de una profesi¨®n surgida en sus perfiles actuales hace m¨¢s de un siglo, en plena revoluci¨®n liberal, con la desaparici¨®n de los monopolios: los corredores de comercio. Con la primera desapareci¨® la intermediaci¨®n atribuida a los agentes de cambio y bolsa en las transacciones burs¨¢tiles, pasando a sociedades y a agencias de valores, y con el Acta ?nica ha quedado prohibida en el ¨¢mbito comunitario toda atribuci¨®n de privilegios a la mediaci¨®n en las dem¨¢s ramas de la actividad comercial. Para hacer frente a esta nueva situaci¨®n, los ministerios de Econom¨ªa y de Justicia preparan un anteproyecto de ley que intenta abrir nuevas expectativas profesionales a este colectivo.?Es, sin embargo, la pura y simple integraci¨®n de estos profesionales en el notariado la f¨®rmula m¨¢s adecuada para resolver la situaci¨®n planteada, como pretende el anteproyecto? Los protagonistas lo dudan, dada la diferente naturaleza de las dos profesiones. Y los notarios, colectivo que padece la integraci¨®n, temen sus efectos. No es balad¨ª que 630 plazas de las 2.058 que forman la demarcaci¨®n notarial queden ocupadas mediante el desembarco indiscriminado y de una sola vez del colectivo en extinci¨®n.

Es cierto que la integraci¨®n de notarios y corredores de comercio contemplada en el anteproyecto de ley acabar¨ªa con una situaci¨®n que ha favorecido la idea de que existen dos fes p¨²blicas extrajudiciales, unificando dicha actividad en tomo a la funci¨®n notarial. Este reconocimiento constituir¨ªa, sin duda, un reforzamiento pol¨ªtico de la instituci¨®n notarial, si se tiene en cuenta que su utilidad ha sido fuertemente cuestionada en los ¨²ltimos a?os desde determinados ¨¢mbitos sociales y doctrinales. Pero la mezcolanza de dos cuerpos profesionales tan distintos como el de notarios y el de corredores de comercio -por formaci¨®n, cultura, origen y tradici¨®n- puede generar un da?o todav¨ªa m¨¢s grave: el desequilibrio del fiel de la balanza hacia un menor nivel de la calidad jur¨ªdica y la ralentizaci¨®n de los ritmos del tr¨¢fico mercantil. Mientras la funci¨®n notarial se justifica en el asesoramiento jur¨ªdico previo de las partes y en el subsiguiente control de legalidad para conformar cada negocio jur¨ªdico al marco legal adecuado, la del corredor de comercio se reduce fundamentalmente a una mediaci¨®n en el tr¨¢fico comercial, desarrollada sobre todo en el ¨¢mbito financiero con la amplia difusi¨®n de los pr¨¦stamos y cr¨¦ditos bancarios, afianzamientos, operaciones de leasing, etc¨¦tera.

Si la Administraci¨®n apuesta por la integraci¨®n de los corredores de comercio, y no por su reconversi¨®n en mediadores profesionales libres en la intervenci¨®n financiera o mercantil, quiz¨¢ lo m¨¢s acertado ser¨ªa diluir el impacto de la medida en varios cuerpos administrativos o profesionales con los que no tienen mayor disimilitud que con el notarial. Esta soluci¨®n viene facilitada por su diversa formaci¨®n acad¨¦mica: licenciados en Derecho unos, economistas y antiguos profesores mercantiles otros. Parece razonable que los cuerpos de auditores o de inspecci¨®n tributaria de la Administraci¨®n acogieran a los corredores de comercio con formaci¨®n econ¨®mica, en tanto que los cuerpos t¨¦cnicos, incluido tambi¨¦n el notariado, hicieran lo propio con los que tienen una formaci¨®n jur¨ªdica. Se trata de dar una soluci¨®n justa y apropiada a un grave problema humano y profesional, pero evitando que lo mejor para unos sea lo peor para otros.