La Comunidad autoriza la mayor gravera de Espa?a en la mejor vega del Parque del Sureste

Desarrollo y ecolog¨ªa. Este complicado debate no est¨¢ resuelto tampoco en la Comunidad de Madrid. La multinacional Pioneer ha obtenido el permiso de la Direcci¨®n Regional de Minas y de la Agencia de Medio Ambiente (AMA) para explotar una gravera de arena de 515 hect¨¢reas (casi el qu¨ªntuple de el Retiro) en El Piul, una finca de Rivas, a 15 kil¨®metros de Madrid. La inmensa vega nace justo en el borde de unos cantiles rocosos en los que anidan halcones y otras especies de aves rapaces, y se considera la mejor zona del futuro Parque Regional del Sureste, cuya aprobaci¨®n lleva paralizada casi dos a?os en la Asamblea de Madrid.

El director de la Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Luis Maestre, ha transigido ante la operaci¨®n casi con complacencia, porque entiende que la calidad de la arena hac¨ªa irremediable su extracci¨®n tarde o temprano. Adem¨¢s, Maestre est¨¢ convencido de que el estudio de rehabilitaci¨®n de la zona es inmejorable al llegar firmado por Fernando Gonz¨¢lez Bern¨¢ldez. Este catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la Universidad Complutense mantiene, incluso despu¨¦s de su fallecimiento, un prestigio indiscutido entre los grupos ecologistas, grandes opositores, en general, a las graveras."En menos de cinco a?os se iba a acabar haciendo", explica Maestre. "Pues mejor que su recuperaci¨®n se haga bien y no se acabe en una chapuza, como se est¨¢ actuando en la inmensa mayor¨ªa de las graveras explotadas en la Comunidad", concluye.

La propiedad privada El Piul es una de las pocas zonas de la vega del r¨ªo Jarama que hasta ahora hab¨ªa conseguido salvarse del negro destino de las fincas que la rodean: convertirse en mina de arena. Los yacimientos de grava de esta parte de Rivas est¨¢n catalogados entre los mejores de Europa, y una simple panor¨¢mica de sus alrededores demuestra que han sido salvajemente expollados sin control durante a?os, sobre todo para favorecer el negocio de la construcci¨®n.

El Piul era una excepci¨®n. Su extensi¨®n, 630 hect¨¢reas, y su tranquilidad, una Isla entre el r¨ªo Jarama y los cantiles rocosos de Rivas, parec¨ªan encaminarla hacia una finalidad m¨¢s ecol¨®gica. En la finca nidifican aves rapaces de poblaci¨®n muy reducida en Espa?a. Miembros de la asociaci¨®n ecologista Aedenat y del equipo de Gonz¨¢lez Bern¨¢ldez han observado cuatro parejas de halc¨®n com¨²n, b¨²hos reales, alimoches (una especie de buitre), 40 milanos negros, palomas zuritas, cern¨ªcalos, lechuzas...

La oposici¨®n municipal

El permiso para instalar una mina en El Piul ha sido informado favorablemente por la Direcci¨®n Regional de Minas y tambi¨¦n por la Agencia de Medio Ambiente a finales de 1992. Los concesionarios, la multinacional del sector Pioneer, reconocen que han realizado una "opci¨®n de compra" sobre estos terrenos.La empresa no quiere precisar ni la cuant¨ªa ni la fecha de inicio de los trabajos de extracci¨®n, aunque ¨¦sta podr¨ªa ser inmediata. Pero falta un tr¨¢mite fundamental: "Todav¨ªa no hemos pedido la licencia en el Ayuntamiento de Rivas", aclar¨® Federico Ma?ero, un portavoz.

Este ¨²ltimo eslab¨®n se presenta cada vez m¨¢s complicado. Los mandatarios del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, de Izquierda Unida, no est¨¢n de acuerdo con el proyecto. Adem¨¢s, para curarse en salud han aprobado, con el consentimiento de la Comisi¨®n Regional de Urbanismo, una revisi¨®n del Plan General en la que se establece una moratoria de ocho a?os en la prohibici¨®n de minas de extracci¨®n de ¨¢ridos.

Antonio Serrano, el alcalde de Rivas, reconoce, sin embargo, que, cuando se perfile el convenio de colaboraci¨®n con la empresa Pioneer, la actitud de rechazo puede cambiar, aunque matiza que no lo ve viable a lo largo de este mandato, que finaliza en 1995.