"Los socialistas han fracasado en temas que consideraban propios"
El "gran enderezamiento" que Francia necesita no podr¨¢ comenzar hasta despu¨¦s de la pr¨®xima elecci¨®n presidencial, afirma Val¨¦ry Giscard d'Estaing en esta entrevista concedida en Par¨ªs. Seg¨²n Giscard, el Gobierno que surgir¨¢ ?te las legislativas de marzo apenas dispondr¨¢ de "un solo presupuesto y 14 meses" para esbozar "las reformas" que necesita el pa¨ªs. Por eso, el ex presidente piensa que Mitterrand deber¨ªa anticipar su salida del El¨ªseo.
Giscard lidera la campa?a electoral de Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF), la gran confederaci¨®n de centristas y liberales franceses. Esta vez sus intereses son m¨¢s o menos los mismos que los de su eterno rival en el seno de la derecha francesa, Jacques Chirac. La UDF y el partido de Chirac, la gaullista. Asamblea para la Rep¨²blica, afrontan unidos los comicios de]. 21 y 28 de marzo. Su objetivo com¨²n es desalojar a los socialistas; del Parlamento y del Gobierno.
Pregunta. En el refer¨¦ndum sobre Maastricht la derecha francesa se dividi¨® en dos campos: los partidarios del s¨ª y los del no. ?Pueden esas divergencias influir en la actitud de Francia hacia el proyecto europeo si la coalici¨®n RPR-UDF gana las elecciones del mes pr¨®ximo?
Respuesta. No lo creo. La ratificaci¨®n francesa del tratado ya es cosa hecha. Nadie en la futura mayor¨ªa pedir¨¢ la renegociaci¨®n.
P. Los distintos Gobiernos socialistas han sido muy europe¨ªstas. ?Seguir¨¢ si¨¦ndolo el Gobierno de centro-derecha?
R. La UDF est¨¢ m¨¢s comprometida en el combate por Europa que algunos de nuestros asociados, pero si ustedes toman el conjunto de la alianza de centro-derecha hay una clara mayor¨ªa a favor de la continuidad de la construcci¨®n europea.
P. Sigue pendiente la cuesti¨®n del Sistema Monetario Europeo (SME) y la paridad del franco. Algunos dirigentes del RPR y la UDF son partidarios de la flotaci¨®n de la divisa francesa.
R. Es probable que nuestra mayor¨ªa parlamentaria sea bastante amplia. Los sondeos nos dan en este momento 400 diputados sobre 577. Teniendo en cuenta ese n¨²mero, no es sorprendente que haya voces discordantes. En la UDF no ha habido un s¨®lo dirigente que haya, discrepado de la decisi¨®n adoptada. Hemos estudiado qu¨¦ ocurrir¨ªa en caso de flotaci¨®n del franco y hemos comprobado que permitir¨ªa un peque?o incremento del crecimiento en 1993 en relaci¨®n al mantenimiento del franco en el SME, pero un resultado menos bueno en 1994 y 1995. En el RPR, los partidarios de la flotaci¨®n son mas influyentes.
P. ?Est¨¢ a favor de acelerar la Uni¨®n Monetaria?
R. El problema para Francia no estriba en la Uni¨®n Monetaria., sino en los tipos de inter¨¦s a corto plazo, que son muy elevados y muy costosos para los particulares y las peque?as empresas. El nuevo Gobierne, deber¨¢ adoptar una estrategia, en ese sentido. No ser¨¢ f¨¢cil, pero podemos obtener resultados significativos este a?o e importantes en 1994. En cuanto a la Uni¨®n Monetaria, su entrada en vigor est¨¢ prevista para el 1 de enero de 1997. Yo deseo que el pr¨®ximo Gobierno franc¨¦s proponga a sus socios europeos comenzar a trabajar de inmediato en la creaci¨®n del Instituto Monetario Europeo. Debe entrar en funci¨®n el 1 de enero de 1994. A 1.xirtir de ah¨ª, trabajaremos para que la Uni¨®n Monetaria entre en vigor en la fecha m¨¢s inmediata prevista, por el tratado de Maastricht.
