Una ceremonia optimista y con ministro

La velada que anoche celebr¨® el cine espa?ol tuvo unas caracter¨ªsticas muy diferentes a las de a?os anteriores. Principalmente, y tal vez como homenaje en forma de presagio a la pel¨ªcula que result¨® triunfadora, ninguna intervenci¨®n de presentadores o premiados tuvo cariz reividincativo o cr¨ªtico frente a la Administraci¨®n, que estuvo representada por la m¨¢xima instancia: el ministro de Cultura, Jordi Sol¨¦ Tura.La presencia del ministro de Cultura no era habitual en la ceremonia de los Goya y, en cambio, s¨ª ha sido m¨¢s que frecuente en los ¨²ltimos a?os el tono de lamento o cr¨ªtica por la situaci¨®n de crisis en que vive el cine espa?ol, que los profesionales mostraban al recibirlos.

Anoche, como si el cine espa?ol se preparara para una nueva y bella ¨¦poca, la ceremonia de los Goyas apareci¨® rodeada de un tono optimista y vitalista.

Felicitaci¨®n a Almod¨®var

"Acabemos con el pesimismo", dijo Fernando Rey, que es el nuevo presidente de la Academia. Adem¨¢s, felicit¨® a Almod¨®var por el C¨¦sar a Tacones lejanos. El director manchego no estuvo presente en la ceremonia.Pero fue una de las escasas ausencias registradas, pues la plana mayor del cine espa?ol s¨ª asisti¨® al acto, vestida con el glamour habitual en estas ocasiones. Los Goya 1993 fueron menos densos que en ocasiones anteriores: dos horas exactamente dur¨® la ceremonia, que fue retransmitida en directo por Antena 3.

Y un cambio m¨¢s: la gala tuvo un presentador ¨²nico, en lugar de la tradicional pareja de famosos. El elegido, con gui¨®n de Javier Rioyo, fue el actor Imanol Arias, que ejerci¨® de maestro de ceremonias casi al estilo hollywoodense de Billy Cristal, aunque en tono m¨¢s comedido e, incluso, hasta po¨¦tico en varias ocasiones. Sus intervenciones estuvieron concebidas como un recorrido por la historia del cine, nost¨¢lgico y t¨®pico a veces, pero carente de chistes cargantes.