Las salas municipales tambi¨¦n incumplen
Los teatros denuncian arbitrariedades
La casi treintena de teatros de Madrid incumplen, sin excepci¨®n, la normativa. Sus empresarios lo saben. La mayor¨ªa se han preocupado por estar, al d¨ªa, pero nei tienen medios para luchar contra la dispersa legislaci¨®n. Tambi¨¦n son conscientes de que, ante cualquier eventual problema, est¨¢n en manos de las autoridades municipales, quienes, con la ley en la mano, pueden precintar ma?ana, adem¨¢s del amenazado Alfil, la totalidad de los teatros madrile?os, incluidos los de propiedad p¨²blica (central, municipal o auton¨®mica). ?sta es la situaci¨®n de los principales teatros.ALC?ZAR
Los asesores t¨¦cnicos de este teatro (calle, de Alcal¨¢, 20) creen que, al haber ejecutado todas las obras que le han requerido los t¨¦cnicos municipales, cumplen con la normativa vigente. Este teatro ha sido vigilado especial mente a ra¨ªz del accidente del Alcal¨¢ 20 (discoteca situada en el mismo edificio, en la que murieron 82 personas). Por aquel entonces, el Alc¨¢zar busc¨® su licencia de apertura, y no la encontraron ni siquiera en los archivos del Ayuntamiento. "El intento de actualizar toda la documenta ci¨®n se ha vuelto contra nosotros. Ahora nos tratan como si fuera un teatro de 1992, cuando la licencia antigua era de 1926". A¨²n esperan respuesta oficial.
TEATRO C?MICO
Algo parecido ocurri¨® a los responsables de este teatro (paseo de las Delicias) cuando no hace mucho quisieron poner una m¨¢quina tragaperras en el ambig¨² de la sala y se dieron cuenta de que no ten¨ªan papeles. Como muchos, la solicitud de licencia sigue en tr¨¢mite desde hace tiempo. Su gerente coment¨® a este diario: "Si el Ayuntamiento quiere regirse por las leyes, nos cogen a todos por cualquier lado".
MARAVILLAS
En similares t¨¦rminos se expresa Alberto Garc¨ªa Madrigal, gerente de este local (calle de Manuela Malasa?a), quien afirma que las normas establecidas no las cumplen ning¨²n teatro ni cine, y a?ade: "Tampoco ning¨²n centro p¨²blico, ni siquiera la alcald¨ªa o el Palacio Real; en muchos casos, la reglamentaci¨®n es bastante salvaje, y si se tuviese que cumplir no habr¨ªa nada abierto, hay unos m¨ªnimos y ¨¦sos s¨ª los cumplimos muchos".
F?GARO
Luis San Francisco, gerente del F¨ªgaro (calle del doctor Cortezo), dice tajante: "Quien hace la ley hace la trampa, y si quieren nos pillan, aunque intentamos hacer lo imprescindible para que no haya riesgo". Tampoco tiene licencia de funcionamiento.
BELLAS ARTES
Pedro Portes, gerente de este teatro (Marqu¨¦s de Casa Riera), afirma que ellos creen cumplir todas las normas y asegura tener informe favorable de Protecci¨®n Civil y estar en posesi¨®n de la licencia de apertura y de funcionamiento. No obstante, para acceder al patio de butacas de ese teatro hay que descender tres pisos por debajo del nivel de la calle, no hay pasillos laterales en el patio de butacas, los camerinos situados detr¨¢s del escenario no tienen ventilaci¨®n y las licencias no han sido actualizadas.
NUEVO APOLO
En situaci¨®n menos ca¨®tica, pero tambi¨¦n ilegal -como todos, al carecer de licencias-, se encuentra esta sala (plaza de Tirso de Molina), que, como el Bellas Artes, est¨¢ dirigida por Jos¨¦ Tamayo, uno de los grandes del teatro espa?ol desde hace d¨¦cadas.