P. Todo acompa?ado de: la independencia del Banco de Francia....
R. Que ser¨¢ realizada este mismo a?o. Independencia total, sobre un modelo pr¨®ximo al alem¨¢n, aunque con algunas diferencias. Nuestro objetivo no ser¨¢ la estabilidad de los precios sino la de la moneda. Y la composici¨®n del consejo no ser¨¢ la misma, puesto que nosotros no tenernos estructuras federales.
P. A los observadores extranjeros les sorprende el pesimismo sobre la situaci¨®n econ¨®mica que reina en Francia, cuando este pa¨ªs es visto como vino de los m¨¢s sanos de Europa.
R. La situaci¨®n francesa es contradictoria. No es justo decir que es muy mala y es falso decir, como acaba de hacerlo Mitterrand, que es buena. Nuestra econom¨ªa es eficaz y competitiva en una serie de terrenos, pero la tasa de inversi¨®n en la industria ha bajado regularmente. en los ?ltimos a?os y el tejido de nuestras peque?as y mediaras empresas conoce una crisis muy grave.
P. ?Existen a¨²n diferencias ser¨ªas entre izquierda y derecha?
R. Pensemos en los temas fundamentales de la izquierda francesa. El primero fue la conquista de las libertades pol¨ªticas en un pa¨ªs de monarqu¨ªa absoluta. Ese tema ocup¨® 150 a?os de nuestra historia. El segundo tema de izquierda fue terminar con las excesivas desigualdades sociales generadas por la industrializaci¨®n. Ese resultado ya est¨¢ pr¨¢cticamente conquistado. La principal l¨ªnea de separaci¨®n social no es entre una clase y otra, sino entre activos y parados. Es decir, los grandes temas hist¨®ricos de la izquierda francesa han perdido actualidad y por eso la izquierda busca una identidad, un mensaje. Por el contrario, el centro-derecha reformista se sit¨²a a la perfecci¨®n en el coraz¨®n del problema franc¨¦s. El problema actual es doble: hacer funcionar bien la econom¨ªa de mercado en un medio ambiente europeo e internacional, y crear una nueva solidaridad, que ya no es la de las clases sino la que exigen el problema del empleo, la renovaci¨®n de la educaci¨®n, la enfermedad y la repartici¨®n de las cargas en nuestras instituciones sociales. Y son los movimientos reformistas liberales los mejores situados.
P. ?Qu¨¦ reformas piensa realizar el futuro Gobierno franc¨¦s?
R. Antes que hacer reformas debemos abordar un cambio de pol¨ªtica econ¨®mica, a fin de acerarnos al pleno empleo. Luego, debemos abordar la reforma de nuestro sistema educativo, en articular la formaci¨®n profesional, de manera que los j¨®venes 1 sten mejor preparados.
P. ?Los socialistas no han actuado en ese sentido?
R. Es chocante ver que los socialistas han fracasado en dos temas que consideraban como propios: la escuela y la vivienda social. Son dos trabajos que tenemos que retomar. Otro de los problemas que vamos a tener que afrontar es el equilibrio de instituciones sociales como el seguro de enfermedad y las pensiones de jubilaci¨®n y desempleo.
P. Los d¨¦ficits de los sistemas de protecci¨®n son universales.
R. En realidad, si tuvi¨¦ramos un mayor crecimiento y una tasa de paro inferior nuestro sistema de pensiones de desempleo encontrar¨ªa por s¨ª mismo el equilibrio. Pero en los otros sistemas los problemas son m¨¢s complicados. Las pensiones de jubilaci¨®n dependen del equilibrio entre poblaci¨®n activa y jubilados, y ah¨ª hay un problema demogr¨¢fico. En cuanto al seguro de enfermedad, el hecho es que, como en Estados Unidos, nuestros gastos progresan m¨¢s r¨¢pidamente que el Producto Interior Bruto, casi dos veces m¨¢s r¨¢pido. Tenemos que conseguir reducir nuestros gastos a un ritmo pr¨®ximo al del PIB sin cambiar nuestro sistema de medicina liberal.
