Londres sugiere redactar una nueva Constituci¨®n para Gibraltar con la participacion de Espa?a

El secretario del Foreign Office, Douglas Hurd, someti¨® ayer a su hom¨®logo espa?ol, Javier Solana, nuevas ideas para desbloquear el contencioso sobre Gibraltar, pero ambos ministros a duras penas confirmaron la puesta sobre el tapete de sugerencias innovadoras y rehusaron dar detalles sobre lo tratado. Otras fuentes indican que Hurd dej¨® caer la utilidad de redactar con la colaboraci¨®n espa?ola una nueva Constituci¨®n para la colonia, pero no mencion¨® la transferencia a largo plazo a Espa?a de parte de la soberan¨ªa sobre el Pe?¨®n. Sus ideas no entusiasmaron a sus interlocutores.

Hurd tuvo ayer una ma?ana apretada. Empez¨® a las nueve entrevist¨¢ndose a solas durante una hora con Solana. Visit¨® despu¨¦s al Rey y al presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, y volvi¨® a reunirse con su anfitri¨®n y sus colaboradores. Justo antes de almorzar en el Palacio de Viana dio una conferencia de prensa con Solana.El encuentro con los periodistas merece, seg¨²n uno de los asistentes, pasar a una antolog¨ªa de las conferencias de prensa salpicadas de lugares comunes y de frases ambiguas, que pon¨ªan de manifiesto que ninguno de los dos ministros deseaba dar cuenta, ni siquiera vagamente, del meollo de la discusi¨®n. Ambos ampliaron la consigna de silencio a sus colaboradores.

Preguntado sobre si hab¨ªa escuchado en boca de su hu¨¦sped algo m¨¢s que buenas palabras, el jefe de la diplomacia espa?ola contest¨®, por ejemplo, con una respuesta que el mismo calific¨® de "precisa y monosil¨¢bica": "S¨ª". M¨¢s tarde a?adi¨® que en la ma?ana de ayer se hab¨ªa "dado un paso en la buena direcci¨®n", aunque a rengl¨®n seguido se apresur¨® en matizar que "a¨²n quedan muchos problemas para resolver (...) esta situaci¨®n anacr¨®nica entre dos pa¨ªses socios y aliados".

Hurd fue algo m¨¢s preciso en sus respuestas. Reconoci¨® haber hablado de "alterar el procedimiento" de la negociaci¨®n que arranc¨® con una declaraci¨®n hecha en Bruselas hace nueve a?os y que seguir¨¢ sirviendo-como marco de referencia.

Preguntado sobre si propon¨ªa elaborar una nueva Constituci¨®n, se. limit¨® a responder que "es cierto que Bossano [ministro principal de Gibraltar] lo ha pedido, pero hoy no hemos ido m¨¢s lejos, no hemos entrado en la sustancia". Se trata, prosigui¨®, de poner en marcha "un procedimiento nuevo que conduzca a progresos en la sustancia".

La oferta del ministro brit¨¢nico consiste, seg¨²n otras fuentes, en asociar a Espa?a a la redacci¨®n de una nueva Carta Magna, pero no aclara si el Gobierno espa?ol podr¨ªa despu¨¦s desempe?ar un papel en la administraci¨®n de la colonia y recuperar por esa v¨ªa parte de la soberan¨ªa que reivindica.

Gesto de buena voluntad

Escaldada por anteriores experiencias, la diplomacia espa?ola pone una condici¨®n previa: la adopci¨®n de medidas de confianza, como, por ejemplo, la utilizaci¨®n conjunta del aeropuerto del Pe?¨®n, acordada en 1987 por Londres y Madrid, pero a la que los gibraltare?os se oponen. Tambi¨¦n ver¨ªa con buenos ojos concesiones brit¨¢nicas que permitan a Espa?a levantar su bloqueo al convenio de fronteras externas de la Comunidad Europea que deber¨ªa haber entrado en vigor el 1 de enero.Hurd no dio ninguna garant¨ªa de que doblegar¨ªa a Joe Bossano como puede legalmente hacerlo. "Hay que respetar", dijo, "la voluntad de los gibraltare?os". "Este principio est¨¢ incluido en el acuerdo de Bruselas y sigue siendo as¨ª", subray¨®.

El secretario del Foreign Office insisti¨®, al contrario, en que era necesario "encontrar f¨®rmulas para que los gibraltare?os est¨¦n representados" en las futuras conversaciones, pero no pretendi¨® que la negociaci¨®n sea a tres bandas.

Solana descarta que los llanitos puedan constituirse en delegaci¨®n aut¨®noma -ser¨ªa un primer paso hacia su autodeterminaci¨®n-, y desear¨ªa que ocupen las sillas vac¨ªas que dejan en el seno del equipo negociador brit¨¢nico.

El eventual retorno de los gibraltare?os a la mesa negociadora puede complicar a¨²n m¨¢s el proceso de descolonizaci¨®n. Para Joe Bossano, la nueva Constituci¨®n s¨®lo se concibe como un paso adicional hacia la independencia. "La autodeterminaci¨®n est¨¢ fuera de lugar", recalc¨® Solana, una afirmaci¨®n con la que su hu¨¦sped coincide.

Para acabar de convencer a los gibraltare?os de que tienen mucho que ganar de una normalizaci¨®n de sus relaciones con Espa?a, Solana intentar¨¢, explic¨®, "combinar la persuasi¨®n y la presi¨®n" y volvi¨® a esgrimir la amenaza de que el Ministerio de Obras P¨²blicas y Transportes construya del otro lado de la Verja un aeropuerto alternativo al del Pe?¨®n, pero exclusivamente espa?ol. La modificaci¨®n del procedimiento negociador sugerida por el secretario del Foreign Office debe de haber sido lo suficientemente importante como para que ambas delegaciones la estudien en profundidad a partir de ahora y los ministros vuelvan a reunirse antes de fin de a?o, cuando, en el mejor de los casos, s¨®lo lo hacen cada 12 meses.

Intensa preparaci¨®n

Adem¨¢s, la cita de ayer fue preparada con una intensidad inusitada. Hurd y Solana celebraron el viernes en Bruselas una reuni¨®n preparatoria mantenida en secreto. El domingo, el jefe de la diplomacia espa?ola hizo trabajar a sus colaboradores, a los que reuni¨® en su despacho para preparar la visita del secretario del Foreign Office. Solana ha estado, por ¨²ltimo, en contacto casi permanente con Gonz¨¢lez.