El fantasma de la recesi¨®n econ¨®mica rescata la memoria de John Steinbeck
Inesperada resonancia del 25? aniversario de la muerte del autor de "De ratones y hombres"
Tres circunstancias -el cumplimiento a finales de febrero del 25? aniversario de su muerte, ocurrida en 1968 en Nueva York; la popularidad que est¨¢ adquiriendo la pel¨ªcula De ratones y hombres, basada en uno de sus m¨¢s c¨¦lebres relatos, y el ¨¦xito en Broadway de una escenificaci¨®n de su otra gran novela, Las uvas de la ira- hacen que se produzca un rescate del semiolvid¨® en que se encontraban la obra y la figura del escritor californiano John Steinbeck, ¨²nico que logr¨® los premios Nobel y Pulitzer. Otra circunstancia, de mayor peso y gravedad, hace que sus libros vuelvan a editarse y leerse masivamente: el sentimiento de recesi¨®n que hoy se vive en todo el mundo, y sobre todo en EEUU, pues el escritor desarroll¨® sus mejores historias en la gran depresi¨®n de 1929, cuyo fantasma lleva hoy a mucha gente a bucear en su trastienda. Y el legendario escritor renueva as¨ª su vieja leyenda.
John Steinbeck es ya un cl¨¢sico en la historia de la literatura estadounidense contempor¨¢nea. Pero, en los ¨²ltimos meses, su obra, que a estas alturas es un monumento del pasado cercario y un testimonio de singular fuerza -a causa de la transparencia de su armaz¨®n formal y por la accesibilidad de su lenguaje, que con gran claridad aborda cuestiones muy oscuras- de los as pectos m¨¢s crudos de la gran de presi¨®n de 1929, se ha convertido en un descubrimiento similar al que se produce cuando surge de la nada un nuevo escritor que, de la noche a la ma?ana, cuenta, con lenguaje de hoy, historias (le hoy a gentes de hoy. - Inici¨® el rescate y la nueva atenci¨®n masiva, tanto en Estados Unidos como fuera, hacia la obra de Steinbeck -que nunca dej¨® de estar viva en la memoria de la zona adulta de la poblaci¨®n y entre los estudiosos y rastreadores de ra¨ªces de algunas ramas del realismo en la literatura actual- una pel¨ªcula estrenada en Cannes hace ahora 10 meses y que actualmente se exhibe en Espa?a: la versi¨®n filmada de la adaptaci¨®n al teatro de De razones y hombres, una de las novelas m¨¢s duras y negras del Steinbeck subversivo, ideada y montada hace alrededor de 10 a?os por un grupo de j¨®venes actores (de Chicago -a cuya cabeza estaban John Malkovich y Gary Sinise- que a?os despu¨¦s se hizo famoso en todo el mundo gracias al renombre logrado por el primero en filmes como Las amistades peligrosas.
Bola de nieve
El filme cre¨® un efecto de bola de nieve, cuyo primer episodio fue otra adaptaci¨®n esc¨¦nica de otra novela de Steinbeck, la m¨¢s conocida y una de las m¨¢s vendidas de toda la historia del negocio editorial estadounidense: Las uvas de la ira. Este espect¨¢culo, seis meses despu¨¦s de estrenado, sigue llenando un teatro del Broadway neoyorquino. Tambi¨¦n hubo, en 1939, una adaptaci¨®n al cine de esta novela.. La crearon Henry Fonda y John Ford, que obtuvo por su trabajo en ella uno de los cuatro oscars que le concedi¨® la Academia de Hollywood a lo largo de su carrera. Dos monumentos del arte estadounidense de este siglo se identifican y prolongan en un montaje esc¨¦nico de hoy.. La onda creada por los, dos espect¨¢culos y el filme desencaden¨® un inter¨¦s creciente hacia sus libros-fuente y el consiguiente desempolvamiento o reedici¨®n de algunas novelas y relatos medios y cortos del escritor, casi todos -la gran excepci¨®n es Las uvas de la ira, que cuenta el ¨¦xodo a California de los parias campesinos de Oklahoma en 1930, los llamados okies, brutal sin¨®nimo de m¨ªseros desarrapados- situados en los parajes que rodean a Cannery Row, cerca de Salinas, en el Monterrey californiano, donde naci¨® el novelista. Y, finalmente, para despertar a este gigante dormido colabor¨® la resonancia obtenida por la celebraci¨®n, en su lugar natal, del 250 aniversario de su muerte, ocurrida en Nueva York el 27 de febrero de 1968. En Cannery Row es ya una arraigada tradici¨®n local la celebraci¨®n cada 27 de febrero del Steinbeck Day, y este a?o esa cita hasta ahora c¨®mplice y amistosa -una ceremonia casi ¨ªntima, centrada en la figura de la esposa del escritor, Nancy Steinbeck, convertida en depositaria viviente de la reliquia de su marido en forma de memoria directa de ¨¦l- adquiri¨® ecos y proporciones in¨¦ditas, que llegaron a los grandes medios de comunicaci¨®n norteamericanos, por lo que acab¨® convertido en un sonado suceso cultural con inesperadas derivaciones.
Grietas bajo los pies
Esto se debe al hecho de que la obra de John Steinbeck -ya perdido por ella el carro de las grandes tiradas editoriales y re ducida su influencia a minor¨ªas y a la pura e inamovible historia conecta de pronto con inquietudes extraordinariamente vigentes y con perturbaciones en carne viva de la situaci¨®n cotidiana de los hombres de este tiempo de in certidumbre, de recesi¨®n -y potencialmente, cuando menos en sentido psicol¨®gico, incluso de depresi¨®n-, social y econ¨®mica, que sacude a Occidente. Un modelo de vida se agrieta ahora mismo bajo los pies de muchos centenares de millones de hombres ayer confiados. Y surge en muchos la sensaci¨®n de que la mirada solidaria y el lenguaje sencillo del viejo Steinbeck tienen algo que decir sobre este sobresalto hist¨®rico. ?l fue el gran testigo de la demolici¨®n de un mundo que se cre¨ªa firme y seguro de s¨ª mismo, pero que se derrumb¨® de pronto en los d¨ªas turbulentos de la gran depresi¨®n de 1929. De ah¨ª que su sombra se convierta ahora en un foco de inteligencia, al mismo tiempo sombr¨ªa y deslumbradora, que el pasado proyecta sobre el presente.
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