P. El comit¨¦ de expertos creado por Mitterrand ha propuesto una reforma constitucional que que mantiene el septenio presidencial. Usted es partidario de un mandato de cinco a?os.
R. S¨ª, y el pasado domingo recib¨ª el refuerzo de Michel Rocard, que se pronunci¨® tambi¨¦n por el quinquenio. Creo que la larga duraci¨®n del mandato pre
sidencial franc¨¦s es un factor de tensi¨®n pol¨ªtica excesiva. El presidente termina bajo la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica y la espera de los candidatos es demasiado larga, lo que les lleva a endurecer sus posturas. As¨ª que la duraci¨®n de 5 a?os me parece buena.
P. ?Teme usted que el big bang de Rocard le arrebate el espacio del centro?
R. Su proyecto comete un primer error al incluir a los comunistas reformadores. Quiz¨¢ esos comunistas ya no sean estalinistas, pero, en todo caso, representan opciones pol¨ªticas que en Francia son incompatibles con los valores del centro. El segundo error de Rocard es que quiere meter en su sistema a los ecologistas, y los ecologistas s¨®lo existen si son aut¨®nomos. El d¨ªa en que entren en un partido, sea el que sea, perder¨¢n su identidad.
P. ?Qu¨¦ piensa de la ecolog¨ªa?
R. Estoy seguro de que los partidos tradicionales, tanto el Partido Socialista como la UDF, pueden integrarla y, de hecho, ya han comenzado a integrarla. ?Quiere eso decir que los ecologistas desaparecer¨¢n como fuerza pol¨ªtica aut¨®noma? No lo s¨¦. Es pronto para decir si conseguir¨¢n construir una fuerza permanente o si se acercar¨¢n a alguna de las grandes familias pol¨ªticas.
P. Rocard aspira a que su bi*9 bang permita a la izquierda recuperarse tras las legislativas y llegar en buena posici¨®n a la futura elecci¨®n presidencial. ?No le inquieta el que la coalici¨®n RPRUDF tenga apenas dos a?os para probar su capacidad de mejorar la situaci¨®n francesa?
R. Lo tenemos dif¨ªcil. La situaci¨®n es peor que en 1986, el a?o del comienzo de nuestra primera cohabitaci¨®n con Fran?ois Mitterrand. Si algunos aspectos, como la inflaci¨®n o la balanza comercial son ahora positivos, otros, como el paro y el d¨¦ficit presupuestario, son muy negativos. Francia necesita una recuperaci¨®n muy fuerte y para ello deben hacerse serios esfuerzos. Y los esfuerzos no son nunca recompensados en t¨¦rminos electorales. Y, adem¨¢s, vamos a tener un plazo de acci¨®n muy corto, hasta el verano de 1994, puesto que a partir de esa fecha comenzar¨¢ de hecho la campa?a para la elecci¨®n presidencial de 1995. El futuro Gobierno va a disponer de apenas un solo presupuesto y 15 meses de gesti¨®n. Los socialistas calculan que en ese plazo la opini¨®n puede volver a serle favorable. Nuestra intenci¨®n es impedirlo.
P. Por esa raz¨®n usted preferir¨ªa que todo, legislativas y presidenciales, tuvieran lugar de una sola vez ' que Mitterrand dimitiera tras la derrota socialista en las legislativas.
R. La cuesti¨®n no es saber lo que yo preferir¨ªa, sino saber cu¨¢l es el inter¨¦s nacional de nuestro pa¨ªs: Francia tiene 3 millones de parados, 300.000 millones de francos de d¨¦ficit presupuestario. Hay que enderezar esa situaci¨®n y ello no va a ser posible hasta despu¨¦s de la pr¨®xima elecci¨®n presidencial. ?Es bueno para Francia afrontar un largo periodo electoral que retrase nuestra recuperaci¨®n? La respuesta no depende de nosotros.
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