MARQUINA
Uno de los teatros de Madrid que m¨¢s ha luchado por estar en la legalidad, sin conseguirlo, es el Marquina (calle de Prim). En los ¨²ltimos dos a?os ha tenido nueve inspecciones de Protecci¨®n Civil, y en cada una de ellas se ha aplicado un criterio diferente a la hora de solicitar reformas. Es curioso ver una pared del Marquina en la que su empresario, Alejandro Coluvi, ped¨ªa a los t¨¦cnicos del Ayuntamiento que hicieran una marca para saber por d¨®nde deb¨ªan ir las contrapuertas. La pared tiene tantas marcas como expertos pasaron por all¨ª. "Es una verdadera inmoralidad c¨®mo funcionan los ayuntamientos; aunque cumplamos la normativa, pasas d¨¦cadas sin las licencias, eso sin mencionar las presiones que se reciben de los polic¨ªas municipales que: van a inspeccionar", comenta Coluvi, quien cree estar en la legalidad despu¨¦s del martirio sufrido. La ampliaci¨®n de licencia de funcionamiento tampoco la tiene concedida.
TEATRO DE LA COMEDIA
Lo de empresario teatral le viene a Tirso Escudero de casta. Su abuelo y su padre tambi¨¦n lo fueron. Es el propietario de la Comedia (calle del Pr¨ªncipe), sede de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, que dirige Adolfo Marsillach. Cuando se le comenta el motivo de la visita se echa a re¨ªr. Ya no le queda otra cosa ante la impotencia que vive por no poder estar en regla. "No tengo licencia de funcionamiento, al igual que todos, y el que dice tenerla no la ense?a porque seguramente no est¨¢ en regla". Escudero se queja tambi¨¦n de que cada seis meses les obligan a hacer cosas distintas, sin saber cu¨¢l es el criterio que siguen a la hora de pedir reformas.
INFANTA ISABEL
Situado en la calle del Barquillo, es popular entre la profesi¨®n teatral por ser poseedor de los camerinos m¨¢s cutres de la ciudad. Lleva cinco a?os con un proyecto de reforma, pendiente de aplicaci¨®n, en el que se recogen las directrices. del Protecci¨®n civil. Pero no se han abordado las obras.
ZARZUELA
El teatro de la Zarzuela (Jovellanos), propiedad del Ministerio de Cultura,que dirige Emilio Sagi, vive entre continuas reformas: "Intentamos hacer lo que nos dicen, pero nunca sabemos lo que nos pueden pedir ma?ana". Mientras, las licencias tramitadas siguen sin entregarse.
MAR?A GUERRERO
Jos¨¦ Carlos Plaza, director del Centro Dram¨¢tico Nacional, (calle de Tamayo y Baus), tambi¨¦n de Cultura, ¨¢bri¨® hace cuatro meses una botella de champa?a para celebrar con su equipo la llegada de la licencia de apertura, pese a que funciona desde 1885 (entonces se llamaba teatro de la Princesa). Ahora, a pesar de las reformas de los ¨²ltimos a?os, siguen en la ?legalidad por la dichosa licencia de funcionamiento, que no llega. "Aunque desde el punto de vista t¨¦cnico los teatros p¨²blicos est¨¢n m¨¢s preparados, todos tienen deficiencias desde el punto de vista legal", comenta Plaza, "la ley est¨¢ mal hecha, es una verg¨¹enza, ya que el Ayuntamiento est¨¢ para protegernos, no para poner trabas, tienen que dar una respuesta inmediata porque es su obligaci¨®n".
SALA OLIMPIA
Situado en la castiza plaza de Lavapi¨¦s, este teatro, que acoge al Centro Nacional de Nuevas Tendencias Esc¨¦nicas, tambi¨¦n lleva a?os de continua reforma. Seg¨²n el t¨¦cnico de Protecci¨®n Civil que aparezca se solicitan cosas distintas. Su director, Guillermo Heras, est¨¢ hasta la coleta (la suya es larga y morena) de las arbitrariedades: "Tenemos que hacer un esfuerzo por ambas partes para evitar que pidan chorradas y conseguir que se haga lo importante; no existe un criterio unificado y se ha creado una situaci¨®n de gran inestabilidad".
TEATROS MUNICIPALES .
