Dos fr¨ªvolos destinos

Entre ovaciones y gritos de entusiasmo, las actrices Gema Cuervo y Mar¨ªa Luisa Merlo buscaban aturdidas al autor de Orinoco y a los colaboradores del espect¨¢culo, que, nerviosos tambi¨¦n, salieron al fin. Pero el mejor ¨¦xito de un p¨²blico que de ninguna manera era indiferente o ajeno, fue para ellas dos, tan brillantes. Dos mujeres de las variedades, en el ¨²ltimo extremo de la profesi¨®n: van por el Orinoco buscando un destino m¨¢s bien atroz y se encuentran al pairo, sin tripulaci¨®n que las lleve. Los r¨ªos han sido siempre excelentes met¨¢foras de la vida: Emilio Carballido, autor, ha tenido el buen gusto de no apurar la met¨¢fora de la barca de Caronte o del fluir de la vida, y lo deja todo en una superficie melodram¨¢tica -en el sentido directo: risas y penas, cancioncillas y meditaciones-, con un di¨¢logo ligero. Todo conduce a que estas dos antiguas muchachas trabajen denodadamente, muestren unas figuras suficientemente llamativas, y r¨ªan y lloren y se amen entre s¨ª. El final queda en el aire: puede ser la muerte, o algo peor, u otras formas de sobrevivir. No se sabe ni hace falta. Basta con lo que hay para que esta peque?a obra haga re¨ªr, querer a los personajes, y deje a muchos la sensaci¨®n de que incluso han pensado.