La situaci¨®n de los teatros municipales, como el Centro Cultural Galileo, (CCG), el Teatro Espa?ol, el Centro Cultural de la Villa de Madrid (CCVM) y el Teatro Madrid no es distinta, aunque pertenezcan al Ayuntamiento. El Galileo no tiene las butacas ancladas, una de los argumentos del edil ?ngel Matanzo a la hora de amenazar al teatro Alfil con el cierre; el Centro de la Villa no tiene el obligatorio tel¨®n de acero cortafuegos, solicitado hace tiempo por Protecci¨®n Civil; El teatro Espa?ol (Santa Ana) ha registrado varias visitas de inspecci¨®n -dos en los ¨²ltimos cuatro meses- y a¨²n est¨¢n pendientes de terminar lo que se les ha solicitado, por lo que no pueden tener la licencia de funcionamiento actualizada. 'El teatro Madrid (en La Vaguada) tiene unos pasillos de camerinos por los que no cabe una actriz con miri?aque, hay varias butacas del piso m¨¢s alto y de los laterales sin ninguna visibilidad sobre el escenario -cierto es, que no las ponen a la venta-, a¨²n andan enzarzados con los instaladores y, lo m¨¢s curioso, cierran este verano para hacer reformas, a pesar de haber sido inaugurado hace s¨®lo un a?o. ?stos son aspectos que impedir¨ªan concederles la famosa licencia de funcionamiento.
ALB?NIZ
La licencia de apertura de este teatro (calle de la Paz), el ¨²nico dependiente de la Comunidad de Madrid en la capital, tiene fecha de enero de 1948. Tambi¨¦n realiza reformas continuas, aunque algunas, solicitadas por Protecci¨®n Civil, se contradicen con las que este departamento pide a otros teatros. Teresa Vico, su directora, no ha salido de su asombro desde que la solicitaron, y as¨ª, se hizo cerrar una puerta grande que hab¨ªa en la parte trasera del escenario que daba a la calle de las Carretas: "Era una v¨ªa de evacuaci¨®n perfecta que a muchos teatros se la exigen, y a nosotros, que la ten¨ªamos, nos la mandan cerrar". A ello habr¨ªa que a?adir que la acera de la puerta principal del teatro -uno de los de mayor aforo de Madrid-, que era grande y espaciosa hasta el a?o pasado, fue reducida por el Ayuntamiento en 1992 para acoger un aparcamiento de superficie. Junto a ella figuran dos placas que se?alan que es salida de urgencia, pero, como ocurre siempre en Madrid, no se respetan y nunca acuden gr¨²as a retirar los veh¨ªculos aparcados durante las representaciones, algo que se repite en otros muchos teatros. Teresa Vico ha denunciado este hecho a Santiago Estrada, asesor t¨¦cnico del alcalde, quien parece ser que tambi¨¦n se sorprendi¨®. Vico cuenta como an¨¦cdota que despu¨¦s de gastarse mucho dinero en cambiar las telas y moquetas del teatro por otras resistentes al fuego se fue a solicitar el certificado de irin¨ªfugos: "Me lo dieron en una ventanilla en la que pagu¨¦ 14.000 pesetas... y hasta hoy".
ALFIL
En 1992, una nueva empresa alquila este teatro, precintado en aquel momento. A partir de una inspecci¨®n de t¨¦cnicos municipales, se levanta el precinto trasco rregir ciertas deficiencias. Ade m¨¢s, la empresa actual, Zeta Espect¨¢culos, acometi¨® mejoras de insonorizaci¨®n y de otros aspectos del local. El 8 de enero de 1993 recibe una orden de suspen si¨®n de la actividad de madrugada, que se ven¨ªa realizando desde diciembre de 1992. Firma la orden el edil ?ngel Matanzo. Dos d¨ªas antes se hab¨ªa estrenado Cabaret castizo, obra en la que se parodia a ese concejal. El 13 de enero, bas¨¢ndose en el hecho (falso, seg¨²n la direcci¨®n de la sala) de que no se ha cumplido la anterior suspensi¨®n, reciben de Matanzo doble orden de precinto para todo el teatro. El conflicto adquiere gran proporci¨®n y la profesi¨®n teatral acude masiva mente a un acto de solidaridad con el teatro a la hora en que estaba previsto el cierre. El mismo d¨ªa, el alcalde de Madrid anul¨® verbalmente la orden. Desde en tonces han sufrido varias inspec ciones, todas desfavorables. Al guna de ellas ca¨ªa en contradicci¨®n con la efectuada en 1992. Adem¨¢s, han aparecido varios acreedores de la anterior empresa, hasta el punto de que en la actualidad tienen embargada la ad ministraci¨®n del teatro, y por tanto los ingresos de taquilla, por parte del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 15, que les reclama algo que ellos no deben.
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